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31 mayo, 2006

Balance del Giro

Como corren tiempos extraños, no se puede hacer un balance final de una carrera hasta que pasen dos o tres meses (recordar la Vuelta del año pasado), pero si que hay cosas y protagonistas del Giro que merecen ser resaltadas. El primero de todos, Ivan Basso: nadie que haya seguido su evolución podía pronosticar un triunfo tan apabullante, de otra galaxia. A los italianos se les llenaba la boca con el estribillo dopo l´era Armstrong, incomincia l´era Basso, pero nunca en la historia del ciclismo a un gran dominador ha sucedido inmediatamente otro gran dominador. Veremos en que queda todo.

Quique Gutiérrez ha sido siempre un gran corredor. Cuando corría el Tour con el Kelme, era una mina para todos los aficionados a los juegos de ciclismo, porque te daba puntos en los sprints (le encantaba meterse, hasta que nació su hijo y su esposa le pidió prudencia), en la montaña y en las cronos. De su estatus se puede decir que es el único gregario capaz de imponer el fichaje de su hermano (2004, en el Phonak, tras ser despedido por ese caudillo que es Belda), algo sólo reservado a figuras de la talla de Jalabert o Indurain. Tras un 2005 desastroso, su brillante segundo puesto en el Giro ha sorprendido a propios y extraños. Como con Basso, veremos en que queda todo.

Simoni ha ejecutado su carrera, aunque el grave error de esperar a Basso en el descenso del Mortirolo es imperdonable. Un nuevo podio (siete en ocho años), el primero del Saunier y la apertura de la caja de Pandora con su denuncia del maletín le dan un protagonismo añadido. El 5 de junio comparece ante la comisión de la Federación Italiana, pero es difícil que pase algo. Cunego ha maquillado su mal Giro (venía con seis victorias) con una gran etapa en Aprica que le ha permitido ser cuarto. Debutará en el Tour para aprender, esperemos que con la misma aplicación y profesionalidad con la que corrió la Vuelta 2004. Savoldelli, por su parte, sólo estuvo a su nivel en el prólogo, el resto de la carrera fue a remolque.

En cuanto a los outsiders, el mejor ha sido Schumacher. Con 25 años debutaba en una gran ronda por etapas, y la acaba con dos victorias, además de varias escapadas kilométricas. Gárate fue el primer corredor de la general que se movió, en la etapa de Saltara, y después estuvo por debajo de su nivel histórico en la montaña. El lamentable incidente de la compra de la etapa de San Pellegrino empaña su 7º puesto en la general y la montaña: el iruñarra dice que es su mejor Giro, pero el año pasado llegó con opciones de victoria a las dos últimas etapas. Cuestión de perspectiva, o de realismo puro y duro. Piepoli ha vivido el Giro de gloria del que gozan todos los escaladores italianos (Conti y Vona en 1992, Zaina en 1996, Guerini en 1998, Caucchioli en 2002), recompensa justa a un veterano de los tiempos de Indurain. El Illes Balears ha ganado una etapa y ha hecho segundo en tres (Efimkin, Pérez, Gutiérrez), su mejor actuación desde 2001. Y poco más, la verdad. Ninguna de las etapas merece la pena ser recordada, y muchas hay que olvidarlas para que siga la función.
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Qué pena da leer a un clásico como Urraburu suplicando que a los equipos que no dejen sentenciada la Bicicleta Vasca en la primera etapa, como hicieron por dejadez el año pasado. Hasta estos niveles hemos llegado, el problema es que cuando se toca fondo, todavía se arrastra por el suelo durante mucho, mucho tiempo. Y la culpa no es del veterano periodista vasco, que ama este deporte como pocos.
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Entre el silencio lacayo de la mayoría de los periódicos, algunos salvando los muebles porque todavía es posible que Saiz siga pintando algo en este deporte cuando las aguas se calmen, el ABC aporta las mayores novedades del día. El periodista JC Carabias no goza de la fama de otros plumillas, pero tiene las cosas claras y cuando tiene que hacer una crónica, al menos te enteras de quien ha ganado. Hoy hace las cuentas de la lechera y dice que Eufemiano gana 6 millones de euros al año (30.000€ de media por tratamiento x 200 corredores= un billón de pesetas). Como si no tuviese gastos, como si hubiese 200 corredores (la mitad del pelotón, que locura), como si no tuviese empleados como Alberto León. Que sacaba un pastón está clarísimo, pero tanto...En fin, al menos saca algo para publicar, para que el velo del tiempo no caiga sobre las bolsas de sangre, como también hace Arribas en El País.

Y digo "al menos" porque hay un periódico que antes era nacional y ahora es espantosamente localista que ha publicado unas cosas sobre Saiz y Eufemiano que dan vergüenza ajena: no se puede escribir algo más exculpatorio porque se corre el riesgo de alguna carta al director que salga de los temas habituales de las plazas de aparcamiento o el precio del pan. El periódico es La Vanguardia y no les reproduzco los artículos porque son de pago, pero si alguien tiene a mano el ejemplar del sábado con el artículo sobre Eufemiano lo puede comprobar: se alaba su inteligencia (¿a quien narices le interesa su expediente académico? ¿esto es una oposición?), su disponibilidad ante los periodistas y su trayectoria, todo con un tufillo a fuet y pantumaca de colegueo. A la espera de que este escándalo se salde en algo concreto más allá de la retirada de Liberty (al fin y al cabo, es una empresa aseguradora), al menos ha desnudado al microsector nacional de periodistas de ciclismo.
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Garai, hoy en el Marca impreso: tras ensalzar la rapidez de Etxe-ondo en realizar los nuevos maillots Würth, dice "después de que Liberty dejase de colaborar con el equipo por la supuesta implicación de Saiz en el escándalo de dopaje, a pesar de que el director está en libertad". ¡Claro hombre, si los culpables son los de Liberty!

30 mayo, 2006

Novedades con Interviú y Manzano, ¡vaya panorama!

El post de hoy iba a ir destinado a glosar la trayectoria de Quique Gutiérrez, que siempre ha sido un buen corredor y que ha obtenido un inesperado segundo puesto en el Giro de Italia. Sin embargo, las novedades en la "Operación Puerto" van a hacer que se entremezclen ambos asuntos, éxitos deportivos y dopaje sanguíneo. La revista Interviú, que empezó en 1977 en pleno destape con unas candorosas fotos de Marisol, ha seguido con su tradicción de ser el único medio español de investigación no regida por campañas, sino por el simple oportunismo. La última intervención del semanario de Asensio junior en el mundo del ciclismo fue con el desnudo de los corredores hace dos Vueltas, para gozo de Perdiguero. Y en esas seguimos: destape y oportunismo.

Vayamos por partes. En Interviú reproducen una frase reciente de Eufemiano: "Hay que llevarle comida al búfalo en Italia". Dos más dos significa Quique Gutiérrez, o sea que de momento dejamos en suspensión la glosa del Giro del corredor valenciano. Por prudencia. En cambio, el Marca lo hace porque hace tiempo que pasa del ciclismo: ayer dedicaba una página al evento, no conté cuantas a los neumáticos Michelin. En todo caso, no adelantamos protagonistas. Los otros nombres que aparecen en el reportaje son Botero, Vicioso, Sevilla y el pistard Escuredo, el catalán de origen berciano y empresa jamonera. El colombiano no sorprende a nadie, con su estado de forma modelo montaña rusa que siempre ha caracterizado su carrera. Ya saben, ese tópico común de "siempre tiene un día malo, pero cuando lo tiene bueno...". Sevilla parece que no aprendió la lección de las bielas, y es probable que se quede sin maillot magenta. Vicioso es el sprinter que sube, gana cronos y encima es buen chaval: un ejemplo de corredor Saiz. ¿Elemento común de todos? Han pasado por el Kelme, el equipo de guerrilleros.

En otro flanco ha actuado el As, que ha llevado a Manzano al Foro Ferrándiz, esa especie de cátedra deportiva que quiere fomentar el Grupo Prisa. Vestido como viste un chaval de su formación, que nadie esperase una lectura magistral: por ese flanco fue donde se ensañó hace dos años el mamporrero de Josu Garai, refocilándose en las contradicciones de un chaval que no será un Séneca, pero al que el tiempo ha dado la razón. A ver si un día me pongo la escafandra o el traje NBQ y les traigo algunas de esas piezas. Manzano se acordó cuando dijo que "me han llamado de todos lados, menos de un periódico que sigue defendiendo intereses partidistas". Hoy, sin ir más lejos, la única noticia que pone en su página web es esta indolente "La Guardia Civil ya tiene la lista de los tramposos". Tramposos. Ya. Como si fuesen Juanito, Jorgito y Jaimito, haciendo travesuras y cambiando los muebles de sitio.

Ahora en el As sacan a Manzano como un Cristo en Semana Santa (no ha faltado el lenguaje religioso en el acto, con "pecador", "mea culpa" y un cierto tono piadoso ), al tiempo que le asetean como a un San Sebastián, porque ellos también tienen trapos sucios que esconder. Al parecer, lo más destacado que dijo fue que el Chaba pagaba 36.000 por tratamiento con Eufemiano. Brillante sorpresa sobre el corredor-Guadiana por definición, que un día subía con los mejores, el otro confraternizaba con los sprinters y el tercero volvía a casa. Como si nadie lo supiese. Confirmado que la banda del hematocrito no era muy sagaz, explica que "llamabas al 'Canario' y la 'paloma mensajera' traía el 'tarro de helados' con los 'rotuladores". Traducción: Fuentes les hacía llegar a través de alguien el termo con las ampollas".

Y en esas estamos. Ante el silencio esclavo del periódico más vendido, las escasas novedades en los generalistas y la desazón general, las novedades las traen Interviú y Manzano. ¡Lo que tiene que gustar el ciclismo para seguir adelante con todo esto!

29 mayo, 2006

Basso gana un Giro sin rivales

Habrá que incidir en los mayores tópicos para señalar el Giro de Ivan Basso: ha sido el más fuerte, el mejor escalador, el mejor contrarrelojista, el más dadivoso, el más guapo y encima tiene una bonita familia. Esas cosas y otras se leen hoy en la prensa, casi a la altura de esa maravillosa primera línea de cyclingnews. com sobre la farsa de San Pellegrino: "El CSC ha vuelto a demostrar su generosidad...". Y con este nivel de información, ustedes pensarán que yo soy un señor con barba que siempre está enfadado y fumando en pipa, añorando la máquina de escribir y los tiempos del maillot de lana.

Nada más lejos de la realidad. Que un corredor como Basso, que en su vida deportiva ha ido siempre a rueda y que descubrió que podía ganar carreras en la Vuelta a Dinamarca de hace diez meses, cambie y se convierta en un titán que envía a sus rivales diferencias de dos cifras, es que algo pasa. Las diferencias no se veían desde 1965, pero el Giro no ha sido duro: 150 corredores completaron la ghymkana de Milán (victoria para Forster), una cifra de pasmo en una gran vuelta por etapas. Cada cual que piense lo que quiera, pero son muchos años viendo ciclismo como asombrarme ingenuamente con estas prestaciones.

El sábado se subió el Mortirolo. El Tonale y el Gavia fueron para Gárate, que al menos da así un poco de lustre al premio de la montaña, que de otra manera hubiese sido para Baliani -conocido en su casa y a la hora de comer-. En el puerto más puerto de todos los puertos, Ivan Basso reventó la carrera desde las primeras rampas, y sólo Simoni le pudo seguir el ritmo. Por detrás, un magnífico Quique Gutiérrez superó la fuerza de la gravedad y al resto de corredores, incluso recortando tiempo en la cima al duo rosa-amarillo. Sin embargo, lo mejor del Mortirolo siempre está después.

Es la bajada y los km. finales de la etapa donde se dan las mayores diferencias siempre que se sube este monumento del ciclismo. Este año, con morbo añadido. Basso, que baja con la misma gracia que un tronco en un rápido de río, engatusó a Simoni para que le esperase. El veterano corredor italiano no demostró sus años de experiencia en el oficio y entró en el juego. Precisamente Simoni, que el año pasado perdió el Giro por veintipocos segundos en otro juego de descensos en Finestre. No hay manera para algunos corredores. ¿La razón? Que ya sólo se corre para ser segundo, una verdad evidente y que en esta carrera ha sido sangrante.

