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14 agosto, 2007

El fin

En los últimos días algunos lectores se han hecho eco de la localización e imputación de un ciudadano por acusar a un ciclista de doparse. Fue en un foro de mala muerte. Del primero se saben las iniciales y que es de Córdoba; del segundo se sabe todo, pero no se puede decir. Vaya como se las gasta.

No sólo él. También los jueces. Más que esa noticia, ha sido mucho más preocupante esta. Un charlatán de feria, que llega a decir que el ser humano convivió con los dinosaurios, gana una demanda a un periodista que le ha llamado exactamente lo que el diccionario recoge para estos casos. El juez que le ha dado la razón se llama Jairo Álvarez Uría-Franco, y por esos apellidos sólo puede ser asturiano: dice que los temas que utiliza el fabulador son "altamente polémicos", dándoles una pátina de credibilidad que no tienen. Le tiene que dar a la sidra a base de bien.

El condenado escribió a distintos medios una carta donde expresaba su incredulidad. No es para menos. Accede a retirar sus textos y, aún así, el peso de la justicia -que es igual para todos, pero como es interpretada por distintos jueces, cambia muchas veces- cae sobre él. El final es muy bueno, tipo el eppur si muove de Galileo -disculpen la comparación-: "cuya falta de rigor histórico está fuera de toda duda. Otra cosa es que los designios de un juez sean inescrutables.". Da en el clavo: a pesar de que todos sepamos que es una charlotada, de que nos vendan como real algo que sólo es fruto de la imaginación más lúbrica (dinosaurios con humanos, uhm, Raquel Welch), todo queda a expensas de un juez.

Es así, y es así para todos. Igual pasa con este modestísimo blog. Al periodista de El Correo al menos le pagan, a mí no. Basta ver mi página: ningún enlace, ningún hipervínculo. Lo que empezó -y sigue siendo- como un entretenimiento, ha ido creciendo por el boca a oreja, sin yo mismo ser muy consciente de sus dimensiones reales. Por supuesto que estoy en condiciones de defender en cualquier tipo de tribuna las cosas que escribo, pero tampoco voy a enseñar mis cartas. Me preocupa mucho más el inicio y el desarrollo del proceso, con los inconvenientes que lleva. De un tiempo a esta parte, las amenazas se suceden en ciclismosergio@hotmail.com. Incluso puede que haya algún proceso iniciado. O eso, o tengo algún lector fan desde las IP de la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil. No tengo nada que ocultar: si no muestro mi identidad -verdad en parte: Sergio es mi nombre- es por mantener al margen mi verdadera ocupación, no por ningún ánimo enmascarador y así poder hacer algún mal. El que quiera saber, que siga los cauces normales.

Pero es difícil tener esperanza. Al principio, todo parecía que era algo burdo. "Están todos, menos Valverde" puso sobre la pista. Después vinieron las desapariciones, los salvoconductos, las omisiones injustificables, el auto del juez, el giro copernicano de la poca prensa crítica y, ya por último, lo peor: la venta absoluta del poder político, plasmada en la rueda de prensa del CSD del pasado viernes. ¿Vendido? Eso es poco para decir en la situación en la que me encuentro. Así las cosas, y aprovechando las vacaciones que me iba a coger de todas formas, el blog queda clausurado. Es una medida preventiva. Lo hago antes de que lo hagan. Antes de que me caiga encima otro Jairo. No creo que vuelva en septiembre. Lo siento muchísimo por todos los muy buenos lectores -vosotros sois el blog- que he acumulado, convirtiendo este pequeño espacio en el auténtico nodo del ciclismo en España. En la imaginaria cena de despedida, habrá jabalí asado e hidromiel. Y nos preocupeis por la factura: pago yo.

13 agosto, 2007

Se va el Discovery

Pocas horas después de que se escenificase otra ceremonia de humillación pública del ciclismo, se daba a conocer que la estructura 7Eleven-Motorola-UsPostal-Discovery no continuaría la próxima temporada. Se pone así fin a más de 20 años de presencia continuada de los americanos en las carreteras europeas. Y muchas otras cosas.

Es verdad que el patrocinador principal, Discovery, ya había anunciado en febrero que se estaba pensando lo de prolongar el contrato de tres años suscrito en 2005. Y que los responsables del equipo, poseído en un 51% por Lance Armstrong, estaban buscando un nuevo patrocinador potente, capaz de deglutir los 15 millones de euros de cada temporada. Se habló de Oracle. Nada. Disolución. Una buena pista de esta resolución la dió un par de días antes George Hincapié, el corredor bandera de este equipo: fichado por el T-Mobile, el rival histórico de la estructura americana.

El sábado, en otro artículo realmente lamentable, Carlos Arribas achacaba la noticia -en boca de Johann Bruyneel- a "la indefinición del marco jurídico en el que se mueve el ciclismo". Por supuesto, no ha tenido nada que ver que Ivan Basso fuese fichado para este temporada por el Discovery, y que a finales de marzo, cuando ya estaba caliente para el Giro de Italia, su pasado se abalanzase sobre él. O que el ganador del reciente Tour de Francia esté asociado al dopaje en todos los países donde Discovery tiene intereses europeos. No, qué va. Todo es "indefinición del marco jurídico". ¡Pues bien que se han aprovechado de esa "indefinición" para fichar a Davis, Paulinho, Contador y el italiano ultramentiroso!.

Huyen los patrocinadores, y huyen por el dopaje. Huyen las televisiones, y huyen por el dopaje. Y mientras tanto, el sistema busca explicaciones alambicadas, retrúecanos imposibles, para evitar hablar de la culpa máxima: el dopaje. La desaparición de Discovery -"60 familias en el paro", Arribas dixit, como si esto fuesen los astilleros- dejará a muchos ciclistas colgando. No ya el simpático japonés Beppu -en la imagen-, que sólo estuvo en plantilla para ganar mercado en la muy teleadicta nación del Sol Naciente, sino otro tipo de corredores. Rubiera se verá obligado a retirarse. Noval debería, porque todavía no se sabe que función cumple en el ciclismo -sí, estuvo en el Tour, para dar conversación a Contador en la habitación-. Menos problema tendrán los corredores intermedios y jóvenes, como Egoi, Gusev, Vaitkus, Devolder o Brajkovic. El problema viene de los jefes de fila.

¿Donde se coloca a Contador? En el mercado nacional no. Si es que existe el mercado nacional, claro. Saunier es un equipo con sede social en Cantabria pero con patrocinador francés y regido por una estructura italosuizaespañola. Caisse d´Epargne es un equipo con licencia española, pero un patrocinador francés que quiere afrancesar el equipo. Y esta Piti, claro, que puede compartir galones con un paquete como Pereiro, pero no con Contador. Y después está el Euskaltel, con sus características particulares. Ahí se acaban los equipos españoles del ProTour. Y el panorama fuera tampoco es muy halagüeño. Fíjense si no en Leipheimer. En 2001 consigue ser tercero en la Vuelta sin haber hecho nada antes en su vida. Se pasa cinco años dando tumbos entre Rabobank y Gerolsteiner. No consigue acabar entre los cinco primeros en ninguna grande. Vuelve este año a su casa y acaba tercero el Tour a un puñado de segundos de la victoria, tras ser el mejor en la última semana. Y mejor no les hablo de Popovych.