En la traicionera subida a Aprica (donde Olano acabó de perder el Giro 1996 ante el duo Gotti-Tonkov) Basso dejó a Simoni simplemente con poner un ritmo, y se plantó en meta solo, enseñando la foto de su hijo como una folcklórica. En tiempos de espanto, esto ya es pura anécdota. A Simoni no le sentó muy bien la jugarreta, acrecentada por el hecho de que Quique Gutiérrez no reventó y mantuvo su honrosísimo segundo puesto. Ha revelado secretos inconfesables ("me pidió dinero por ganar la etapa") y negándole el saludo en el podio, además de calificativos sobre su estado de forma, quizás inducida exógenamente. Claro, esto que digo yo es lenguaje pseudo-científico, el poco diplomático escalador de Trento le ha llamado "extraterrestre" y "superhumano" con muy poca sorna. Con el cabreo de Simoni al menos ya sabemos que Gárate compró su etapa, en la más pura tradición del Quick Step y del bettinismo. ¡Marchando otra docena de pinzas para las narices!
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Alberto Martínez gana la Vuelta a Baviera. El guipuzcoano ha ganado en Alemania tras meterse en la escapada buena en la segunda etapa y ser segundo en la crono, ganada contra todo pronóstico por el veteranísimo y magnífico profesional Beat Zberg. Es el segundo gran éxito de la temporada del corredor, tras ganar la crono del Criterium Internacional. Será el jefe de filas del Agritubel para el Tour, lo que le dará una visibilidad que jamás hubiese imaginado.
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La banda del hematocrito en la calle. Pedir fianza a una organización con 200 clientes a razón de 60.000 euros por tratamiento es una buena forma de nadar y salvar la ropa. Hace tiempo que no se conoce nada nuevo, salvo las esperadas desafecciones (Jalabert), las insólitas (Jaksche, el hombre del único año en el CSC para volver a la familia) y envidias varias. Mientras tanto, el periodista de La Vanguardia Xavier G. Luque apunta en su blog a la teoría de la conspiración política. Como Saiz en la presentación de este año. Si fuese así, ¿qué conocimiento aporta a los hechos?. Seguirá habiendo unos cuantos galones de sangre congelada, un par de pisos desocupados en Madrid -¡con lo cara que está la vivienda!- y dos directores deportivos con licencia para ejercer.

Que actuaban con una impunidad y una tradicción que sólo es explicable por la connivencia de una serie de contactos con altas instancias es evidente. Es conocida la relación de Saiz, Belda y su patrocinador con un partído político, pero ¿esto quita gravedad a los hechos? ¿Es mejor seguir con la venda en los ojos?

27 mayo, 2006

Gárate gana la etapa reina del Giro

El titular queda bonito y así se lo merece un corredor de la valía de Juan Manuel Gárate, guipúzcoano de Irún e italiano de adopción. Sin embargo, la etapa ha tenido un desenlace extrañísimo e infrecuente en el ciclismo de competición, que en gran medida oscurece la justa recompensa a un corredor que empezó de gregario. Escapado a mitad de etapa, el único compañero de fuga que ha resistido el último puerto ha sido Jens Voigt. El alemán, que no se puede quitar ni con salfumán, ha llegado mano a mano a falta de 400 m. para meta. En ese punto ha dado la mano y unas palmaditas a Gárate, ha frenado y le ha regalado la victoria.

Una adulteración pura y dura de la competición. Desconozco las razones del pacto, que al calor de los hechos no son evidentes. Ni compañeros de equipo, ni amigos, ni ninguna explicación aparente. Un cachondeo para el espectador (sí, Gárate es un tío majo, paisano y lo que quieran, pero hay que verlo con el prisma neutro) que sólo encuentra antecedente en el choteo de Jalabert en Sierra Nevada 95, con la etapa regalada al anónimo alemán Bert Dietz. Reflejo de los tiempos que vive el ciclismo, donde todo transcurre entre bambalinas y da la sensación de que sólo bebemos la espuma y la malta fermentada forma un poso opaco y rancio. Lo llamamos cerveza o ciclismo, pero lo tragamos porque no hay otra cosa.

La etapa ya venía así, así. Las primeras dos horas a la vertiginosa media de 28 km/h, algo esperable porque cuando los organizadores programan recorridos de este tipo hay pactos en el pelotón para hacer la carrera piano, piano. El mejor en eso era Cipollini los años que quería ganar la maglia ciclamino, que mandaba a Calcaterra a tirar del maillot a los impacientes escaladores que atacaban en el primer puerto. Ya ni eso queda en el Giro. Hasta el último puerto no sucedió nada digno de reseñar: la Marmolada subida a ritmo de cicloturista (Pinotti dirigía el pelotón, fijénse bien) y 80 corredores en la base del San Pellegrino. Por delante un amigable grupo de buenos corredores con 6´ de ventaja, sufientes para jugarse la etapa.

Las hostilidades entre los favoritos no empezaron hasta los cinco últimos km. de meta, cuando Piepoli puso un ritmo muy bueno para Simoni (lo había intentado antes, pero su jefe no estaba por la labor) que consiguió descolgar a Quique Gutiérrez, que se cebó un poco y al que nuevamente volvió a incomodar un espectador, esta vez involuntariamente. Simoni y Basso hicieron camino juntos, a un ritmo nada vivo, pero imposible para Cunego: estuvo cerca en algunos momentos, pero acabó siendo superado por Quique Gutiérrez. El valenciano sólo cedió 24" en meta ante el duo amarillo-rosa, a su vez a 2´15" del artificioso triunfador de la jornada. Pobre bagaje para la etapa reina del Giro. Menos mal que mañana viene San Mortirolo, un puerto que jamás podrá ser coronado por más de tres corredores al mismo tiempo.
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Por vía interna me han dicho que no me cebe mucho con Saiz, que queda feo. Les pongo este artículo de hace cuatro meses, de cuando la presentación del Liberty.

26 mayo, 2006

Buscando a Klaus (desesperadamente)

La avalancha de lodo, sangre y basura continúa su avance. Ayer la Cadena Ser, en su mítico (en todas las acepciones posibles) programa de las 14:00, anunciaba que Jan Ullrich estaba en la lista de clientes de Eufemiano el hemodruida. Curioso, si consideramos que De La Morena empezó su homilía del miércoles acusando directamente a Ivan Basso -un corredor que conoce sólo de nombre, él se quedó en la época de Aja, MJ Domínguez y Recio- , un ciclista que se ha escapado de los grandes titulares en la misma emisora...¿Les habrá resultado más factible la hipótesis de Ullrich por la famosa bolsa "Klaus"?

En principio, resulta sospechoso que un corredor que sólo lleva en las piernas Romandía y las primeras etapas del Giro se presente y gane una crono, pero es aún más extraño que se dope sólo para aguantar en una carrera de ese tipo. No tiene mucha lógica. Volviendo a la teoría de los vasos comunicantes, que en el caso de la Cadena Ser y El País son evidentes, el gran diario madrileño no hace ni caso a la superexclusiva de la radio -en términos periodísticos es como un guantazo de descrédito-, y suelta su otra teoría, mucho más creíble. En una de las bolsas, que yo no he visto en las imágenes difundidas, aparece escrito "Zapatero" como nombre clave. La pista conduce directamente (no a la Moncloa, no seais malos) a Scarponi, el opaco corredor italiano que abandonó en el Giro al día siguiente de la redada. Scarpe significa zapatos en italiano, Scarponi significaría "zapatones", pero no pidais sutileza a una banda que tenía las bolsas y jeringuillas con restos de sangre en una caja de cartón.

Porque todo este asunto tiene algo de castiza chapuza y de Pepe Gotera y Otilio. Una clínica que es marcada con dirección y prácticas por Manzano hace dos años, y que sólo la extrema negligencia de la jueza De Torres no quiso investigar, continúa con sus prácticas hasta hace cuatro días. Ni siquiera contemplaron las posibilidad de mudarse. Y lo de los nombres claves, tampoco piensen que se necesita la máquina Enigma de la II Guerra Mundial o la Espectra de James Bond en "Desde Rusia con Amor" para descifrarla: son cosas chuscas como "Bella", "Klaus" y "Zapatero". Asociaciones por nombre, nacionalidad, característica física notable...igual que en las guerras, cuando los alemanes llaman a todos los ingleses "Tommy", a los rusos "Popov" y a su vez son llamados "Kruko" por los italianos. La Cadena SER se ha lanzado directamente a por Ullrich, descartando la posibilidad del único corredor alemán del Liberty, Jorg Jaskche: estoy seguro de que ni siquiera saben quien es.
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Liberty Seguros ha dejado el patrocinio. Una decisión que hubiese adoptado el 99% por ciento de los patrocinadores. El otro 1% corresponde a Festina. En el equipo dicen que continuarán con Würth, pero habrá que ver si los alemanes están por la labor. Si es así, su slogan de "especialistas en montaje" se puede volver en su contra.
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En el Giro una bonita etapa por el Friuli oriental, una de las zonas más atrasadas de Italia hace un siglo. En la I Guerra Mundial fue escenario de violentos combates, después hubo una emigración masiva a Argentina y en 1976 un terremoto que arrasó 3.000 pueblos. La llegada a Gemona era como a un decorado de Cinecittà, todo reconstruido para que volviese come era e dove era. Y algo de artificial había en el pelotón, con ciclistas que han pasado de ir al circo de Processo alla tapa, todos directos al hotel. El que si ha comparecido ha sido Rijs, haciendo pausas y silencios sobre el tema del día, que no era la etapa.

Esta ha sido bastante animada y entretenida. Puertos encerronada, descensos imposibles y ataques entre corredores buenos como Wegelius, David López, Bruseghin, Iván Gutiérrez y Schumacher. Este último, otro "Zapatero", ha sido el más listo y no se ha dejado birlar la etapa como en la llegada de Domodossola. Con un sprint poderoso, se confirma como una de las revelaciones del Giro, algo que ya apunto con su portentoso triunfo en Namur.

25 mayo, 2006

Uno de los nuestros

Hace unos meses una de esas increíbles encuestas británicas proclamó la película "Uno de los nuestros" (Godfellas en el original, que significaría "Buenos colegas") como la mejor de la historia. Al margen de la exageración, me aprovecho de que muchos de vosotros la habreís visto para recordar una de las mejores escenas. El protagonista, interpretado por Ray Liotta, ha entrado en la familia y ha escalado posiciones utilizando métodos no muy bien vistos por sus superiores: traficando con droga en el piso de su amante, que es un poco desarreglada. "No dejes las cosas sin limpiar encima de la mesa, en cuanto venga la policía no tendremos tiempo de recogerlo". Vino la policía y se encontró los platillos de la balanza, la mesa y la cocina cubierta de polvo blanco. Viendo las fotos distribuidas a la prensa he pensado automáticamente en la escena: una caja de cartón con bolsas de sangre utilizadas, viales y jeringuillas, mientras en la nevera se guardaba el resto de mercancía y las máquinas estaban a punto. Con las manos en la masa, que se dice en el argot.

La mayor novedad en la "Operación Puerto" ha sido la difusión del vídeo promocional de la Guardia Civil, donde se ven algunas referencias en las bolsas de sangre ("Biella", "Klaus", bien podrían ser referencias a la nacionalidad de los donantes anónimos) y un planning de la temporada de un deportista, con un "Campeonato de Europa" destacado. Las noticias que aparecen en la prensa aportan poco, o nada. El País es una mezcla de refritos (que el despacho de Moreno Batrés, el hematólogo, era un nodo europeo, algo ya publicado hace tres meses) y basura pura y dura. La más escalofriante es una frase al final del penúltimo párrafo, donde se dice citando fuente anónima que "entre las 200 fichas de ciclistas encontradas, están la mayor parte de la élite española, salvo Alejandro Valverde". Nadar y salvar la ropa: están todos, menos el sucesor, el elegido, el divino, el fenómeno. Como si eso paliase la magnitud del escándalo.

En fin. Habrá que sacar la bola de cristal y ir intuyendo los siguientes pasos. Empecemos por los más evidentes: a medida que se vayan cotejando las bolsas con las grabaciones de los corredores que entraban en la clínica de la c/Zurbano, asistiremos a espectáculos públicos de dolor y compungimiento, incluso de negación de la evidencia. El Tour, en aplicación del código ético del ProTour, no invitará a Liberty y Comunitat Valenciana. Habrá algún arrepentido, si es que no lo ha habido ya (las grabaciones empezaron hace cuatro meses, justo cuando salió la resolución de Heras). Manolo Saiz hará una rueda de prensa y llorará y moqueará, una de sus especialidades, al mismo tiempo que conjuga sus palabras favoritas: "familia" y "grupo". Como en "Uno de los nuestros", vamos.