Esta es la visión pesimista, claro. Contador encontrará fácil acomodo en el CSC, necesitado de un jefe de filas con garantías. Leipheimer en el Slipstream, el nuevo equipo americano con sede en Girona -sí, ahí- con querencia a fichar anglosajones. Y Popovych ha sido siempre la mayor ambición del jerarca loco del Tinkoff. Ya. ¿Pero que pasa con el tratamiento Discovery? ¿Desaparece también? Y me refiero a la fórmula mágica que hacía que corredores como Ekimov o Noval subiesen puertos como escaladores. Ese tratamiento duró los siete años de Armstrong. También en la Vuelta de Heras o el Giro de Savoldelli. Casualmente, desapareció en 2006 después de la Operación Puerto: fue una temporada en la que el equipo se arrastró. Y ha vuelto este año (primero, tercero y octavo en el Tour). No se en que consiste el tratamiento, pero su punto fuerte -e imbatible- es que pasaba por EE.UU o, en términos ciclistas, su Estado número 51, Girona. Impunidad absoluta. Jamás un positivo en el equipo. ¿Se va a perder esa cualidad? Lo dudo muchísimo. Irá a otra parte, pero difílmente acompañará individualmente a cada uno de los corredores en esta diáspora. Es la mejor noticia. Alguno que ya se frotaba las manos con un reinado que ríete tú del cowboy está sudando la gota gorda.

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A mí Contador me convenció. De lo que ya pensaba. Fíjense en el detalle de que Lissavetzky, viejo zorro curtido en la FSM de Balbás, guerristas y puñales entre los dientes, no se sentase en la mesa. En el comunicado habló de su cavernoma -como estaba cantado-, utilizó un circunloquio realmente extraño a la lengua española -"nunca he cometido un acto de dopaje"- y apretó los dientes para dar fiereza. Lo único que dió fue pena. Como siempre que un ciclista se intenta explicar. Leído el comunicado, rematado con una alusión en tercera persona, no hubo preguntas. ¿Para eso se deja la sede del CSD? Menos mal que era añeja y ochentera....
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Otra carrera que se muere. El sábado se disputó el Giro del Lazio y ganó un absoluto Don Nadie ante iguales. Acabaron la carrera sesenta corredores. Ya el año pasado ganó Giuliano Figueras, ahora retirado, en lo que era su primera victoria en años. Otro que también ganaba todo en categorías inferiores y que, en profesionales, se dopaba a ritmo envidiable. Otro Don Nadie. A mí me hubiese gustado hacer un post, como acostumbraba, hablando de los paisajes y los sitios maravillosos por donde pasaba la carrera, pero me da pena ver convertida la que podría ser la carrera más bonita del mundo en una charanga horrible, en otro muerto viviente del ciclismo.

10 agosto, 2007

En el lugar inadecuado, en el momento equivocado

Lo que hoy va a suceder a la 12:00 del mediodía va a ser muy importante para la historia del ciclismo y de la lucha contra el dopaje, dos actividades que cabalgan juntas. En principio sólo debería ser la comparecencia del último ganador del Tour de Francia para explicar que, aunque militó en Liberty Seguros y Astaná, dos equipos sinónimos de dopaje, él flotaba como el aceite y ni siquiera se enteraba de lo que había. Vamos, una ceremonia de humillación pública al nivel de cuando Basso habló de tentato doping.

Sin embargo, la cita adquiere matices grotescos. Alberto Contador, que es un ciudadano como otros 45 millones de personas en España, va a contar con el marco del Consejo Superior de Deportes, institución que pagamos entre todos y que no está para defender los intereses particulares de un deportista que nunca ha representado a España y que trabaja para una empresa extranjera. ¿Por qué este favoritismo con Contador? ¿Quién protege a Contador? ¿Son los mismos que han llevado la deficiente instrucción de la Operación Puerto? ¿No podría haber alquilado la recepción de un hotel, como hace cualquier persona normal, y allí soltar su sarta de mentiras?

En este país somos así. Jaime Lissavetzky entró con buen pie en el CSD. El día que se hizo público su futuro cargo, el Bizconde de la Medianoche le sometió a un tercer grado deportivo (preguntas tipo Trivial) en su programa. Salió con muy buena nota. Mejores notas sacó cuando apoyó decididamente la Operación Puerto. Pero algo cambió. Igual que cambió en los periodistas que más impulso dieron para que, lo que fue la mayor operación contra el dopaje en Europa, no se quedase estancanda, porque recuerden que en el primer mes tras la incautación de la sangre, aquí no se movió ni el Tato. Forma parte del misterio de la Operación Puerto. Todo parece apuntar al gran iceberg que, a día de hoy, nunca conoceremos. Iceberg compuesto por otros deportes, algunos la mayor embajada de España en el exterior, medallas olímpicas y campeones mundiales. Con decir que las dos CPUs encontradas en los registros no fueron analizadas por el juez...ni tampoco las diez tarjetas SIM en propiedad de Eufemiano Fuentes...

A Lissavetzky le llegaron a amenazar los ciclistas. Fue en septiembre de 2006. Le acorralaron en las dependencias del CSD y le empezaron a recriminar ser unos apestosos y unos drogados, como si el político les hubiese obligado a doparse. Dijo que no iba a ceder, pero ha cedido. En marzo se produjo el auto exculpatorio de la Operación Puerto, que tardó en ser recurrido por el CSD ¡10 días!. Y después vinieron las bulas: corredores que tendrían que tener retirada su licencia siguen corriendo (Zaballa acompañara a Piti en Burgos), corredores sin equipo son fichados (Rubén Plaza por el Caisse) y Alberto Contador ingresaba en el paraíso de la impunidad, el constituido por la franquicia americana del ciclismo. Y se llevo el Tour de Francia.

Lissavetzky fue taxativo: "el Tour no se lo quita a Contador nadie". Nadie significa ni juez, ni documentos, ni el más mínimo sentido común. Nadie. No es que el tribuno político, formado en la jaula de grillos del PSM, no esté acostumbrado a las mieles del éxito: en los tres años y pico que lleva en el cargo se ha sacado la fotografía con Nadal, la selección española de baloncesto, la Champions League, los de balonmano en Túnez...pero que será lo que tiene el Tour, que embriaga a cualquiera. Hasta el punto de dejarle su casa.

El esperpento previsto para hoy a las 12:00 va a tener de todo, salvo preguntas de los periodistas. Así están las cosas. La prensa que jalea a Contador -toda- celebró sus respuestas en las ruedas de prensa del Tour, donde si que se puede preguntar. Alguna, como la que da título a este post, ha sido repetida por El País no menos de cinco veces, para justificar lo que en el primer párrafo atenta contra el sentido común y contra el doc. 31, en el que aparece A.C Contador. Pues efectivamente: en el lugar inadecuado (el CSD) y en el momento equivocado.

No hay otra noticia deportiva en ciernes. El show de Contador, para el que quedan un par de horas, ocupará titulares y portadas. El País ya lo hace, y todavía no se ha producido. El hazmereir de Europa. La clase política, enfangada en la defensa de un corredor con más salvoconductos que un embajador. Y es el triunfo de los que siempre se alinearon con el bando de Eufemiano en la gran fractura de la Operación Puerto. Cuando el año pasado toda Europa sabía que 18.- Valv. (Piti) no iba a ser tocado por las autoridades de este país, la FEC organizó una esperpéntica rueda de prensa en los Mundiales de Salzburgo para defender a su afiliado. Garai clamó desde Marca si el CSD no iba a hacer nada, que si solo le interesaban sus deportistas para sacarse la foto. Lo ha conseguido. Lo están consiguiendo. Esto se acaba.
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(publicado en en el post ¿Quien protege a Contador y a Luis León Sánchez?)

Pobres alemanes. Una simple ojeada a lo disponible de la Operación Puerto, sin fantasear con ese dossier de 6.000 páginas en donde se cita a más de 100 deportistas (la Gazzetta dixit), arroja resultados descorazonadores. Reveladores sobre la Operación Encubrimiento, pero descorazonadores. Resulta que en el piso de la c/Alonso Cano se encontró una carpeta azul conteniendo documentos numerados correlativamente entre el 3 y el 36, en sucesión de continuidad. Tenía en la cubierta la serigrafía de Liberty Seguros. Cito textual del informe de la Guardia Civil: "con indicación de las competiciones en las que participaría cada corredor y si fuese titular o reserva. En el documento 3 aparecen los nombres de los corredores: Dariuz BARANOWSKY; Joseba BELOKI; Gianpaolo CARUSO; Alberto CONTADOR; Allan DAVIS; David ETXEBARR Igor GONZÁLEZ DE GALDEANO; Roberto HERAS; Jorg JAKSCHE; Isidro NOZAL; Sergio PAULINHO; Nuno RIBEIRO; Luis León SÁNCHEZ; Michele SCARPONI; Marcos SERRANO y Ángel VICIOSO"

Muy bien. Para empezar bien la carpeta, un índice. Recuerden: documentos 3-36=33 documentos diferentes. O eso creemos. Pero hete aquí que el informe de la G.C empieza a elencar los documentos ¡a partir del número 8 y sólo hasta el 29!, "son calendarios del 2005 de cada uno de los corredores del LIBERTY con las pruebas en las que tomaría parte ese corredor y en el caso de algunos de ellos, distintas anotaciones manuscritas". ¿Cómo de cada uno? No de todos los que aparecen reseñados en el documento 3, no, sólo de los que no tenían un padrino que les salvase: doc. 8, Vicioso; doc. 9, Nozal; doc. 10, Heras; doc. 11, Andrle; doc. 12, DESAPARECIDO; doc. 13, los amateurs (de ahí lo de AMA); doc. 14, Hruska; doc. 15, Jesús Hernández; doc. 16, Igor (otro que se pasa el código ético de la UCI por el forro); docs. 17-22 DESAPARECIDOS; doc. 23, Allan Davis; doc. 24, Jaksche; doc. 25, DESAPARECIDO; doc. 26, Scarponi; doc. 27, Etxebarría; doc. 28, Beloki; doc. 29, Igor por segunda vez; doc. 30 DESAPARECIDO; doc. 31, una individualización para el Tour reproducida por Arribas.

Posteriormente se citan los documentos 53-61 y 72-75, que por su numeración no parece que estuviesen en la carpeta, tirando con dardo a los 55 (Caruso) y 58 (Koldo Gil), no sabiéndose muy bien que hay en el resto. Ahora propongo una operación aritmética muy sencilla: resten los corredores citados en el documento 3 con el que te recibe la carpeta de los citados después...¿quienes quedan? Baranowsky (está retirado), Ribeiro (en Portugal, ha vuelto a hacer pitar la máquina por EPO), Serrano (en el arcón de Eufemiano, bastantes documentos hay que le incriminan) y ¡oooooooooooooohhhhhhhhhhh!, qué pena, Paulinho, Contador y Luis León Sánchez.

¿Donde están sus calendarios? ¿Sus fichas individualizadas? ¿Quizás entre el doc.4 y el doc.7? Nah, a lo mejor eran papeles sueltos, los que siempre se dejan al principio de la carpeta. Es mucho más interesante preguntarse por qué el doc. 12 no está; o los comprendidos entre el doc. 17-22; o el doc. 25; o quizás los doc. 32-36, aunque al estar estos al final de la carpeta a lo mejor son papeles sueltos. Muy bien. La G.C encuentra una carpeta con los calendarios del Liberty, incluyendo un guión base con todos los corredores, y resulta que desaparecen las fichas de los más jóvenes, pero ahí queda su hueco en la serie...En vez de haber numerado 3-36 correlativamente a cada documento contenido, podrían haber numerado 3-23, total....

09 agosto, 2007

Kazajo kazado versión 2.0: Kashechkin

Cuando kazajo kazado versión 1.0 se ganó un post por méritos propios y por sangre ajena, finalicé diciendo “que pase el siguiente”. No se ha hecho esperar. Andrei Kashechkin, presentado por muchos como la gran esperanza blanca del ciclismo, ha dado positivo por hemotransfusión en un control sorpresa realizado el pasado 1 de agosto en Turquía. Por el tipo de control, las fechas y el lugar, está bien claro que le venían siguiendo. Como también parece claro que un equipo que acumula tres positivos de manual en lo que va de temporada tendría que ser excluido del pelotón.

El caso de Kashechkin clamaba al cielo. Con motivo de su extraterrestre tercer puesto en la última Vuelta ganada por Manolo Saiz, mantuve una agrísima polémica con un lector. Este aseguraba que no era nada raro que un ciclista que sólo había corrido una grande en su vida (el Tour 2005, saldado con un 19º puesto para el Credit Agricole) pudiese subirse al podio trabajando de gregario. Se despidió diciendo que no volvería a visitar este modestísimo blog. A mí me gustaría volver a verlo, que me criticase y que dijese lo que le venga en gana, pero que por lo menos no justifique que un ciclista de 26 años que venía de la nada acabase 5º del ProTour, tras ganar una etapa en P-N, 11º en Lieja, 5º en Romandía, 3º en Alemania, 3º en San Sebastián y entre los cinco primeros en cinco etapas (una ganada) claves de la Vuelta. Y, sobre todo, un ciclista que militaba en el apestoso Liberty.

Bah, da igual, eso nunca pasará. El joven corredor iba camino de repetir la temporada pasada: 3º en Romandía, 3º en Dauphiné y estaba cuajando un Tour para acabar entre los cinco primeros, a pesar de seguir trabajando de gregario. En el Galibier, nada menos. Pillaron al jefe -aunque en el caso de las estepas centroasiáticas hay que hablar de líder del clan-, y adiós al sueño de un Tour exitoso. Eso sí, lo bueno que tiene la sangre congelada es que te sirve para otras citas de la temporada. Considerando que el Astana anunció bien pronto que no iba a competir en ninguna cita de agosto, hay que echarse a temblar al pensar en la que tendrían montada para la Vuelta a España, la gran cita de Manolo Saiz todas las temporadas.