Ayer en Processo alla tappa, el programa tipo Salsa Rosa que sigue a la retransmisión de la etapa en la RAI, se lanzaron durísimas insinuaciones sobre Quique Gutiérrez, bastante peores de las que yo estoy soltando desde hace semanas sobre el Phonak en conjunto. El ambiente era gélido, como el día, y sólo uno de los tertulianos salió en defensa del de Vinaleza. Argumentó, con mucha razón, que de momento el corredor sólo ha afrontado un puerto de verdad (el San Carlo, se supone) y que veremos como mueve sus ochenta kilos en etapas con gran desnivel total como las del viernes o la del sábado, que son las que peor llevan los culogordos. En Italia hay miedo. Ayer no se comentó niente di niente ni sobre cómo unos seguidores de Simoni cortaron el paso a Quique en el último km (¿los mismos que provocaron a Belli en 2002?) ni porqué Basso no disputó esa farsa de sprint. ¿Mi teoría? Desean que Simoni sea segundo por lo que pueda pasar, aunque viendo como está el panorama le basta con ser tercero.

24 mayo, 2006

Manchados de sangre


Ajenos a la redada antidoping sucedida en España, los corredores de la caravana del Giro tomaron la salida hoy. Sólo hubo dos ausencias: Gontchar, magullado por las heridas sufridas hace unos días, y Scarponi, corredor del Liberty. El italiano, que quedó en el ojo del huracán tras el positivo por EPO de Heras (aquella etapa de Pajares a tope, entrando cuarto tras tirar casi todo el puerto), ha decidido abandonar por unas fiebres. Había hecho alguna etapa buena en la carrera, pero lejos del nivel de la Vuelta. Ni la carrera ha perdido gran cosa ni el se ha perdido nada.

Porque la etapa vivida ayer en el Giro se veía venir. El mal tiempo ha convertido la etapa de circo-cross de Plan de Corones en otro tipo de circo, el de los profesionales disputando una prueba más propia del calendario aficionado: 120 km y un puerto final, el no muy impegnativo Paso Furcia, anulados el Paso delle Erbe y la pista forestal con la que se pretendía prolongar el tramo final de la etapa. Ha vuelto a ganar Piepoli, que se fue por delante con Basso. La maglia rosa no ha disputado el sprint. Curioso: en 24 horas ha pasado de querer ganarlo todo porque "he ganado poco" a ejercer de dadivoso patrón de la carrera, a imagen y semejanza de Induráin. Un desenlace justo para una etapa de chiste, y lo que queda por venir: el Gavia, ya de por sí difícilmente transitable (¿alguien se acuerda de las paredes de hielo en el 2004, cuando iba fugado Garzelli?), seguramente también sea anulado en la etapa del sábado. En todo caso, la publicidad de la Rai no deja de repetir è un gran bel Giro, porque a la mil y una vez acaba siendo verdad.

Quique Gutiérrez ha sido tercero a 15" (1´30" menos de lo que perdía en la cima del San Carlo ante los mismos corredores, reflejo de que el Giro no es más duro) y hasta el décimo puesto han estado todos en un minuto. Batalla terrible, como imaginan. El ataque ha sido a falta de tres km. para meta...Simoni ya es tercero de la general y mañana habrá una etapa preciosa a través de los Alpes Julianos, de esas propicias para escapadas. Así las cosas, el mayor interés está en la crónica judicial, hábilmente silenciada en Italia: la Gazzetta dello Sport, el diario organizador de la carrera, apenas menta la noche en el calabozo de la banda de la hemotransfusión, no vaya a ser que un Guarinello de turno (el fiscal de Turín que investigó parte del dóping de Pantani) se le ocurra repetir los sucesos de Madonna di Campiglio 1999.
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El periódico que hace unos días manipulaba una foto (descontextualizándola y haciéndola pasar como testimonio directo) para poder plasmar el hundimiento de un capricho de 18 millones de euros, dedica hoy una portada de antología a su impecable colección de desatinos: aquella de "Moro, plata, bronce" cuando El Guerrouj ganó la final de 1.500 m. en el Mundial de atletismo a Cacho y Estévez en 1997, por ejemplo. Ya dentro, hay que ir tapando la nariz para leer las piezas sueltas sobre Saiz, gran amigo de Josu Garai. Este periodista se regodeaba en ir encontrando las contradicciones del relato de Jesús Manzano, un poco porque las hizo a la competencia, un mucho porque siempre ha sido el mayor defensor del "modelo ONCE". ¡Ay, qué frágil es la amistad!.

Tampoco va muy a la zaga El País, donde Carlos Arribas lanza un puñetazo al triunfo de Mauri en la Vuelta de 1991, auténtico lugar sagrado de la mitología oncista. Ya saben: Mauri primero, Lejarreta tercero, Peio cuarto, el maillot amarillo desde la primera etapa saltando caprichosamente entre todos los integrantes de la gran familia amarilla. Curioso que el periodista tenga a bien decirlo 15 años después, ¿miedo a que le pase lo mismo que al humilde redactor de Meta 2000 que publicó lo de las bielas? Ahhhh, cúantos se desesmascaran. Y los que quedan, a pesar de este titular. ¿Escepticismo? ¡Qué palabra tan bonita cuando se no se quiere decir omertà!

En resumen: se sabe poco más que ayer porque las operaciones las lleva la UCO, una unidad de la Guardia Civil con la que los periodistas deportivos tienen poquísimo trato (portada del Marca, arriba: "La Guardia Civil irrumpe en el ciclismo", falta el golpe en la puerta). Manolo Sáiz ha sido puesto en libertad, pero se sabe que fue detenido con 60.000 euros en efectivo y con una bolsa de productos dopantes. Curiosamente, hoy tenía previsto iniciar un stage en los Pirineos con los corredores de punta para el Tour. Para reconocer las etapas y para alguna sesión de hemodiálisis. En cuanto a Basso, ha afirmado que Cecchini es "un buen médico, mi compatriota y excelente persona", justo lo mismo que Armstrong decía de Ferrari, y que "es demasiado atrevido decir que los médicos de su entorno han llevado mi preparación". Claro, es mucho más fácil creer que lo ha hecho Rijs, ese médico con Masters en Harvard.

23 mayo, 2006

"Pregunta antes de escribir"

El protagonista del día era Ivan Basso, tras una exhibición que no tiene lógica con su trayectoria deportiva. Sin embargo, mediada la tarde, la UCO de la Guardia Civil ejecutaba la primera operación antidoping digna de tal nombre que se ha realizado nunca en España. El deporte golpeado, como siempre, el ciclismo. Y del puñetazo a los titulares, los mismos que no se mereció Valverde ni Quique Gutiérrez por sus éxitos deportivos. Mientras tanto, en Italia se desarrolla el "mayor escándalo de la historia del deporte" (acertada y difícil de rebatir definición del magnífico corresponsal de El País, Enric González), en medio del silencio de todos, absolutamente todos los medios deportivos españoles. Mañana tendrán carnaza, y mucho más cercana, porque los buitres y las hienas siempre merodean. Y ya verán al final del post cómo se relacionan todos los elementos.

Resulta que se subía el Monte Bondone y pasó lo que pasó: el más fuerte de la carrera impuso su ley, pero una ley tiránica y ajena a toda lógica. Basso, que ostenta un nivel de forma muy superior a la temporada anterior (tras Courchevel, no sacó ventaja en montaña a ninguno de los favoritos, a pesar de intentarlo; y en el Giro, las diferencias eran de 1´ como mucho) ejerce de Pantani poseído, ese mismo corredor que machacaba y humillaba a sus rivales en el Giro 1999. El italiano tranquilo se justifica diciendo "he ganado tan poco en mi carrera que tengo que aprovechar mis oportunidades". Muy bien. Sin embargo, el que haya visto la etapa puede comprobar que no se ha limitado a ganar, ha ido a tope sacando las mayores diferencias posibles. Él, un corredor que decía que iba a seguir el modelo Induráin. Él, un corredor que en teoría tiene en mente el Tour. Que no le pase como a Rominger, que machacó sin lógica en el Giro 95 y después acabó abandonando en una etapa de llano en el Tour, incapaz de seguir el ritmo del pelotón. O como a Pantani.

¿Merece la pena citar las diferencias? Simoni a 1´26", Quique y Piepoli a 1´37", Savoldelli a 3´27", Cunego a 4´37". Ojo, se subía el Bondone, que no es Alpe D´Huez, y se ha subido con una media ridícula de 34´5 km/h, a galaxias de los escalofríantes 40´3 km/h de La Thuile. Daba igual. Una vez más, asistimos al espectáculo de un ciclista que flota sobre todos los demás, como si estos no se hubiesen entrenado, como si todos fuésemos tontos y no hubiesemos aprendido. A tragar, a tragar todos, y cada día a inventarse un titular nuevo donde la palabras "histórico", "sensacional" o "increíble" campan a sus anchas.

En uno de los primeros post de este blog se comentaba lo que iba a cambiar el ciclismo con la nueva ley del dopaje. Curiosamente, a los pocos días Eufemiano Fuentes anunciaba que se había desvinculado del ciclismo. Se iba a actuar contra el entorno, y no sólo contra el ciclista, muñeco de trapo cuyo ejemplo más vivo es Roberto Heras. Hoy han caído el ginecólogo canario, Manolo Saiz, Labarta del Comunitat Valenciana y otros dos peleles. Los próximos días oíremos hablar, en buena lógica, de Walter Viru, Yolanda Fuentes -la hermanísima-, algún periodista sagaz recordará las bielas de Ángel Casero y saldrán nombres de ciclistas. Tantos y tantos, algunos insospechados.

Como buen comercial -hace tiempo que delegó sus funciones medicodruídicas en los ayudantes- Eufemiano tenía en su lista de clientes su bien más preciado. Se oía, se hablaba, se comentaba, se callaba. "A este lo lleva el druida, va como una moto", y todo el mundo a pedir consulta. Aquí empieza a cerrarse el círculo. El otro día Basso se puso un poco nervioso en una rueda de prensa. A un periodista que le preguntó sobre su relación con el médico Luigi Cecchini, Basso le espetó que había roto con él hace meses y que ahora su entrenador personal era Rijs, "que sabe mucho de todo esto". Y tanto, Rijs es el mayor ejemplo de donde se puede llegar con dopaje: de gregario a ganador del Tour, y sin victorias intermedias. "Pregunta antes de escribir", remachó Basso ante el periodista.

Y se cierra el círculo. Yo, que intento seguir una lógica de rigor y respeto en este modesto blog -y vuestra fidelidad es la mejor garantía-, también me beneficio de que puedo escribir cosas que otros medios no hacen. Algunos se han hecho eco esta tarde de que Eufemiano trataba al CSC, sin atreverse a lanzarse a la piscina. Y yo les pregunto: ¿qué ha pasado todas las anteriores veces que un corredor se movía en otro plano respecto al resto de compañeros? ¿Qué fue de Hamilton, de Santi Pérez, de Iban Mayo, de Roberto Heras?. "Pregunta antes de escribir". Y un cuerno, y menos si lo pides tú.
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Sacado de El País: "En uno de los apartamentos vinculados a este médico, por ejemplo, la Guardia Civil se ha incautado de un millar de dosis de anabolizantes, esteroides y hormonas, además de un centenar de bolsas de sangre, productos para manipularla, máquinas para congelarla y material para hacer transfusiones".

22 mayo, 2006

¿Es tan duro este Giro?

Fue presentarse el Giro el pasado noviembre y abrirse la caja de los truenos. Los adjetivos telúricos corrieron a diestro y siniestro: "Giro terrible, carrera asesina, puertos de espanto". Venga, que no es para tanto. Para muestra, las dos últimas etapas. Siguiendo el Giro de homenajes, el domingo se subió el San Bernardo y el Simplón. El primero ya no es el de los tiempos míticos, y desde hace algunos años un túnel salva los últimos kilómetros -si, los más duros- a cota 1.800. Encima, se subió de salida. Tras un agradable paseo por el valle del Ródano y sus viñedos, lo que queda del Simplón es una gran autovía con la pendiente muy, muy suavizada para que los camiones puedan transitar cuando se cierra el túnel del Monte Blanco (cuatro años cerrado por un incendio que mató a 39 personas) o el Gothardo, que cualquier día los suizos lo cierran. Mísmamente, cuando tengan a punto su tren de alta velocidad que atraviesa todos los Alpes (¿2012?): habrá que pagarlo, no como el actual túnel por el que pasa todo el que quiere. Y gratis. Fue coronar y ¡cuarenta km! de bajada hasta la meta. Por cierto, ningún ataque en el grupo de favoritos.