Bueno, pues neglicencia, omisión o simplemente estupidez de Victor Cordero, el Astana, que es un equipo invitado, sigue teniendo alfombra roja para la Vuelta. En Vigo se presentarán con corredores tan intachables como Toni Colom, que en una bizarra entrevista propia de Bonnie&Clyde, mientras huía del Tour de Francia, dijo “me han impedido ir a ganar la etapa reina del Aubisque”. Créanle: en su tristísima vida como ciclista no había pasado un puerto de 10 kms por delante, y en lo que iba de Tour ya había estado escapado para ganar en Tignes y en Plateau de Beille. Y con su culo gordo; J. A Redondo, otro intachable joven del Liberty, capaz de volar en la Dauphiné al mismo nivel que sus compañeros de sangre, perdón, de equipo; Klöden, uno que seguro que no sabe nada de lo que había dentro del T-Mobile y de su actual equipo; y no se quién más, porque teniendo a la mitad de la plantilla suspendida (también Mazzoleni, el que hizo tercero en el Giro y noviete de la hermana de Basso), lo más difícil es completar el nueve al que chutar sangre.

Pero bueno, volvamos al eximio representante de la raza kazaja (Garai, ¡qué grande eres!), porque lo que queda (Yakolev, Iglisky, Abamakouv) de su estirpe no da ni para ganar la Vuelta al Corral. Kashechkin era otro de los jóvenes sobre los que la UCI y el sistema quería refundar el ciclismo. Tiene narices: refundar algo con los mismos mimbres y personajes que lo están enviando al abismo de la boxeización, pero esa es una historia ya sabida. Cumplía el único requisito que se está pidiendo: es joven. No tanto como AC Contador, pero si tanto como Piti. Su nombre aparecía siempre que alguno de los propagandistas de un deporte corrompido hasta la médula tenía que presentar el elenco de nuevas figuras, a recitar como la delantera de equipos míticos: “Y veremos grandes carreras en los próximos años entre Valverde, Riccó, Contador, Sinkewitz, Cunego, Brajkovic, Luis León Sánchez”. Repasen los nombres y las trayectorias de cada uno. De donde vienen y donde están. Esperanzador, ¿verdad?.

Este nuevo caso de dopaje de un joven tiene que llevar a la reflexión a los que llevan este caballo desbocado que es el ciclismo. La excusa de ser joven, de que no haya una generación perdida, no sirve. Van con las mismas técnicas que los viejos, viejos que incluso con 34 años se plantean ganar grandes carreras. Basta ya de salvoconductos con la excusa de que se pueden reconducir y abrazar un ciclismo que nunca han conocido, un ciclismo en el que no existen las jeringuillas, las bolsas de sangre y el parche en el culo. Lo único posible es la exclusión de por vida, porque al menos así nos libraríamos del espectáculo de las excusas, que ahonda en la miseria de este deporte. Me pregunto cúal estará preparando kazajo kazado Kashechkin. ¿KKK? ¿Cómo el Ku-Klux-Kan? Bueno, considerando que para los que creen en que los jóvenes son inocentes y que hay que olvidar la Operación Puerto ya soy un talibán y un arqueólogo, les dejo preparado el nuevo insulto, porque pienso que la raza kazaja tiene que ser eliminada del pelotón.
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El viernes Alberto Contador dispondrá de los locales del CSD para leer un comunicado sobre el “acoso mediático” que está sufriendo por aparecer claramente en los papeles de la Operación Puerto. El chaval de Pinto le ha cogido afición a eso de escribir y utilizar los medios como altavoces. Ahí está su nausebunda carta, cuando se pasaba rezando todas las noches para que el contubernio jurídico-policial-político le diese la misma bula que a Valverde Piti. Esperemos que alguien le escriba lo del viernes. Y esperemos, por eso del buen gusto, que no apele al cavernoma, que bastante triste va a ser oirle hablar de pureza, trabajo y sacrificio.

Por cierto, Lissavetzvky se está cubriendo de gloria: va a dar a la prensa mundial una foto de grupo con Bruyneel y Contador sólo porque la Clásica de Hamburgo ha vetado a un corredor que -eso no lo van a poder ocultar más, es lo que tiene reproducir documentos- está en la Operación Puerto, no en el lugar y el momento equivocados.
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Uno que adelanta laureles de gloria es Arribas. Hace arqueología sobre Franke (¡qué reprobable es en unos y que arma más poderosa en otros!), dice "a eso se aferran" por presentar un papel que el propio periodista publicó como válido cuando seguía otra línea editorial, y termina con un párrafo digno de la mejor prensa de un país totalitario.

08 agosto, 2007

Los alemanes no bromean

No hace mucho tiempo, con motivo del lanzamiento en España de las rutas de una de las muchas compañías aéreas alemanas de no-bajo coste, la campaña publicitaria decía: "No bromeamos. Somos alemanes". Por supuesto, los alemanes no se autorepresentan así. Eso serán los suizos, dicen. No fueron pocos los turistas que ví sacando fotos a los carteles. Les hacía más gracia a ellos que a nosotros. Vamos, a la inversa que la Operación Puerto.

Sin embargo, algo de razón llevaban los publicistas. La Vuelta a Alemania, que incluso antes de la segunda primavera de la O.P (con motivo de la exclusión de Basso de las clásicas de las Ardenas, y todo lo que vino después), los organizadores de la que aspira a ser la cuarta grande ya habían manifestado que ningún implicado iba a tomar parte en la carrera. Tampoco equipos que auspiciasen a los dopados, en un claro aviso al fichaje de Rubén Plaza por parte del Caisse d´Epargne. Los alemanes no bromean: aunque la UCI les ha facilitado la labor, a tres días del inicio de la carrera acaban de excluir al Elk Haus-Simplon, un modesto equipo austríaco.

A pesar de haber sido gentilmente invitados por la organización, los del Reino del Oeste se han columpiado con bastante jeta. Todavía no han firmado el Compromiso por el Nuevo Ciclismo de la UCI. Si hombre, aquel papel que todo el mundo da por caducado menos los alemanes, tan serios ellos. El mismo papel que hará -se cree- que Vinokourov, Moreni y Mayo, los tres positivos de manual durante el Tour, contribuyan con su pecunio a la lucha contra el dopaje. No creo que ni toda la fichas juntas del equipo austríaco alcancen los 350.000 euros que cobraba el vizcaíno, o sea que las razones no van por ahí. Es que tampoco han firmado el Código Ético. Ni tampoco el otro papel UCI para mánagers y directivos, pero bueno, ese no lo ha firmado nadie.

Los de los equipos franceses y nadie más. ¿O se creen que Echavarri y Unzué van a dar dinero como pite la máquina otro Fertonani? No, no, dirán que era un tío raro, que iba por libre y que últimamente no hablaba nada con nadie. Ni de droga, oigan. Y como ellos, los demás. Pero claro, la organización de la Vuelta a Alemania no va a dejar fuera a todos los equipos y salir sólo con el Ag2r, el Bouygues, la Française y el Gerolsteiner, los únicos en donde han firmado miembros del staff (o el sistema). Lo del equipo austríaco ha sido un aviso, que algunos sabrán interpretar. Sin embargo, los alemanes puede que encajen un soberano gol por andar muy obcecados. Miren de nuevo la lista. ¿No ven que falta alguien? ¿Quizás la única estrella que no ha firmado el papel? ¿Quizás la única estrella de verdad que va a correr en Alemania? ¿La estrella que más se ha apuesto a la entrega de ADN, amenazando incluso con concluir su carrera deportiva?

Si, Bettini. El italiano tuvo que abandonar en la Vuelta a Valonia por problemas físicos -últimamente siempre enferma por la zona, como la vomitona de la Amstel- y ahora se apresta a tomar la salida en Alemania. ¿Saldrá sin firmar? ¿O tendrá una baja de última hora? ¡Qué interesante!. Sigan el caso. Y recuerden: los alemanes no bromean. Los suizos menos: según cuenta el prestigiosísimo diario Neue Zürcher Zeitung, el Tribunal Superior helvético ni siquiera ha tomado en consideración el recurso presentado por Camenzind contra la multa de 500 francos que le puso el tribunal cantonal en mayo, al negarse a declarar quien le había suministrado el EPO que cerró su carrera deportiva. Dopado, multado y encubridor: yo le recomiendo a Camenzind que se reconvierta a banquero. Y a los del queso y chocolate, penas de cárcel.
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Hombre, no es noticia estrictamente de ciclismo, pero hacía tiempo que sabía que esta excusa iba a aparecer. Botaronme droja en el colacao o Somebody put something in my drink (Los Ramones). Aitor González acaba recurriendo a la excusa del adolescente que vuelve como una cuba a casa y es pillado. "Alguien me puso algo en la bebida". Jo, viendo las fotos, lo más seguro es que haya sido un tratamiento continuado de cacahuetes, glucosa y panceta.

07 agosto, 2007

El Efecto Popeye, otra mentira más del dopaje

Una de las mentiras más difundidas del dopaje, y por medio de los altavoces más influyentes, es que por mucha mandanga que te metas en vena, la farmacología no crea campeones de la nada. Lo que el hemodruida por excelencia acuño en la frase, de reminiscencias apuleyanas, "no se puede hacer de un burro un caballo de carreras".

Y no sólo él. También el beato Alejandro Lucía viene a decir lo mismo. O Arribas. O Gómez Linares, dentro de sus limitaciones. Muchos y muy inteligentes lectores de este blog. Y Perico Probenecid. Digamos que hay consenso transversal en el mundillo, que no entiende de familias ni de filiaciones, y que viene a decir: que no. Que si estás sentado en el sofá viendo el Tour de Francia con la panza, no sueñes con tomar EPO, Synacthen y ponerte parches de testosterona para ganar la carrera.

En parte tienen razón. Pero como todas las verdades a partes, al final sirven para ocultar mentiras. Ese tipo de argumento prodopaje es lo que denomino el Efecto Popeye. Al igual que el marino de la pipa, bastaría con tomarse una lata de espinacas para conseguir supermusculos y derrotar a Brutus. Al final, el beso de Olivia, que bien podría ser la azafata. Igual que la verdura rica en hierro el EPO. Que el dopaje iguala fuerzas, pero que los buenos siempre serán buenos. Ya.

Evidentemente, una persona que no desarrolla actividad física no puede pretender tomarse las espinacas y salir a disputar una carrera. Es una cosa tan de sentido común que ya tiene que inducir a la sospecha, sólo por la cantidad de veces que se dice en antena o se escribe en los periódicos. Pero un ciclista sí. Y no hace falta "la selección genética" de Lucía, producto del entrenamiento, de años esforzándose en las carreteras y de acostumbrar al cuerpo a trabajar a determinados umbrales anaeróbicos y demás patrañas. Miren Zülle. Hasta los 19 años no se sube a una bicicleta, y con 23 años ya está ganando carreras entre profesionales. Con la EPOnce.¡Eso si que es adaptar rápidamente el cuerpo!. Hay muchos más ejemplos: David Blanco, el broker gallego, merecería un post aparte.

El dopaje. El dopaje convierte a auténticas mulas en corredores todoterreno: basta ver las clasificaciones de cualquier carrera tras la irrupción de la marea EPO. Ciclistas como Simone Borgheresi, Pascal Chanteur, Rodolfo Massi o Jesús Montoya. ¿Qué eran antes del dopaje masivo estimulando la médula espinal para producir más glóbulos rojos? Nada. Nadie. Auténticos corredores de pelotón, morlacos sin cuernos. ¿Y después? Contrarrelojistas. Escaladores. Clasicómanos. Aspirantes a carreras de tres semanas. Tal cual. Cambien los nombres, da lo mismo.

Todos estos corredores, o los que quieran imaginar, jamás aparecerán en las conversaciones, digresiones y artículos pseudocientíficos de los adoradores de la teoría equina de "si burro, no caballo", que la práctica demuestra que "si burro, puede que caballo". Hablarán de que Basso siempre había sido el mejor en categorías inferiores. También Ullrich. O Armstrong. Mancebo. Que no existe el Efecto Popeye, que un corredor que se ha arrastrado en las carreras previas al Tour puede perfectamente completar las tres semanas a gran nivel. Y si que existe. Como dice la ilustración de arriba, I yam what I yam, un juego de palabras que en castizo sería "somos lo que comemos". Y gracias a la Operación Puerto sabemos cúal es la dieta de un ciclista. De los buenos y de los malos. El Efecto Popeye: una lata, y a repartir mandobles. O pedaladas.
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La idea de este post me vino tras un fecundo debate con nickBernard.
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Se dice que el Quick Step quiere fichar a Pereiro. Y que el gallego se está dejando tentar. Me parece muy buena opción para el equipo belga y para el ciclista. Desde hace unos años Patrick Lefevre está buscando un escalador-jefe de filas que le sirva para no ir el último en la caravana de coches durante la disputa del Tour de Francia. Lo intentó con Pecharromán: rana; también con Mercado: sapo; una vez más, con Rujano: batracio; también con Gárate: muy por debajo de su nivel en el Giro. Así las cosas, el quinto jefe de filas hispanoparlante sólo puede llevar al Quick Step a la honrosa 10ª posición en la caravana de coches, la misma que Pereiro defiende con uñas y dientes.

06 agosto, 2007

La decadencia de la Clásica de San Sebastián

El sol lucía espléndido, los corredores llegaron con media hora de adelanto y el Tour de Francia había acabado seis días antes. Estaban todos los elementos para poder reconducir a la Clásica de San Sebastián por su camino histórico, el de los ganadores de prestigio, un camino del que fue apartada por M.A Martín Perdiguero, Tino Zaballa y Xabier Florencio. Resultaba curioso oir a Carlos de Andrés citando el elenco de ganadores y pasando por alto a gente como Raúl Alcalá o Armand de las Cuevas, que cuando ganaron la carrera eran de lo mejor del pelotón: memoria oclusiva. La misma que hará que nos venda a Bertagnolli, el ganador de este año, como un campeón.

La escapada se formó, numerosa, en la subida al alto de Orio, al inicio del día. Habían bajado por la antigua nacional, paralela a la ría, y en la primera asperidad se fueron. Tres de ellos llegarían a coronar el Jaizkibel, para que vean la pujanza que tuvieron. Mientras el helicóptero se entretenía en tomas aéreas de la bahía del Txingudi -la realización fue desastrosa- no supimos nada de cómo coronoba el pelotón. Sí que vimos, más adelante, como Joaquím Rodríguez lucía su maillot en las primeras posiciones. Inútil. Es un corredor que, salvo en la L-B-L que ganó Piti, y aún así me quedan dudas de que jugó para ganar, nunca se le ha visto trabajar. Por eso salió de la ONCE a finales de 2003. Y por eso saldrá de Caisse a final de este año. Se cree una estrella, y es un estrellado. Un clasicómano estrellado. Cuando Valverde lo necesitó, no estaba.