En fin. La escapada de salida llegó a meta con una combinación de corredores de medio pelo y corredores con aspiraciones, futuras o frustadas. Ojito, dos Phonak que siempre van a cola del pelotón entre los fugados: Tschopp y Zampieri. Quizás lo más importante fuese que Sandy Casar se pone sexto de la general y que la etapa se decidió en un mano a mano entre Fran Pérez y Laverde, un colombiano del que se llevan años hablando maravillas, y que su única victoria vino en la Settimana Internazionale de 2003 cuando pensaba que habían entrado otros corredores por delante. Ayer ejerció de depredador, aprovechando hábilmente la necesidad de vindicarse del murciano. Tiró como nunca y, cuando llegó el sprint, se abrió de piernas. Inteligente el comentario de Perico: "Nunca se sabe que hacer en estas situaciones". Lo dice él, que en el Tour de 1992 llevó en volandas a una victoria de etapa a Jaermann. Ni un relevo le dió el suizo, más contento que una cuenta secreta.

Y hoy, más de lo mismo. Una etapa que más llana no se puede, con Bettini ganando al sprint por media rueda a los terroríficos rivales Pollack, Forster, Richeze, Guidi -que tiene 30 años en cada pierna-, Duque y Loddo, que vivirían como un éxito ser undécimos en un sprint del Tour. Y encima lanzado por un Millran que sigue buscando a su autor, como en la obra de Pirandello. Bettini, que de teatro sabe mucho, dice solemne en meta, refocilándose en su éxito de pacotilla (tras ser batido en la misma carrera por Schumacher o McEwen, corredores de otro nivel): "En Milán decidiré el futuro de mi carrera deportiva". Tiembla, pelotón. Con 32 años Bettini todavía se siente capaz de dar grandes golpes. Como si el gran golpe a esa banca pública que el T-Mobile no fuese suficiente. En fin, dos jornadas de semi-descanso para un pelotón que mañana subirá el Bondone, un homenaje pensado para Gaul y su exhibición del Giro 56. Lástima que mañana falte la nieve y los protagonistas de entonces, así le hubiesen puesto la victoria a Simoni más difícil. Y ya verán como el Bondone no es para tanto, pero al menos algo más que el circo-cross (patento esta expresión desde hoy para este tipo de etapas) de Plan de Corones del miércoles: 133 km. de etapa...¡uh, qué miedo!
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En la Volta a Cataluña victoria final para Cañada, un tipo bastante humilde en sus comentarios y que se ha ganado su éxito, porque al menos se metió en la fuga justa -por ambiciosa- al día siguiente de la escabechina de Castaño en Arcalís. Botero, que ya perdió la oportunidad de ganar el Dauphiné por un puñado de segundos ante Landaluze (no es lo mismo que perderlo, ya que nunca fue líder de las carreras) se ha tenido que conformar con el amargor de ser segundo. Y por dos míseros segundos. El aragonés Cañada, que el año pasado se metió en la primera escapada del Tour de Francia para ver como Voeckler le sprintaba por un puerto de cuarta categoría, ha conseguido la mejor victoria de su errática trayectoria y se merece todos los honores.

La última etapa de la Volta fue todo un acierto. Los organizadores consiguieron llevar este año el final a la Plaza de Cataluña y ver el espectáculo de una ciudad chispeante y vibrante como Barcelona desde el cielo, con mucha gente viendo la carrera desde su paso por Badalona, compensa en cierta medida el amargor de los días anteriores. Desde la entrada por los nuevos viales del Fórum, el adelantamiento del lentísimo Trambaix (hasta en patinete se puede), el espectacular géiser congelado de la Torre Agbar, la Plaza de Gloriès (uno de los mejores legados de las Olimpiadas) y la entrada directa en L`Eixample, magníficado por las tomas aéreas, hicieron que el espectáculo estuviese en el contexto y no en el buen sprint de Bennati, un corredor que tenía que haber estado en el Giro. Y qué bonito es ver llegar el ciclismo a grandes ciudades, más si son de la belleza y los encantos indiscutibles de Barcelona.

20 mayo, 2006

Agua, frío, montaña: Basso

Todos los ciclistas italianos conocen el San Carlo, a pesar de que la última vez que se subió en competición profesional fue en 1972. El puerto, una golosidad para cualquier escalador, es una cita fija de la que hoy por hoy es la prueba para aficionados más competida del mundo, el Tour del Valle de Aosta. Duro a nivel del Joux-Plane, el que corona gana, y Leonardo Piepoli ha aprovechado la ocasión para obtener una de sus mejores victorias. ¿El resto de corredores? Apagón generalizado, salvo en Basso y Quique Gutiérrez.

La escapada que ha devorado el falso llano que lleva a la región autónoma italiana sólo contaba con un elemento de peligro, Marzio Bruseghin. Aún así, el CSC no dejado ningún atisbo de esperanza y los han neutralizado poco antes de empezar el temido San Carlo. Las primeras rampas, las más duras, han producido una escabechina en el pelotón, sometido al fuerte ritmo de Cuesta y Sastre. La lluvia y, de nuevo, la impresionante media (40´3 km/h en meta) ha fundido a todos los escaladores. Rujano inició las hostilidades, pero todavía estaba Sastre para reintegrarlo. Al poco se perdió la imagen y tuvimos que imaginarnos el resto de la subida; al parecer, Basso ha atacado y sólo le han podido seguir el ritmo Piepoli y Simoni. El doble ganador del Giro se quedó poco después y para cuando volvió la imagen pudimos ver a una maglia rosa subiendo a un ritmo impresionante con Piepoli cómodamente a rueda.

Las diferencias con el resto de favoritos en la salida de Seraing eran de puerto al nivel del Galibier o el Mortirolo: minutos y minutos, salvo con la extraña pareja Quique Gutiérrez-Simoni. El amarillo no colaboraba y el valenciano ha hecho una increíble subida de menos a más, a pesar de pasar por la cima a 1´45" del fenómeno italiano. Éste se ha dejado llevar en la bajada, ante el riesgo de caída, y Piepoli ha volado en solitario hacia la victoria. Con 34 años, el corredor natural de la nada ciclista región de Apulia (en la imaginaria bota que es Italia, el tobillo y el tacón), ha conseguido lo que llevaba persiguiendo desde sus tiempos en el Refin de mitad de los noventa: una victoria en el Giro de Italia, y encima lloviendo y con frío. En sus cinco años en el Banesto no le llevaron jamás a una grande por su fama de corredor frágil y que acusaba los cambios de temperatura, y lo convirtieron en un JC Domínguez de bolsillo: vueltas a Burgos, Aragón, Castilla-León. Desde que está en el Saunier ha ganado en la Vuelta y en el Giro, además de hacer segundo en la Volta.

Savoldelli, que perdía una salvajada en la cima, ha usado su maravilloso descenso para perder apenas 2´30" en meta y se coloca tercero, seguido de Belli, Simoni y Pellizotti. Cunego está a 9´y Di Luca a 10´30". El que ha pasado de todo ha sido Rujano: a falta de 3 km. para meta se ha bajado de la bicicleta y se la ha dado a Gianni Savio. ¿Celos porque Belli iba por delante y no le ha ayudado? ¿Consejo de Lefevre? ¿La rabia de ver que no anda como el año pasado? Chi lo sà, chi lo sà, pero bajarse de la bici es el peor gesto de un profesional: que tenga suerte en encontrar equipo cuando Lefevre le aplique la receta Mercado/Pecharromán. Quique Gutiérrez está a 3´30" de Basso, y con 2´sobre Savoldelli. ¿Debe asegurar el segundo puesto o soñar con lo imposible?
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Quien ya no puede soñar más es Carlos Castaño. No ha podido seguir el ritmo de los mejores en la subida al Alto de San Grau y se ha visto condenado a una persecución esteril que le ha llevado a entrar en meta con 5´ de retraso. Por delante, 50 corredores incluyendo a muchos sprinters. Un desfondamiento absoluto. El nuevo líder es Cañada, pero con sólo 2" sobre Botero y 8" sobre Moreau. Aunque el aragonés, antigua joya del Once y el Mapei, luego perdido en lesiones y afecciones cardíacas, ha mostrado un excelente nivel de forma, tanto el Phonak como el AG2R van a intentar desbancarle del suculento premio que supone la victoria final en la Volta.

La etapa ha sido para el semidesconocido corredor del Liquigas Mugerli, que ha atacado a falta de un kilómetro, cuando los escapados han neutralizado a un Pereiro que crece a ojos vista. El esloveno ha tirado recto y, sin mirar en un sólo momento hacia atrás -algo excepcional, mucha sangre fría- ha conseguido llegar con 1" de ventaja sobre Hushovd y su compañero Quinziato. Mañana se llega a Barcelona en una etapa de sólo 120 km., con un puerto de segunda a 20 km. de meta. Veremos si el Phonak sabe jugar bien la baza de tener a Hesjedal cuarto a sólo 35".
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Ha salido la sentencia del caso Ochoa. No he hablado nunca antes el blog de este tema porque toca muchos asuntos que escapan al ciclismo, pero en cuanto haya un vacío en la competición haré un post monográfico.

19 mayo, 2006

La etapa nuestra de cada año

Cumpliendo una inveterada tradición del ciclismo patrio, Joan Horrach ha ganado una etapa del Giro de Italia, un hecho que se sucede año tras año en la gran carrera por etapas. Sin quitarle ningún mérito al ciclista mallorquín, que está en el equipo como parte de la cuota étnica del antiguo patrocinador, la relativa fácil periocidad de este tipo de victorias tiene que llevar a reflexionar sobre por qué teniendo a grandes corredores para la clasificación final todos van al Tour. Indurain seguirá siendo por bastantes años más el único español que ha ganado el Giro. Mientras tanto, bienvenidas sean todas las etapas.

La escapada del día se formó a los 10 km. de la salida, justo en el momento en que se producía una grave caída en el pelotón; esta ha tenido como consecuencia el abandono de Laiseka, que estaba en buena forma, y que Gontchar entrase en meta con 10´ de retraso: una gran desgracia para el ucraniano, que era un firme candidato al podio final. Por delante no iba ningún corredor que pudiese inquietar a Basso, y así todos se dejaron llevar por el paisaje de una de las zonas más bonitas de Italia: Livorno, Pisa, Viareggio (una especie de Benidorm de los años 30), Carrara y los Alpes Apuanos siempre blancos por el mármol, el golfo de La Spezia y de cabeza a Le Cinque Terre. Mientras el helicóptero y el realizador se divertían en las espectaculares tomas de Vernazza y otras maravillas, por delante empezaban las hostilidades.

Emmanuelle Sella, el diminuto escalador del Panaria y el principal beneficiado de cara a la general por la escapada, tenía un compañero trabajando para él, y la ventaja de la escapada alcanzó los siete minutos a la altura de Levanto (30 km. para meta). Una salvajada sólo explicable porque el CSC, tanto en la Volta como en el Giro, en cuanto puede se escaquea de sus funciones de control de la carrera. Cosas de Rijs, pero si no llega a ser por el ataque de Di Luca, las ventajas en meta hubiesen sido mayúsculas. Sella y el activo Mori tomaron algo de ventaja bajando el Paso del Bracco, pero con unas caídas de juvenil (la carretera no era peligrosa, únicamente técnica: nadie en el pelotón de los favoritos se cayó) por partida doble reagruparon a los escapados. En medio de ataques sin mucha entidad (Belli, el último representante de la generación de 1970) Horrach realiza un contrapié a falta de medio km. que le da su mejor victoria.

La cuota étnica de mallorquines ha acallado con victorias cualquier malidicencia: Reynés en Paris-Niza 2005, la prodigiosa primavera de Colom o esta última muesca de Horrach son buena prueba. Este último vivió momentos de gloria en Portugal y la Vuelta a Asturias enrolado en el sospechosísimo Maia del EPO a Bernabeu y Fran Pérez, y desde entonces, como tantas veces pasa, no ha vuelto a alcanzar ese nivel. Una bonita victoria que justifica una vida profesional. El pelotón entró a 7´encabezado -cómo no- por Bettini y ahora Sella es 4º en la general, Belli 5º y Beltrán 7º. Genial por el CSC: ahora van a tener que controlar en la montaña a un nuevo corredor del Discovery.
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En la Volta mi titular espectacular del otro día ha quedado más anticuado que el cambio eléctrico. Tercera etapa consecutiva para un equipo no ProTour, el Andalucía Paul Versán que repite con García Quesada. Mientras el hermano mayor y mejor está corriendo la trepidante Carrera de la Paz tras apostar mal con el Unibet (ligera ironía sutil), Adolfo ha incremento su ya apreciable palmarés batiendo al sprint a sus compañeros de escapada Arroyo, Eladio Jiménez y Cañada, que se pone segundo en la general.

El Kaiku ha sufrido para mantener la carrera: ha habido escapadas con Mancebo, Moreau, Menchov, Plaza, Leipheimer...pero todo ha entrado dentro de las coordenadas. En los últimos km. se han ido al suelo Cañada, Botero y Mancebo, como si una extraña maldición afectase a los que intentan atacar al líder. El peor parado ha sido el sospechosamente en forma Hunter, que se ha retirado con la clavícula rota. Mañana habrá más movimiento: por muy devaluada que esté, la Volta a Cataluña sigue siendo la mejor joya del palmarés para todos sus pretendientes.

18 mayo, 2006

Dedicado a Bjarne Rijs

Jan Ullrich ha ganado arrasando la crono del Giro de Italia. Es su primera victoria en mayo desde hace muchos años y se convierte en uno de los pocos corredores no sprinters que gana en las tres grandes. Si hace unos días nos maravillabamos al ver como Gontchar era el corredor que lucía la maglia rosa con más años de diferencia -ocho, entre 1998 y 2006-, ¿qué decir de Jan Ullrich, que ganaba su primera crono en el Tour hace diez años?.

Pues nada más que lo evidente: es un corredor que es historia viva del ciclismo, por mucho que pese a la gran mayoría de los "entendidos" y su gozo en enterrarlo prematuramente. El último de ellos, Bjarne Rijs. Sus insultos de hace un mes provocaron un post ligeramente elegiático hacia la figura de Jan Ullrich, más que nada porque el resto de los medios dieron una cobertura especial a lo que era pura calumnia e insultos. Bien, pues Jan Ullrich le ha ganado la crono a Basso por 28". No es un mundo, pero si consideramos la distancia, la teórica baja forma del alemán y el hecho de que Basso jamás le ha metido tiempo en esta modalidad al único vencedor del Tour en activo, el danés ex-amigo se ha tragado las palabras.

Ullrich, como tantas otras veces, corría contra sí mismo y no por la general. Ésta ha sido guillotinada por Basso, que ha enviado a todos los escaladores a una distancia que sólo la fantasía y los ataques desde lejos podrán enjuagar: 7´ minutos a Cunego (doblado), Simoni y DiLuca, 9´30" a Rujano. El único que ha salvado los papeles ha sido Savoldelli, que ha perdido 1" por km. ante el corredor del CSC. Ahora es 4º a 3´26", seguido de su compañero Danielson a 5´38". El Discovery tiene una pareja peligrosa para jugar en la montaña, situación que se repite con el Phonak (Gutiérrez, espléndido, sigue 2º a 2´48" y V.H Peña 7º a 6´54") y un poco con el Liquigas de Pellizzoti y Di Luca. Pero hay que ser realistas: estos corredores se limitarán a aspirar a los otros dos cajones del podio, como suele pasar en estos casos. Y si intentan algo contra Basso, saben que primero tienen que eliminar a Sastre, Gustov, Voigt y Cuesta.

En la crono han pasado algunas cosas raras. Pinotti, un corredor que es campeón de Italia CRI porque el último corredor transalpino que se defendía bien en la disciplina fue Gianni Bugno -Frigo no cuenta, por razones obvias-, y que jamás ha obtenido un puesto reseñable en una crono seria, ha sido tercero. Y Marc Wauters, el magnífico corredor belga que se retira este año, ha marcado los mejores tiempos en los puntos intermedios 14 y 28....para después ser en meta 17º a 3´02": se le suponía la experiencia para saber regular en la crono, pero ha salido como un juvenil ante el primer puerto de una carrera. Y por último, un comentario malicioso: si en el Giro de 1996 o el de 2001 le hubiesen puesto una crono así a Olano -recta, viento de cara, 50 km-, el vasco hubiese ganado ambas carreras. Claro que en esos años los escaladores perdían medio minuto como mucho, cuando no sacaban tiempo ¡ay, cuanta exageración y que inocentes éramos!
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Primer párrafo de la crónica de la Cadena Ser y otros medios que reproducen agencias: "Ullrich, que con este triunfo se saca la espina de su flojo comienzo, dio la impresión de viajar en una moto Vespa, claro esta de los últimos modelos, en lugar de una bicicleta, pues en los 50 kilómetros invirtió 58 minutos y 48 segundos lo que significa una velocidad media de 58,48 kilómetros por hora". Jesús, Jesús, ya no saben ni sacar la velocidad media. Ha utilizado una base 100 como si fuese un tanto por ciento....Siguiendo con la poco original metáfora, el periodista ha escrito la crónica más pasado que la moto de un jipi.
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La Volta a Cataluña prosigue su penoso itinerario, entre la indiferencia de los medios. Algo de culpa tendrán los organizadores al programar la etapa de montaña coincidiendo con la crono del Giro, pero la catastrófica retransmisión de TVE es de recochineo: ayer se comieron los últimos siete km, prácticamente vimos la meta. Hasta la ponderosa Vanguardia pasa de la carrera...¡buf!En Arcalís ha ganado Carlos Castaño, un menudo corredor que saltó del grupo de los favoritos en el inicio de la ascensión y fue superando uno a uno a todos los fugados, una exhibición francamente impresionante que nos tenemos que imaginar.

El favorito entre los escapados era Moreau, un corredor que le está cogiendo gusto a lo de irse por delante, especialmente en etapas de montaña. Había coronado todos los puertos previos con superioridad sobre el francés Di Gregorio, Serrano del Kaiku y Landaluze, que ha vuelto a la competición en esta carrera. Tras acumular hasta ¡20! minutos de ventaja en los larguísimos 160 km. de llano, el primer puerto se afrontó con 12´. Como muestra del ritmo vivo del pelotón, en la base de Arcalís la ventaja era todavía de 6´....parecía imposible recortar, pero el prácticamente semidesconocido Castaño atacó con De La Fuente a falta de 15 km, en los primeros compases de la subida, y al final ha obtenido unas ventajas que le pueden dar la Volta.

Sus mayores rivales serán los increíblemente en forma (ustedes ya me entienden) Phonak, que con Botero segundo a 1´18" y el conocido en su casa -y a la hora de comer- Hesjedal (4º, a 1´51", hoy ha metido tiempo a todos los favoritos) le darán batalla. Quedan tres etapas relativamente sencillas, pero el modesto Kaiku se va a tener que defender como Landaluze el año pasado en el Dauphiné: donde no lleguen los propios corredores, que lleguen las alianzas. En todo caso, ver los 20 primeros clasificados de la general y echarse las manos a la cabeza es todo uno.

17 mayo, 2006

Como poco, un milagro

Lo vivido ayer en la Volta a Catalunya ha sido un hecho insólito. La etapa era el típico escaparate publicitario para vender las bondades de la costa, algo normal en la primera región española por número de visitas turísticas. Una Cambrils-Cambrils subiendo puertos que parecían duros, pero que en el caso de la Teixeta eran de 54x14, con los ciclistas frenando en las curvas. Los cuatro fugados de la jornada se fugaron en la primera subida a este puerto, e hicieron un gran camino ante la inoperancia del CSC, que se escaqueó de sus funciones de control de la carrera.

Llegaron a tener 11´ de ventaja, que fue bajando poco a poco. Los datos que vienen ahora los he ido sacando de cyclingnews.com, porque como muy bien apunta nickLeon en los comentarios del post de ayer, la labor de los comentaristas de TVE fue inexistente. Coronaron por segunda vez Teixeta con 5´42". Y quedaban 30 km. para meta. Por detrás alguien debió pensar que quedaba tiempo para ganar la etapa y el Lampre o el Millran empezaron a dar poderosos relevos. La ventaja fue decreciendo, y ya sólo quedaban dos corredores en cabeza. A 20 km. para Cambrils la ventaja era de 4´. Si el pelotón les hubiese alcanzado, hubiese sido una remontada de antología.

Jose Alberto Benítez (Saunier Duval) y Luis Pérez (Andalucía-Paul Versan) siguieron haciendo camino, con un emotivo estrechamiento de manos tipo "hasta el final". No fue así, porque el altísimo corredor -que no tiene nada que ver con el madrileño instalado cómodamente en el Cofidis- del equipo andaluz atacó a falta de pocos kms. a meta, cuando se sentía llegar el pelotón, ayudado por esos recorridos mata-fugas, siempre por autovías y grandes carreteras. Con un pedaleo a veces ágil, a veces un poco remando, consiguió llegar a meta con 12" de ventaja. ¿Dónde está el hecho insólito? Bueno, pues que es la primera victoria en lo que va de temporada de un equipo que no es ProTour en la selecta liga de la UCI. Y es un equipo pobre, pobre.

El año pasado hubo once victorias similares, cinco de ellas en el Giro (Selle Italia y Panaria) y tres en la Vuelta (Comunitat Valenciana), por sólo dos en el resto de carreras, teóricamente más asequibles (Mr. Bookmaker y AG2R). Un equipo como el Andalucía-Paul Versan sólo podía optar en el mundo de los sueños a una victoria de este tipo, y eso que este año los ProTour están vendiendo la piel (aún) más cara. Como poco, un milagro: por cómo ha ganado, para quien ha ganado y a quien ha ganado (Gálvez y Hushvod en singular, todo el pelotón en general). Una gran victoria de Luis Pérez, si señor.
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Victoria en el Giro para el buen corredor Franco Pellizotti. Apuntaba a estrella de joven, sobre todo cuando acabó 9º en el Giro 2003, pero después se ha ido estancando en sus buenas dotes de escalador con punta de velocidad. Preparó a tope el inicio de la temporada pasada y obtuvo buenos puestos y una victoria menor. Este año ha ido un poco más tranquilo y ha conquistado una etapa en el Giro.

Se pone cuarto en la general gracias a la escapada de 18 hombres, que llegó con más de 3´a Peschici. Con representantes de todos los grandes equipos, menos esa casa de tócameroque que es el Quick Step, hicieron camino con facilidad, ayudados por unas carreteres estrechísimas y preciosas. En el sprint en cuesta no tuvo problemas para fulminar a Efimkin (iba con otros tres compañeros de equipo, Unzué ha leído la cartilla) y al resto de fugados, ya que el único que ofreció resistencia fue Axel Merckx. El del Phonak, confirmando la excelente puesta a punto de todo su equipo, atacó a falta de 15 km. y iba tan fuerte que parecía que iba a ganar, pero el Caisse d´Eparge llevaba demasiadas unidades en la fuga...aún así, se presentó en el último km. con 10" de ventaja, algo digno de un Nidjam, un Tchilm o un Ekimov de los mejores momentos. No precisamente de Merckx, un corredor que siempre lo intenta pero casi nunca lo consigue. Y si no llega a ser por los Unzue´s boys....

En fin, como el Giro lo ha diseñado una persona que nunca se ha montado en una bici (enésima vez que repito este soniquete) hoy descanso; no justificado por la dureza de las etapas previas, sino por el desplazamiento hasta Toscana. Y mañana crono, para que los especialistas lleguen bien fresquitos: Julich, Ivan Gutiérrez, Rogers, Ullrich...McGee llega tarde, ya hizo las maletas hace unos días.

16 mayo, 2006

A Bettini ya le gana hasta Vaitkus


Etapa-chiste en el Giro de Italia. No sólo por el kilometraje, unos ridículos 129 km., o el hecho de que el TXT de la 1 (ese Internet para pobres) anunciase hasta bien entrada la tarde "que hoy era jornada de descanso"; no, no, que va. El auténtico payaso de la jornada, y ya acumula un buen número de muescas en su pistola de goma, ha sido Paolo Bettini. Ha perdido la etapa al sprint ante un joven lituano muy prometedor. La ha perdido y lo ha visto. Aunque el espectador no lo pudiese apreciar, los sprinters saben cuando han ganado y no tienen inconveniente en reconocer la victoria del rival. En la foto se ve perfectamente como el italiano de los maletines de dinero a Astarloa y el cierre a Cooke, entre otros éxitos, se da cuenta de la victoria. Como sabe que juega en casa y todavía cree que le robaron una etapa el año pasado, ha levantado los brazos, porsiacaso.

Afortunadamente, hace ya algunos años que los jurados internacionales no se dejan presionar por las prácticas mafiosas de los Provenzanos del pelotón. Y en todo caso, siempre queda la foto-finish, una prueba empírica a prueba de brazos alzados, por muy olímpicos que sean. El insufrible corredor había mandado tirar a Gárate en el puerto para cortar a McEwen (conseguido) y a falta de 5 km., cuando ya había buena velocidad de crucero con el T-Mobile y el Lampre. Como si fuese un castigo. Es más, al final de la etapa (se puede ver el vídeo en gazzetta.it) proclama que en la etapa de Peschici "habrá que meterse en la fuga o si no, toca tirar". Pobre Gárate. Ficha por el Quick Step y se encuentra con que ese equipo es una barraca de feria en cuanto acaba el pavés. Ayuda a Bettini en las Ardenas, a ver si se creaba feeling entre los dos, y se encuentra con la única relación que entiende el hombre que nunca pierde es la de vasallaje. Dicen que el T-Mobile ha ofrecido 2 millones al año. Lefevre ha dicho que no hará contraoferta. Considerando el largo historial de fichajes negros del conjunto alemán, nuevas muescas en la pistola de agua.