Y así la estrella murciana lanzó sus salvas de fogueo subiendo un repecho en las afueras de Irún, para después no poder reaccionar ante el movimiento decisivo de Gárate y Bertagnolli. Solo en un grupo de veintipico unidades. En meta diría: "soy el corredor más vigilado del pelotón", aludiendo a esa valverditis que vimos en la A-G-R de este año. Gajes del oficio. También el Madrid Galáctico se quejaba de que los equipos rivales jugaban al 110% de sus posibilidades, por el prestigio que daba ganarles. Y así les fue. Pero la excusa es común: "jolín, es que lo demás se esfuerzan por encima de lo esperado". Ya. Esto es deporte, competición. A veces se olvida.

El caso es que Gárate, un corredor que ha protagonizado un Tour discreto pero con muchas mejoras contra el reloj, y que ya había conseguido sus mejores victorias con acciones de este tipo, se fue con un italiano hacia la meta. Un italiano muy rápido. El desenlace estaba cantando. Acumularon tanta ventaja que incluso pudieron jugar a pistards hasta bien pasado el puente del Urumea. Inútil para el irundarra. Bertagnolli ganaba la Clásica de San Sebastián ante un gentío que había abandonado su molicie veraniega para ver un nuevo triunfo de un corredor ultradopado. Y les explico.

La victoria de Bertagnolli el sábado entronca directamente con la plata de Piti en Madrid o las múltiples victorias de Freire sin competición previa. El trentino sólo había competido este año en Milán-Turín a principios de marzo, el campeonato italiano a finales de junio, y el Brixia Tour de hace unos días. En total, seis días de competición. Y gana la Clásica de San Sebastián. De los nuevo primeros en meta, el único que no había corrido el Tour. Y encima es el ganador. Bertagnolli es un caso arquetípico de un burro convertido en caballo ganador. Pasado a profesionales porque lo recomendó su paisano Simoni, estuvo en la corte del iracundo italiano hasta 2004. Esta temporada ganó cuatro prestigiosas carreras de un día italianas y creyó que podría ser jefe de filas. Fichó por el Cofidis, francés. Y entonces conocimos que era alérgico. Como Beloki cuando fichó por Le Boulangere. Pobrecito, no se podía medicar. De esta guisa ganó una etapa en la Vuelta en 2005 -también tras venir de la nada- y una etapa en Tirreno 06, nada menos que en Torricella Sicura y ante Freire. Después, el vacío. La alergia, que es un mala compañera.

¡Menos mal que fichó por el Liquigas este año¡ Entonces, si ya podía medicarse, ¿por qué había competido tan poco?. Bueno, vendrá bien recordar que justo antes de la Tirreno-Adriático se produjo uno de los incidentes de dopaje más sonados en lo que va de año: los corredores del Liquigas DiLuca, Petito -la carrera salía de su casa, Civitavecchia- y nuestro querido Bertagnolli fueron afectados por un "virus" que los dejó fuera de circulación. Después nos dijeron que el ganador de San Sebastián tenía "arritmias". Ya se ve que se ha curado muy bien, aunque aún mejor fue la cura del virus que experimentó DiLuca. Total, que el Liquigas sigue sumando triunfos, Valverde puestos de honor (tercero, el mejor resultado de la estructura Echavarri-Unzué desde la victoria de Induráin en 1990) y que la Clásica de San Sebastián ahonda en su decadencia, por mucho público que hubiese aplaudiendo.

Mi último pensamiento a la sufrida y un poco ingenua aficción vasca: este año ha visto las victorias de Cobo, Joaquím Rodríguez por dos veces, Tino Zaballa en Arrate, ayer en Urkiola de Gómez Marchante...¿hasta cúando?.
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Y sin salirnos del Liquigas, DiLuca se las prometía muy felices con la casi absolución que tenía apalabrada para Oil for drugs. Ya estaba sacando pecho y todo. Pues casualmente le han comunicado que en un pequeño hospital de provincia de Téramo han encontrado bolsas de sangre típicas de hemotransfusión. Al bello italiano se le ha cambiado la cara. También sus declaraciones. Pero ojo, estamos en Italia: quizás no pase nada. Que un hospital menor de una provincia abandonada de la mano de Dios dedique una dependencia oficial a guardar bolsas de sangre de gente que no son pacientes debe ser de lo más normal. Pero el toque a DiLuca es clarísimo.
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Ayer los medios españoles daban gran relevancia a que en Alemania no se van a quedar de brazos cruzados con el famoso doc. 31 de AC. Incluso As lo volvía a reproducir, primera vez en la prensa española desde el 30 de junio de 2006. Que nadie se lleve a ilusiones: Lissavetzsky ya ha dicho que el triunfo de Contador no lo borra nadie.
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¡Hombre, pues gracias! Me pregunto que pensará Xabier G. Luque de este Caballo de Troya en su propia casa....
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Lo que hay que leer...Chente García Acosta, el ciclista que conminó a Simeoni para que se descolgase de la escapada en 2004, entronizado con un artículo en El País sin venir a cuento. Como un superviviente. Y tanto. Siempre supo ladrar bien a todos: a sus dueños; a los neoprofesionales; a los periodistas que le preguntaban por su victoria en la Vuelta a Navarra en 1996.

03 agosto, 2007

El catedrático Alejandro Lucía

Para todo lector de este blog no es ninguna sorpresa la deriva de Carlos Arribas, otrora prestigioso periodista de El País. Ha pasado de ser el autor de la exclusiva sobre la Operación Puerto a un auténtico muñidor de los ciclistas dopados, de Valverde a Contador, pasando por llamar talibanes o arqueólogos a los que no han seguido su mismo itinerario hipócrita. Sin embargo, el periodista no está solo en su labor proselitista: desde hace unos años se acompaña, no ya de Pedro Horrillo (positivo este año en la Flecha de Brabante), sino de una pátina científico-médica que le proporciona Alejandro Lucía.

Este doctor es Catedrático de la Universidad Europea de Madrid (UEM). Es una universidad privada, y ya saben como funcionan las privadas en este país: apenas dedican nada a la investigación, en el momento en el que pagas su suculenta minuta eres ya licenciado, y tienen muchas instalaciones y botones que tocar. Huelga decir que los requisitos para acceder, tanto para el estudiante como para el profesor, son muchísimo más laxos que en la pública. Pero bueno, ahí está el catedrático, y bien que se cuida de ponerlo en todos sus escritos, que van a ser el objeto de este post.