El ganador ha sido Vaitkus, un joven de 24 años que en Zolder fue Campeón del Mundo CRI sub-23, y que ya el año pasado apareció por este blog en un breve por sus buenos resultados. Su victoria es un sorpresón, pero nadie gana con su edad por casualidad. El sprint fue limpio y a batido por un estrecho margen a Bettini, Pollack y McEwen. Es la enésima vez en esta temporada que Bettini es superado por un corredor mucho más jóven (Nibali, Riccò, Schleck, Valverde), pero se niega a admitirlo. Declaraciones tras la etapa: "He levantado los brazos por nerviosismo. Vaitkus me ha cerrado ligeramente cuando le intentaba superar por las vallas, y he dudado". Ya, el famoso segundo de duda de Bettini. Siempre ese segundo.También el año pasado le llamé mafioso cuando, en vez de pasar por las vallas, cerró contra, y se armó un cierto revuelo. Lo repito y lo confirmo: Bettini es una calamidad para la armonía y el buen ambiente que siempre han caracterizado este deporte.
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En la Volta a Catalunya, la carrera más favorecida por el cambio del ProTour, victoria para Fabián Cancellara, uno de los mejores corredores del pelotón y favorito número uno para repetir victoria en el prólogo del Tour. La crono ha sido la típica de esas tierras: doble sentido, el público viendo el mar en la playa de Salou y conos de separación, con los riesgos que eso conlleva. No dejo de recordar la crono de la pasada Vuelta, con Heras haciéndose el listo y recortando en las curvas por el interior. Después se pasó de listo, y esto se quedó en mera anécdota. Segundo Karpets, que para mi es el Duque Blanco del Tour, y tercero la joven promesa del Discovery Brajkovik.

Sorprendente actuación del Phonak, situando entre los 20 primeros a 5 corredores, incluyendo el semidesconocido canadiense Hesjedal (mete tiempo a Dekker, Evans y Plaza). Mientras tanto, Landis prepara el Tour a lo Kenteris y Thanou las Olimpiadas de Grecia: sin competir, sin dar señales de vida por Europa. Viendo en lo que se ha convertido el ciclismo, metánlo en todas las quinielas, hasta que salte la tapa. A quienes le ha vuelto a saltar es al 3Molinos Resort. Hruska, que venía fresco de ganar en Alcobendas como nunca había hecho en sus cinco años con Manolo Sáiz, ha sido expulsado de carrera por superar el hematocrito. Y como quien no quiere la cosa, acabo hablando de dóping tres veces en dos párrafos. Por cierto, ¿no les resulta sospechoso que en lo que llevamos de temporada no haya habido ningún positivo?.

15 mayo, 2006

El Tour de Italia

La tendencia ya había quedado apuntada el año pasado. Entonces titulé el post como "El Giro se hace Tour" con motivo de la primera maglia rosa de Basso. Perdió la etapa ante Savoldelli en Zoldo Alto, pero ambos sentenciaron la general en el primer embite montañoso. Ayer pasó algo parecido, con un Basso más maduro y, sobre todo, con mejor equipo. El italiano ha ganado la etapa en solitario tras un gran trabajo, digno del Tour, de Carlos Sastre. El destrozo no ha sido tan grande como entonces, pero no deja de ser sintómatico: quien golpea primero, golpea mejor.

La carrera se ha disputado a una velocidad vertiginosa, nada menos que 42 km/h de media. El ritmo venía impuesto por una escapada semipeligrosa, donde el corredor más significativo era Bruseghin. El italiano empezó la ascensión con algunos segundos de ventaja, pero su supuesto movimiento táctico para Cunego no sirvió de mucho. El tempo de la ascensión fue dictado por Piepoli en un primer momento y después por Sastre. Faltaban entonces 9 km. para meta y el escalador abulense estuvo tirando durante 5 km. más, dejando en el camino a Gontchar, Savoldelli, Danielson, Di Luca y Rujano. El diminuto venezolano se recuperó y nada más enlazar se fue para delante. Impasible, según el más puro cánon Lance Armstrong, Sastre se volvió a estirar para su líder y neutralizó al corredor de Selle Italia.

Cuatro km. para meta y se produce el asalto de Cunego. Era el más esperado y atacó en el momento justo, el de la captura de Rujano. Envió a la pensión a Sastre y desveló las carencias de Simoni, tristemente encadenado al ritmo de Piepoli, un grandísimo escalador de la gran tradición italiana de Conti, Guerini o Vona: discreto, eficiente, longevísimo. A Basso no le costó grandes esfuerzos alcanzar a Cunego y después superarlo. Un bravísimo Quique Gutiérrez estuvo a punto de enlazar, pero no fue posible. De ahí a meta el líder del CSC adoptó su mejor postura de escalador, apretando los dientes y ejerciendo de patrón del Giro. A lo Armstrong. Quique Gutiérrez consiguió enlazar con Cunego y le disputó de tú a tú el sprint por la segunda plaza, a 30". No lo consiguió, pero ahora es segundo de la general a 1´34", 14" por delante del pequeño escalador del Lampre.

No son grandes diferencias, pero si significativas. Savoldelli es cuarto a 2´35", Di Luca a 2´48", Simoni a 3´20"...el Giro está lejos de su sentencia, pero Basso ha asustado. Además, este año tiene equipo. Sólo falta que los nervios y su estomágo no le jueguen una mala pasado subiendo los muchos Stelvios que quedan por delante. Hay terreno, pero es un poco descorazonador que corredores como Caruso o Mazzanti hayan sido cuarto y quinto en la etapa: no ha sido tanta la dureza cuando han podido aguantar delante. Mención aparte merece la extraordinaria prestación de Quique Gutiérrez. En otro tiempo, en otro lugar, los Etxabe y Lejarreta que alcanzaban esa privilegiada posición en la general gozaban de titulares y seguimiento, a pesar de que fuesen unos mantas contrarreloj. Ahora tenemos un corredor que va contra el crono como los mejores en segundo lugar del Giro de Italia y mañana apenas recibirá pequeños comentarios ante la avalancha de los Alonso, Pedrosa, Nadal y el sempiterno fútbol. Gajes del oficio y de un deporte que pierde espacio a pasos forzados.

14 mayo, 2006

El ciclismo se construye con mitos


Dentro del carrusel de homenajes y referencias en que se ideó este Giro-ghymkana (Bélgica, el Ghisallo, tramos sin asfaltar, todos los grandes puertos, Forlí), el más merecido es el retorno al Blockhaus. Y ni siquiera se llegará a una de las cimas más míticas de la historia del ciclismo, una meta a la que sólo se ha llegado en una ocasión. Aún así, permanece en la leyenda de todo buen aficionado a este deporte que, más que ningún otro, tiene que cuidar su propia historia y mística de los recuerdos para recuperar los años perdidos en figuras de paja y recorridos insulsos.

Era el año 1972. El Giro había salido de Venecia e iba hacia al sur por el Adriático. En la cuarta etapa los organizadores habían ideado una extraña etapa de 48 km. Se salía de Francavilla al Mare y en esos pocos km. se subía a los 2.172 metros del Blockhaus. Un desnivel brutal, una etapa loca por una zona pobre, en donde todavía se podían ver los restos de los bombardeos aliados durante la II Guerra Mundial. No en vano el germánico nombre de Blockhaus venía a indicar la existencia de una estructura militar ideada para detener el avance de las tropas angloamericanas, como si los Apeninos no fuesen bastante barrera. En España también se utilizaron bastante en las guerras de Marruecos, Filipinas y Cuba, bajo el españolizado nombre de blocaos.

Así, mientras que hoy la carrera subirá el paso de Lanciano, ya de por sí durísimo (13 km al 8,3%, cota 1.306 metros) y precedido por 150 km. de semillano, hace 33 años se afrontó de repente, saliendo del nivel del mar, un auténtico coloso innacesible incluso para el ejército más poderoso del mundo: de hecho, la guerra en Europa terminó cuando cayó Berlín, pero las tropas en Italia nunca avanzaron más al norte de la barrera apenínica. Y allí se quedó olvidado el "blocao". Según cuentan las crónicas, la primavera venía avanzada y no había nieve en la cima de la Majiella, la segunda cumbre más alta del sistema y que con su forma semiesférica domina todos los abruzzos orientales. El día -permitánme la ensoñación- tenía que parecerse bastante a esos que hay en Asturias, cuando subes a la montaña más alta y puedes ver el mar, exactamente igual que en esa zona de Italia.

Fuente se encontraba en su terreno. Venía de ganar la Vuelta y ya había ganado una etapa en el anterior Giro. Atacó de salida y planteó la etapa como tiene que ser con esa distancia: una auténtica cronoescalada. Hizo completamente solo la ascensión y entró en meta con 1h 42´18". Segundo su compañero de equipo M.M Lasa, a 1´35"; tercero un grupo con Motta, Bergamo y Merckx a 2´36". Fue una de las mayores derrotas del mejor ciclista de todos los tiempos, y como casi todas sus derrotas, fácilmente enjuagables: dos días después se escapó con Petterson por las sinuosas carreteras de Calabria y metíó a todo el Kas 4´13", pero esa es otra historia. El protagonista de aquel día fue Tarangu, un escalador trágico como ningún otro colectivo del ciclismo puede ser (Robic, Coppi, Claveyrolat, Jiménez, Pantani), el hombre de la diálisis, de los riñones convertidos en uvas pasas por el uso y el abuso de sustancias dopantes.

Hoy, cuando los ciclistas encaren la subida a la Maielletta, los distintos comentaristas recordarán aquella mítica jornada. Fuente ha pasado a la historia como uno de los mejores escaladores jamás vistos, y no está nada mal que el ciclismo empiece a redescubrir cimas que hicieron la historia. Aunque no sean las mismas, aunque no sean tan duras. Que todos sabemos que la caravana moderna no puede llegar a las Tres Cimas de Lavaredo, pero hace una ilusión tremenda que se acerquen. Y lo mismo con el Monviso. Que no hace falta poner tramos sin asfaltar y montes que no aluden a ningún referente para crear expectación. Basta con recordar, y el mito ya hace todo lo demás.

13 mayo, 2006

Sólo les faltó rematar

Juan Manuel Gárate. De Irún. Notable vida de gregario, Giro de 2002 con Simoni a casa por la cocaína en los famosos caramelos peruanos, Gárate que se destapa y acaba cuarto en la general. Se lo empieza a creer y el año pasado ficha por el Saunier como jefe de filas para la carrera italiana, acaba quinto. Este año al Quick Step con la misma responsabilidad. Bueno, pues este corredor ha tenido la valentía de irse por delante en una escapada de más de cien km. en el primer contacto con la montaña. No es un hecho muy frecuente en el ciclismo, y la pena es que no lo haya sabido rematar.

Patxi Vila. Navarro de Vera de Bidasoa, como los Baroja. Amigo íntimo de Juanma Gárate. Toda una vida de gregario, hasta que en la París-Niza de este año se descubre ganador. Coge la escapada buena en la etapa de hoy. Buena porque es la maglia rosa virtual durante todo el día, hasta que una estúpida visión de carrera de su equipo les hace perder todo. ¿Miedo a que se repita la dualidad en el equipo como con Cunego-Simoni? Quien sabe, pero lo que podía haber sido una jornada épica de ciclismo ha quedado convertida en agua de borrajas. Ahí va la crónica de un día extraño, pero extraño de verdad.

Un ataque de Bettini (en meta a más de 15´) para rapiñar unos puntos en la meta volante de Urbino hace que ¡tres decenas de corredores! formen una escapada. Faltan 30 km. para iniciar la ascensión al Monte Catria y los fugados van quemando naves al mismo tiempo que suman minutos de ventaja. En la cima de la ascensión sólo sobreviven ocho, pero con 1´45" de ventaja sobre el pelotón comandado por el Discovery. No es mucho tiempo, pero considerando que es tiempo cedido a corredores como Gárate, Vila, Kessler, Efimkin, Peña, Verbrugghe, Mori y Yakovlev, no se entiende porque los americanos se pararon. Increíble, pero cierto. En lógica consecuencia, los ocho magníficos obtuvieron una ventaja imposible de creer, y eso que viajan con la rémora de Kessler, Mori y Villa, que no daban relevos porque sus teóricos líderes iban por detrás. ¿Resultado? Gárate se tragó todo el viento y todo el asfalto. A 60 km. para meta tenía 7´ de ventaja, una situación fabulosa, imposible de creer.

Visto que el Discovery practicaba el ponciopilatismo, el CSC y el Liquigas se pusieron a tirar. Subiendo el puerto de Cesane (espectacular: estrecho, duro, recién asfaltado, en medio del bosque...una maravilla) coronan con 3´45" de ventaja, margen suficiente para llegar a meta dentro de 40 km. Kessler se cae en el descenso y deja solos por delante a Villa, Gárate, Verbrugghe, Mori y Peña. El colombiano se dedica a enseñar su tatuaje, el Lampre y el Saunier van a sus cosas, el belga reserva fuerzas y Gárate se desespera. Normal. Ve como se le escapa una grandísima oportunidad. Impotente, intenta en varias ocasiones irse sólo, pero ya no tiene fuerzas. Aún así, a 16 km. de meta todavía conserva 2´30" de ventaja, en un terreno espectacular para el espectador pero sufridísimo para el ciclista: constantes salidas de la carretera para subir cuestas imposibles, curvas y contracurvas, un día que parece no acabar. Y por detrás, un Lampre desencadenado que se pone a tirar a todo trapo, con Bruseghin en particular.

¿Cunego quiere la etapa? ¿No sería mejor haber apostado por Vila, que iba fresquísimo por delante? Ahhhh, los arcanos del ciclismo. A 4 km. para meta Verbrugghe salta en el llano y nadie sale a seguirle: ni siquiera Mori, especialmente celoso ante los ataques de Gárate. El belga, tras varias temporadas en la zona negra del pelotón, empezó a carburar de nuevo la temporada pasada. Ha calculado magníficamente la distancia y sus fuerzas para conseguir su tercera victoria de etapa en el Giro, especialmente meritoria para el Cofidis tras la escapada maratoniana de Scheirlinckx durante toda la jornada. El Discovery se une para dar el último impulso (Danielson muy fresco, ojo con él) y en la última rampa camino a Saltara caen los últimos fugados tras el salto de Savoldelli, que nunca se ha visto en estas circunstancias. Final en alto tipo clásica y el hombre con piernas como columnas saltando por delante de Simoni, Cunego, Rebellin y demás uphill finishers. Otro milagro del Discovery, otro milagro de 33 años.

Total, casi siete horas de bici y diferencias mínimas, aunque Di Luca y Rujano han mostrado signos de debilidad muy preocupantes. Gontchar recupera la maglia rosa, Basso ya es tercero y Ullrich ha andado muy, pero que muy bien. El seguimiento obsesivo de la televisión italiana nos ha mostrado imágenes donde veíamos el habitual superdesarrollo de Ullrich (y agarrándose a la parte baja del manillar, una demostración de fuerza que es su marca personal) y una nada habitual capacidad para no dejarse llevar e intentar seguir el ritmo de los mejores. Quien sabe, a lo mejor carbura para la última semana. De momento, veremos mañana. Los indicios vistos hoy tienen que confirmarse en el primer final en alto. Lástima por la grandísima oportunidad perdida por Gárate y Vila, de esas que te pasan por delante una vez en la vida.

12 mayo, 2006

Mc, Mc, McEwen

Veintinueve años después el Giro de Italia ha llegado a Forlì, patria chica de Ercole Baldini. Conocido como il treno de Forlì, ha pasado a la historia como uno de los rodadores más fuertes jamás vistos, capaz de ganar en dos temporadas JJ.OO, Campeonato del Mundo, Giro de Italia y establecer un nuevo récord de la hora. En una edición tan llena de guiños y recuerdos históricos, la organización ha querido acordarse de uno de los pocos corredores no mitificados en este país tan dado a subir a los altares a deportistas de menor espesor.

Han sido 227 km. totalmente llanos, siguiendo toda la llanura del Po y la rectísima vía Emilia trazada en tiempos de los romanos. Sólo se han desviado a mitad de etapa para evitar el caótico tráfico de Módena y Bologna, en lo que se prevía iba a ser un show para Petacchi. El ciclista tuvo que abandonar en Bélgica y el que se está llevando un botín de oro es McEwen, para desesperación de los aficionados transalpinos. Los rivales son cada vez más endebles: segundo Pollack, que gracias a las bonificaciones se pone líder, después Vaitkus, Duque, ¡Koldo Fernández!, Guidi, Bettini....un martirio de carrera, rematado por una recta de sprint de 2´5 km. El que ha diseñado la etapa ha hecho como los ingleses trazando las fronteras en África: regla, cartabón y línea recta entre dos puntos. Y todos servidos, que venga el siguiente plato.

Este consiste en una etapa bien bonita, con final en Saltara (donde Knaven ganó escapado una etapa en Tirreno 05, bajo un diluvio) y atravesando unos paisajes de primavera eterna. 230 km. a través de San Marino, Urbino, los montes de la Catria y, en general, toda la provincia de las Marcas. Los organizadores, en su línea, han incluído una ascensión en pleno esplendor paisajístico, consistente en un puerto a mitad de etapa con los últimos cinco km. sin asfaltar. El sindicato de ciclistas no ha protestado y ha colado. Allá ellos. Marchando una de chopitos y bravas, show must go on. Al menos ya no será el fast food de estos días, ese del que comes y después tienes hambre a la media hora, hambre de ciclismo de verdad y no esa hamburguesa australiana repetitiva y cansina.

11 mayo, 2006

Increíble error del T-Mobile en la CRE

Esta temporada estamos viviendo errores de manual. De reglamento, mejor dicho. Tras el famoso paso a nivel de la Paris-Roubaix, hoy hemos visto como el T-Mobile perdía la CRE ante el CSC por un mísero segundo, tras dejar descolgado a su quinto hombre (el que marca el tiempo) en los últimos 300 metros. El desdichado ha sido Mattias Kessler, que no ha podido seguir el impresionante ritmo marcado por las locomotoras Ullrich, Rogers y Gontchar, pero también tiene mucho que ver el director del equipo que no ha regulado lo suficiente en el sprint final. O que a lo mejor no conocía el reglamento. Kessler ha cedido sólo 2", pero suficientes para privar de una victoria que su equipo necesita como el agua de mayo.

El líderato del veteranísimo Gontchar puede servir de bálsamo, una circunstancia en la que ya estuvo el igualmente talludito Heppner en 2001, cuando conservó la maglia rosa durante 11 días. El equipo alemán vive una extraña relación con la carrera italiana: en 1992 un jovencísimo Udo Bolts ganó la etapa del Monte Bondone ante Ramontxu, en la que fue la primera victoria importante de un equipo que, por entonces, era de los más modestos del pelotón. Desde entonces, muchos años sin venir y algún éxito inesperado, una tradición de la que esta CRE forma parte. La etapa hubiese sido para el combinado alemán si no hubiese ocurrido la italianada de turno: de los 38 km. previstos se ha pasado a 35 km., una diferencia significativa si tenemos en cuenta lo plano del recorrido y lo lejos que hubiesen mandado a los equipos italianos como el Lampre o el Liquigas, o enviado a casa a Simoni: sus livianos líderes han sufrido hoy, pero dentro de lo que cabe han salvado los papeles. Me gustaría saber que sesuda explicación da la dirección del Giro para la artimaña de hoy.

El Discovery ha estado a un nivel inferior a lo esperado, cediendo 39" con el CSC. Han ido de menos a más, pero no ha sido suficiente. Basso ha enjuagado toda la diferencia que le llevaba Savoldelli y ahora tiene 9" de ventaja, algo de lo que nunca ha disfrutado en el Tour frente a Armstrong, por ejemplo. Di Luca y su potente Liquigas impulsado por Cioni sólo han cedido 3" más, en lo que es la gran sorpresa del día, igual que el quinto clasificado, un Français des Jeux sin aspiraciones para la general, salvo el inconsistente McGee. Los equipos españoles han estado desastrosos: Caisse d´Eparge 13º a 1´14", Liberty 17º a 1´17", Saunier justo después a 1´25" y Euskaltel, el último de veintidós, a 1´56", superado por los continentales Selle Italia y Panaria. De los naranjas no se puede decir nada que no se sepa, pero duele ver a un equipo de Manolo Saiz perpetrando una actuación de este tipo. Él, que ha impulsado esa feria ProTour que es la crono de Eindhoven en junio. Vivir para ver.

La general queda encabezada, como ya se ha dicho, por Gontchar, un clásico del Giro que ha acabado en nueve de las últimas diez ediciones entre los diez primeros (un poco como Jaskula, Giovanneti y Chioccholi a caballo entre los ochenta y los noventa: siempre está ahí) y que en 2004 fue segundo. Fue su gran oportunidad, pero esta edición seguro que vuelve a estar entre los primeros. Rogers es tercero, pero creo que el recorrido excesivamente duro le perjudica sobremanera, aunque le servirá de aprendizaje. Ahora está a 6" y defenderá el maillot de su compañero, pero Jens caballoloco Voigt está al mismo tiempo y seguro que intentará lucir la prenda rosa al menos por una jornada. Como hizo en el Tour del año pasado y su cabalgada camino de Mulhouse, un agotamiento que después le hizo abandonar y ayudar bien poco a su líder. Veremos si Rijs sabe calmar sus ímpetus. En general, todos los favoritos menos Simoni y Rujano están en un puño de un minuto, o sea que todos delante de la tele para la etapa del sábado.

10 mayo, 2006

¿Hace falta ir a Bélgica para esto?

La muy patriota e imprescindible página australiana de ciclismo cyclingnews.com titulaba ayer completamente rendida, con motivo de la segunda victoria de su connacional McEwen, con versos de una canción de Carly Simon. Ahora ha desaparecido de la página y ustedes no me creerán, pero juro que lo he visto. Decía algo así de las emociones que provoca, lo único que es y algunas desmesuras similares. Lástima que no dijese que tras la retirada de Petacchi, el corredor del Davitamon es el único gran sprinter presente en la carrera, y que así le ponían los salmones a Franco.

Ayer se aprovechó de que el Millran no sabe hacer otra cosa que lanzar sprints, aunque sea para un corredor sin ningún espesor en el presente, como es el caso de Lorenzetto. Sexto en meta y sin ninguna opción real de ganar la etapa, pero al menos se ha visto los maillots azules y un poco old fashion de su equipo. Bettini ha usado su habilidad y velocidad para ser segundo, pero su equipo se va de Bélgica sin una victoria de etapa, un resultado agravado por el hecho de que su rival histórico, el Davitamon, ya lleva dos. Y a partir del tercer puesto, corredores que sólo pueden aspirar a un puesto a partir del undécimo lugar en un sprint del Tour de Francia: Loddo, Richeze, Pollack, Gilbert, Vaitkus....Dos buenos sprinters que deberían haber participado en la carrera han sido centrifugados de la misma por el poderío y las ambiciones de sus equipos, así como sus pocas opciones de sumar: Gasparotto del Liquigas y Bennati del Lampre, que sin duda se lo hubiesen puesto más difícil a McEwen.

En fin, se cierra la pintoresca excursión belga y como el recorrido lo ha hecho alguien que nunca ha sido ciclista, primera etapa de descanso. Desde luego, no motivada por la especial dureza de las cuatro primeras etapas, sino por el traslado a Italia, donde mañana les espera una rarísima CRE, que es al Giro como el pavés a la Vuelta a España. El recorrido no se puede hacer más llano y será una bonita forma de hacer fotos, al menos en Cremona, la ciudad donde se inventó el turrón. El favorito número uno es el CSC, un equipo que ya ha estado a punto de ganar en el Tour y donde están, además de Basso, Voigt, Sastre, Gustov, Blaudzun y Cuesta. Y ojo al Gerolsteiner.

09 mayo, 2006

Schumacher, un bólido en Namur

En el ciclismo, todo cambia con la lluvia. Ayer llovió durante todos y cada uno de los 200 km. de la etapa que atravesaba Valonia, a veces caprichosamente pegados a ese río-mar que es el Mosa, a veces -la mayoría- a grandes autopistas. A 50 km. se produjo una previsible montonera y el peor parado fue Alessandro Petacchi: aunque consiguió acabar la etapa, se ha roto la rótula y peligra su participación en el Tour de Francia. La noticia es de alcance si tenemos en cuenta que en las últimas tres ediciones del Giro ha ganado 19 etapas. Esta vez no podrá ser, y el equipo fantasma que es el Millran quedará expuesto a la contradicción de ser gregarios sin un líder.