El 23 de julio de 2006 El País publicaba la columna La importancia de cuidar la aerodinámica, donde este auténtico genio de la medicina deportiva analizaba la crono de Montceau-Les Mines que dió el Tour a Landis. Sí, el mismo Landis de la exhibición en Morzine. El galeno, al que imagino como el profesor Tornasol de Tintín, escribía, tras elucubrar a brocha gorda sobre la resistencia al aire: “”más efectivo aún es estrechar al máximo los hombros, como lo hacía Landis en esa incomodísima posición suya, muy trabajada en los túneles de viento. Visto de perfil, no parecía más aerodinámico que los demás, pero cuando las cámaras lo enfocaban de frente, la cosa cambiaba (...) Si extrapolamos los resultados de algunos estudios científicos, y aún siendo conservadores, podemos cifrar la ventaja aerodinámica del americano en casi 1” por km.”. No se acaban aquí los elogios al robot: “Landis fue el único que mantuvo la vista al frente todo el tiempo” (efectivamente, como el día de DisneyLandis, y como buen robot: este es un médico que sabe extrapolar resultados, pero sólo a segundos por km) “impidiendo que se formasen turbulencias en la zona de la nuca (...) Hasta su bidón era más aerodinámico que el de sus rivales. En vez de ser cilíndrico, era aplanado e igual de estrecho que los tubos de la bicicleta. Algunos segundos ganaría también gracias a ese detalle, que para algo están los estudios científicos”.

¿A que mola ese remache?: “que para algo están los estudios científicos”. Claro, claro: la ciencia, esa palanca que permite mover el mundo. Me recuerda a cierto comentarista televisivo, siempre hablando de los cuadros, la marca de los grupos, la textura de los maillots y el rimel de las pestañas. Pero bueno, quizás se entienda todo mejor reproduciendo un artículo un poco anterior de Alejandro Lucía, publicado el 25 de junio de 2006 en los dos días de orgía de documentos de la Operación Puerto. Titulado EPO, sangre, HMG y Prozac, es una versión divulgativa de los efectos de esas drogas, pero lo más interesante es el final. Lean con atención: “Dicho lo cual, que nadie se desengañe en vísperas de una carrera tan maravillosa como es el Tour. Por mucha Operación Puerto u otros escándalos de dopaje, los ciclistas siguen siendo los esforzados de la ruta, como se les conoce desde principios del siglo pasado. (Cuando, dicho sea de paso, también recurrían a fármacos para intentar mejorar su rendimiento, y además de un modo mucho más descontrolado e indiscriminado que hoy en día). Y se sacrifican y sufren como nadie. Además de jugarse la vida en la carretera. Que nadie lo dude: al final, siempre gana el mejor, el más valiente. No el que más se dopa”. Maravilloso, ¿verdad? El dopaje, minimizado por una supuesta autoridad, con los mismos argumentos que Eufemiano Fuentes (“el dopaje no hace de un burro un caballo de carreras”: Nozal debe ser una gallina). Por cierto, los errores de puntuación son del autor, que de tanto estudiar el cuerpo humano debió olvidar la gramática. Leído esto, a nadie puede extrañar que un mes después, después de haber vivido el día de DisneyLandis, justificase su rendimiento por la aerodinámica y los botes cilíndricos.

Abundemos un poco más en el protagonista de hoy. En su laboratorio de la UEM hacía pruebas de esfuerzo y rendimiento a Mancebo (sí, el mismo) y otros famosos corredores de la misma cuerda. Algo sabrá, digo yo. Así lo dice una simple consulta al PubMed. Vemos que hace seis años publicó un interesante artículo en International Journal of Sports Medicine sobre las diferencias entre los escaladores y el resto de los mortales, que les prometo analizar más en detalle. No es lo que interesa hoy. Vean los coautores: Hoyos y Chicharro. Del segundo no puedo decir nada, salvo que tiene un apellido futbolero; del primero sí. Es el médico del Caisse d´Epargne. ¡Y que pedazo de médico! Que nadie me malentienda: sólo voy a reproducir lo que dijo a El País el 22 de junio de 2007, cuando inventó la teoría de que la desastrosa crono de Valverde se debía a un virus. Este es el párrafo completo: “Veremos que tiene”, avisaba el doctor del equipo, Jesús Hoyos, con síntomas de manifiesta preocupación. Fue él quien explicó que a Valverde, nada más empezar la carrera, se le hinchaban los músculos en cuanto trataba de forzar el ritmo. “Tal vez se bajó pronto del rodillo y se enfrió”, razonó el médico, que zanjó: “No fue una pájara, ha ido de menos a menos”. Quien más o quien menos sospecha que Valverde incuba un virus. “Lo cierto es que después de un día como éste, en el noventa y nueve por ciento de los casos vas a peor”, insistió Hoyos.

Pues salió el 1%, porque Piti estuvo muy bien en los Pirineos, y acabó sexto el Tour, a pesar de ese maligno virus. Tan maligno que empieza explicando el rendimiento decepcionante igual que lo haría mi abuela, con un “cogió frío”. ¡Qué pedazo de médico!. ¡Le voy a consultar también sobre como invertir en Bolsa, que afina mucho!. Pero bueno, recordemos que el protagonista de hoy es Alejandro Lucía, sólo quería ampliar horizontes hacia la gente con la que hace publicaciones científicas, y para que vean donde están. La última perla de este catedrático, que camina con paso firme hacia el Premio Nobel, data del 30 de julio de 2007, con motivo de la victoria de Alberto Contador en el Tour. La naturaleza del campeón deja poco lugar a dudas desde el titular. Tras unas elucubraciones sentimentaloides sobre los ciclistas, espeta: “Lo que caracteriza a los ciclistas, héroes todos ellos, que hoy llegan a París, es una capacidad genética muy especial, un bagaje de muchos años de entrenamiento, y una enorme capacidad de sufrimiento y superación. No hay fármaco que supla estos tres factores. Y lo mejor de todo: difícilmente lo habrá”. Disculpan que intervenga un poco: para la última característica, ¿el Prozac para que se utilizaba? ¿para hacerte sentir el rey del mundo, verdad? Bah, no me hagan caso, que yo no soy catedrático.

“No existe droga alguna que pueda suplir las adaptaciones fisiológicas que sólo se consiguen con años de duro entrenamiento: aumento del número de vasos sanguíneos y de mitocondrias (...)en los músculos, mayor eficiencia metabólica, o tolerancia extrema a la fatiga. Cierto, muy cierto, que hay fármacos que mejoran significativamente el rendimiento físico. Y que en un futuro pueden salir otras drogas más eficaces que las que usan hoy. Pero no tanto como para desafiar a la madre naturaleza y determinar quien es el campeón”. En fin, palabra de médico. Fíjense como utiliza “drogas” y no “fármacos”, “sustancias” o “medicamentos”. Convendría recordarle que en el año 1997, en plena orgía de EPO, un corredor neoprofesional, que apenas había competido en categorías inferiores, quedó séptimo en el Giro y quinto en la Vuelta. Se llamaba Stefano Faustini y corría en el AKI. No volvió a hacer nada más. Absolutamente nada más. ¿Será desafiar eso a la madre naturaleza? ¿O no será desafiar a la madre naturaleza aguantar la retórica hueca, pseudocientífica y narcotizante con las que nos apedrean desde los periódicos? Porque vamos, lo que hay que leer. Al menos una cosa tengo segura: yo no me pongo en manos de un tío que escribe estas cosas. Si fuese ciclista, a lo mejor.
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El año pasado Pereiro se paseó por su Vigo natal con una camiseta que ponía, en inglés, “Dejad de lanzar misiles”. Ayer Contador dió la primera entrevista televisiva de su vida en Cuatro, a eso de las dos de la tarde, y ante uno de esos presentadores tan monos y tan romos que caracterizan la cadena. Con decirles que hace pareja cómica con Juamma Castaño...Su camiseta ponía, también en inglés y francés, “Mi chica me ha propuesto un menage a trois”, y después algo más en letra menuda. La misma gente que ha llevado su carrera deportiva (Manolo Saiz y los médicos) podría haberle enseñado idiomas, si querían convertirlo en una figura mundial. Al menos entendería lo que ponen las camisetas. O lo que ponen los prospectos de las medicinas