Una etapa que tenía que ir volando para llegar cansados a la subida a Namur fue lenta, lentilla (poco más de 39 km/h) y, mientras el Quick Step controlaba férreamente la carrera, muy pocos corredores se aventuraban a saltar. Lógica de clásicas, y Bettini que tenía que dar la estocada. Al inicio de la ascensión, salta el rejuvenecido Loddo. No va muy lejos y es el turno de Rubiera, un corredor que bajo la lluvia se transforma y que ganó las etapas reinas del Giro en 1997 y 2000. Faltan poco menos de dos km. para meta y su aventura apenas dura un respiro, ya que un Gerolsteiner salta y le rebasa fulminantemente. Por su pedalada es fácil adivinar que ganará la etapa. ¿Quién es? Schumacher, el joven de 25 años que el año pasado arrasó en varias carreras con el Shimano para después protagonizar un extraño positivo y fichar esta temporada por el equipo celeste alemán. Ya fue tercero en una etapa de la Paris-Niza tras Boonen y Davis, ganó una prueba por etapas en Francia y disputó el mes de abril a tope. Se suponía que llegaba ajustado al Giro y en el prólogo marcó un meritorísimo cuarto puesto. Dicen que sube, sprinta, va contra el reloj y que es ambicioso. Ayer ganó a lo campeón en un final difícil, y encima se pone la maglia rosa.

Rubiera apretó los dientes para entrar segundo por delante de todo el pelotón, encabezado por una avanzadilla con Rebellin, Bettini -el gran derrotado de la jornada-, Gilbert, Voigt, Molleta -tras trabajar como un chino para sus dos líderes-, I.Gutiérrez -se le dan bien estos finales- y Savoldelli, que ha vuelto a meter tiempo al resto de los aspirantes a la victoria final, 7". Eso sí, algunos como Simoni (23") o Rujano (49") ven como el corredor que les derrotó el año pasado ya tiene la misma diferencia con la que se coronó en Milán...algún buen analista sacaría una conclusión de esto, yo no me voy a atrever. Ahí va un tópico: la carrera acaba de comenzar y nadie ha ganado ya el Giro, pero si que hay algunos que lo han empezado a perder.

Y para no perder la costumbre, hay un tipo de corredores que nunca pierden (juro que acabo ya con los juegos de palabras). Paolo Bettini, sin ir más lejos. Ahí va, en todo un compendio de filosofía occidental que haría casteñear a Sócrates, su análisis de la jugada del ganador de la etapa: "Cuando atacó Rubiera, dudé un segundo y después ya fue demasiado tarde porque una moto de la organización me bloqueó justo en el momento en que Schumacher se iba". Como en Hamilton, vamos. Como este año en Flandes. Pobre Bettini, siempre duda un segundo, precisamente ese segundo. Y si hay una moto de por medio, mejor que mejor. Había dicho que llegaría de rosa a Italia, y una vez más en esta temporada se ve superado netamente por otro representante de la generación que viene a jubilarle. Como debe costar admitirlo, pardiez.
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En Namur está el Parlamento Valón, que ayer suspendió sesiones para recibir al Giro de Italia. La oposición ha protestado, en parte porque le va en el sueldo y en parte porque tienen razón. En todo caso, la locura de los belgas por el ciclismo alcanza cotas difíciles de explicar a profanos.

08 mayo, 2006

McEwen suma de nuevo en el Giro

Que sí. Que el Giro es durísimo y hay pocas oportunidades para los sprinters. Que Petacchi amenazó con no tomar la salida en la carrera tras ver la presentación. Que el corredor que ganó nueve, nine, nove, 9 etapas en el Giro 2004 (de once sprints posibles) no iba a poder convertir la carrera en ese aburrimiento insulso. Y este año, donde sobre el papel sólo va a tener cinco oportunidades, ya ha perdido el primer combate contra su peor enemigo: McEwen.

El australiano acumula nueve etapas en cinco ediciones, cifras de gran espesor y ante los mejores rivales. Sin compañeros, continúa la increíble racha de su equipo (tres etapas y la general en Romandía), que siempre parece que no gana nada y siempre acaba entre los primeros de la UCI. Segundo en meta el alemán Pollack, del que se esperaba un prólogo mucho más solvente, y que ya había logrado buenos puestos en la carrera italiana, y tercero Bettini, calentando motores para la llegada de hoy en Namur. Su patrocinador es belga y ya ha reconocido el final del GP de Wallonia (aparece en una de las mejores escenas de La bici de Ghislain Lambert), que se adapta a sus características perfectamente. ¿Rivales? Di Luca, Cunego y Gilbert.

A pesar de que Petacchi ha mejorado mucho subiendo, como se vió en la Tirreno-Adriático, no cuenta entre la terna de favoritos para hoy. Su equipo controló perfectamente la llegada ayer, pero al final no pudo rematar. Hoy será sustituido por el Quick Step, un equipo de vergüenza para un corredor como Gárate. La etapa promete, por lo menos mucho más que el monólogo de sprints habitual en el Giro.
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Hruska ha ganado la clásica de Alcobendas. El corredor que asombró en el Giro del 2000 no volvió a recuperar ese nivel en sus largos años en Liberty/Once y ahora ha dado la segunda victoria en una vuelta por etapas al 3 Molinos Resort. Ya había obtenido buenos resultados en la Vuelta a Murcia y Castilla-León, pero esta vez a derrota a Karpets: el ruso disputó el año pasado un Giro de menos a más (7º en la general), pero llegó vacío al Tour. Este año han cambiado su preparación y el Caisse d´Eparge asunta con la formación que va a presentar en La Carrera que todo lo Atrae.
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Otro Caisse d´Eparge que ha cambiado el Giro por otras carreras ha sido Isaac Gálvez. Ayer ganó la última etapa de la otrora prestigiosa 4 días de Dunkerke ante nada menos que Hushvod. La general ha sido para Roberto Petito, un corredor que iba para estrella cuando ganá la Tirreno en 1997 y que ahora, con 35 años, se ha convertido en corredor de clásicas. Tras brillar en la campaña del norte defendiendo los modestísimos colores del Tenax, la centrifugación de equipos que ha provocado el ProTour le ha llevado a ganar en Francia.
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Curioso como se refiere Carlos Arribas al doblete de Pantani en 1998. "Increíble" es un buen eufemismo para evitar tener que decir que iba completamente dopado.

06 mayo, 2006

Savoldelli arrasa en el prólogo del Giro

Ha comenzado el Giro con un gran seguimiento de los medios españoles. Es un decir, claro. Esta tarde la verbena de la Cadena SER ha repetido bastantes veces que "Iván Gutiérrez ha sido tercero en el prólogo del Giro, defendiendo los colores del Caisse d´Eparge, el Banesto vamos". Daba igual que el tercero hubiese sido el magnífico profesional que es Quique Gutiérrez, la carrera era lo de menos. Eso sí, cuando hay un caso de doping el director se pone serio y encorvado e incluso dedica unos minutos a este deporte maltratado.

En fin. Savoldelli ha cumplido su papel de máximo favorito y ha ganado el prólogo del Giro de Italia en Seraing. Salía el último y su triunfo no se puede justificar en que conocía las referencias: nada menos que 11" a McGee y 13" a Quique Gutiérrez, por no hablar de los 19" endosados a DiLuca, los 23" a Basso, 25" a Cunego y 26" a Simoni. En 7'30", en apenas seis km., el ciclista italiano ha hecho como su antiguo patrón en el prólogo del Tour 2005, sentar las bases de quién es el vigente campeón y que los demás son, como mucho, aspirantes. Entre las sorpresas que siempre se producen en este tipo de etapas, el magnífico sexto puesto de Fran Pérez a 16". Dicen en su equipo que llega muy en forma, y lo tendrá que hacer muy bien para borrar el recuerdo de su doping con EPO en 2003. De momento, ya ha quedado un puesto por encima de su compañero de equipo, el indicado como favorito Iván Gutiérrez.

El gran puesto del otro Gutiérrez, el olvidado, refleja un buen estado de forma de un corredor que vistió la maglia rosa tras la etapa de Prato en el Giro 2000. Capaz de ganar etapas de alta montaña en la Vuelta y el Dauphiné, ultimamente había desaparecido de las primeras posiciones, a pesar de ser un corredor con un gran potencial. Visto el equipo de retales que presenta el Phonak (Juan Fernández: "V.H Peña puede aspirar a un puesto entre los cinco primeros") esperemos que el valenciano pueda obtener un protagonismo que no le sentaría nada mal. Otro caso distinto es el de Carlos Sastre. Alineado por sorpresa para el Giro, puede ser un tapado perfecto del CSC: ya ha obtenido un buen tiempo en la crono del País Vasco y ganado el exigente GP de Amorebieta. Siempre, claro está, que Basso atraviese otra extraña crisis como la del año pasado en el Stelvio.
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Entre los cinco últimos de la etapa, tres corredores del Euskaltel. Quizás tenga razón la Cadena SER.

05 mayo, 2006

Luces, cámara...¡Giro!

Mucho ProTour ("que los mejores corran las mejores carreras") pero pocas variaciones en una de las citas fijas del calendario, el Giro de Italia. Una vez más, cinco italianos se jugarán la victoria final con el papel de comparsa reservado para un extranjero. Basta ver las formaciones de equipos punteros como Liberty o Illes Balears para comprender que el Tour sigue centrando toda la atención de la temporada y que muchos equipos están obligados a disputar la carrera italiana porque así lo exige el reglamento de la Challenge de la UCI. Y todos a dar palmas.

Afortunadamente, el Giro de Italia (ver post previos a la edición de 2005) tiene unas señas de identidad que dificilmente cambiarán: recorridos espectaculares, etapas con hundimientos de favoritos y una selección de paisajes que le da vuelta y media al Tour. Además, este año en versión exagerada. El trazado de la carrera se ha dejado en manos de un fan, el periodista Angelo Zomegnan, y ha sido como dejarle a un mono una caja de navajas. Un final de carrera imposible, una etapa que acaba en una pista de esquí y no en una estación (Plan de Corones), traslados internacionales y una cronoescalada el último día que afortunadamente la UCI ha cancelado, porque una cosa es que los ciclistas sean los protagonistas del circo y otra muy diferente tratarlos directamente como bestias de tiro. Pero cerca se han quedado.

Cuatro etapas en Bélgica, en teoría para recordar 136 mineros italianos muertos en los cincuenta, pero en realidad buscando el generoso dinero de los ayuntamientos valones y su incondicionable aficción. Al fin y al cabo, en 1998 murieron 140 italianos en una avalancha de lodo y fango en la pobrísima zona del Val di Sangro, y que yo sepa el Giro nunca se ha acordado de ellos. Cosas de hipocresía, claro está. En Bélgica intentarán ganar etapa el corredor local Gilbert -desaparecido en combate- y los asimilados Bettini y Rebellin, que por esas tierras han escrito sus mejores páginas. De vuelta a Italia hay una crono por equipos, un acontecimiento muy raro en la carrera de la Gazzetta dello Sport, la etapa más larga camino de Saltara pasando por los montes de la Catria -increíbles- , y el retorno al mítico Blockhaus de Fuente, en versión edulcorada del paso de Lanciano. Un paisaje bellísimo que da camino a todo un espectáculo visual en la etapa siguiente, todo a lo largo de la costa tirrénica camino de Térmoli y después a Peschici, un sitio que es tan bonito, inaccesible y pequeño que parece imposible que pueda llegar toda la caravana.

Crono en Pontedera -la ciudad de Piaggio- a lo largo del valle del Arno, espectacular final en Sestri Levante pasando por el golfo de la Spezia, y después mucha, mucha montaña. Ojo a la etapa de La Thuile, con el larguísimo y durísimo San Carlo (el que corona gana), la etapa prácticamente suiza de Domodossola (se entra por el túnel del Gran San Bernardo y se sale por el Sempione; en medio se recorre todo el valle del Ródano/Sión), el final en el Bondone (que es a Trento como el Naranco a Oviedo) y la etapa de Plan de Corones. Sólo 130 km. para que Cunego gane, subiendo antes Erbe (30 km. de longitud) y después el Furcia, un puerto durísimo al que han añadido 5 km. de pista forestal/esquí, el último al 22%. Eso no es espectáculo, es masoquismo. Pordoi y Marmolada el viernes, Gavia y Mortirolo para el sábado. Y todos a dar palmas.

Los favoritos son Basso, al que el CSC ha arropado con sus mejores galas, Savoldelli que contará con armas parecidas, Cunego con un equipo muy en forma, Simoni al que hay que respetar por su constancia y Di Luca que se ha preparado específicamente y al que favorece el recorrido. De los extranjeros, los únicos en forma parecen Danielson y Gárate. No hay apenas etapas para el sprint -auténtica novedad de este año- y hay que poner un ojo especial a la evolución de Sella y la tradicional sorpresa que surge en carrera. Esto es el Giro, así viene siendo desde hace diez años. A disfrutar del espectáculo.