02 agosto, 2007

Derechitos al abismo

El pesado de Xabier G. Luque ha vuelto a repetir en este Tour lo de que Festina vendía más relojes tras el escándalo del 98 que antes. Es su leit-motiv, su auténtico caballo de batalla. También que Phonak vende más audífonos. También que más catalanes visitan Castilla-León tras el patrocinio del Gran Premio de la Volta. Es un caso perdido: sería capaz de vender embutidos de Vic en La Meca.

Les reproduzco al lado, citando la fuente (As), la tabla de audiencia acumulada del Tour de Francia. Y tengan bien presente que este año ha ganado un nacional, remontando día a día y con etapas muy emocionantes de montaña situadas en fines de semana: vamos, el sueño de cualquier competición deportiva. Y estamos hablando del Tour de Francia. Bien, pues ha caído la audiencia: poco, pero ha caído. Pero es que el año pasado también, y se jugaban el Tour en los últimos días dos españoles, situados primero y segundo de la general. Es una tendencia iniciada en el año 2002, donde casualmente otro español fue segundo. En 2003, en una edición especialmente emocionante, la audiencia repuntó, pero fue un espejismo. La tendencia está bien clara y marcada.

1.050.000 personas de acumulada, y eso que la media la sube espectacularmente la etapa 16º, esa que fue vendida como reina y donde Contador iba a desbancar a Rasmussen. Curiosamente, fue la única etapa retransmitida en directo por La Primera. No es detalle nimio. Los primeros en abandonar el Tour han sido los propios responsables de programación del ente público: antes había un bombardeo constante con el Tour, se enlazaba el final del Telediario con imágenes en directo de la carrera y, por supuesto, encabezaba el bloque de noticias deportivas, cuando no el propio Telediario. Ahora, relegado al último lugar, y pidiendo por favor. Curiosamente, esa cobertura que han negado al Tour se la dan a la Vuelta, carrera de la que han perdido los derechos, que no empieza hasta dentro de un mes y donde hasta el almidonado Lorenzo Milá sale diciendo "creemos en el ciclismo". Si, se nota en los servicios informativos que diriges.

No le culpo. En el ciclismo no cree nadie: ni la audiencia, ni los programadores y verán como, a final de año, ni los patrocinadores. Cree Xabier G. Luque y sus patrañas, y cree todo el mundillo que vive de esto y que teme una boxeización de su ganapan. Defienden su corral, y lo hacen como gallos de pelea. "¡El ciclismo es un deporte vivo!". Si, si, podreís lucir muchas victorias de robots, en todos los terrenos, pero el ciclismo no lo ve ni Dios. El share es rídículo, y no justifica el despliegue de helicópteros, azafatas, enviados y palmeros que antes se veía. Las culpas son también externas (emergen nuevos deportes, otros hábitos de ocio para el entretenimiento en el hogar, las vacaciones ya no son siempre en agosto), pero a nadie escapa que son básicamente internas.

Y llegamos al dopaje. Existe una tendencia imanente a considerar que el vulgo, el populacho (en educado: la gente de la calle) son una masa informe y semisubnormal que no se entera de lo que pasa. Es muy patente en los políticos (que dicen "el pueblo es muy sabio" o "el pueblo se ha equivocado" según les venga conveniente), los publicistas y los preceptores de opinión, anteriormente denominados intelectuales. Sin embargo, la realidad es terca con esas definiciones generalistas. La gente, afortunamente, ya no es así, si es que alguna vez lo fue. Y ven lo que hay. Ven los elogios desmedidos, rayando en el racismo, a un tío con las rodillas destrozadas que gana una crono y una etapa de montaña, con 28´perdidos en medio. Vieron durante siete años a un cyborg del que ahora nos informan que es mejor que te falte un güevo. Ven los contínuos casos de doping, las excusas abyectas, pueriles, las mismas caras al frente del volante que hace veinte años. El ciclismo se muere, y la gente que lo está viendo desde dentro es incapaz de ver que lo está matando el dopaje.

Mientras tanto, pisando fuerte hasta el acantilado. "Son casos aislados", "¡levántanse a aplaudir a este hombre, todo coraje!", "la televisión alemana se equivoca", "son unos talibanes". Ya saben el íter: cae la audiencia (por el dopaje)>se va la televisión>se van los patrocinadores>ya estamos en el abismo. Y qué dificil es salir.
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La coca me vuelve medio loca. La tan cacareada Movida cantaba esta frase en boca de McNamara y Almódovar, ahora convertido en icono de la modernidad y con las más altas distinciones. Lo de Aitor González el 21 de julio es una noticia del verano: joven, sin ocupación pero con la cartera llena, un deportivo, las calles del centro de una ciudad costera, drogas, alcohol. También es una noticia de ciclismo: con fama de díscolo, cuando ganó la Vuelta tenía a su lado una novia abogada que le parecía centrar un poco. Parece que no. De aquellos excesos de hace treinta años vienen estos: la cocaína está en todas partes, la consumen todos los estratos sociales -es de los pocos productos que ha bajado su precio al por menor- y está socialmente bien vista. Y de otros excesos de no hace tanto tiempo.

A algún gañán le habrá alegrado la noticia. Aitor González nunca contó con muy buena fama por haber usurpado el puesto que correspondía a Sevilla en la Vuelta 2002. ¿Hay sevillistas por ahí?. Pues que sepan que lo de el antiguo Termiaitor (nunca me gustó el mote) es reprobable, pero más patético es ver al manchego en la situación en la que está. Al final, todos parias. Todos medio locas. O todos contentos -mejor: eufóricos-, cantando "la coca, la coca/me vuelve medio loca". El alicantino será juzgado en breve, y ojalá le apliquen esa maravillosa ley, con la que no puede haber más que consenso universal, que estipula penas de cárcel para todo aquel que conduzca con "desprecio a la vida, propia o ajena".
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Se ha muerto Ryan Cox, ciclista sudáfricano de 28 años y miembro del Barloworld. Al gran público no le sonará, como no sea por remiscencias de algún cantante melódico. Se ha muerto por una enfermedad que desarrollan los ciclistas de alta competición y de la que ha sido operado, por ejemplo, O´Grady, y que fue la que retiró a Santi Blanco. En el caso del desgraciado sudáfricano la intervención quirúrgica de hace dos semanas en Francia -por el mismo doctor que llevó al australiano- no debió salir bien, y se desangró vivo cuando ya estaba de vuelta en su país. No pudo cumplir su sueño de correr el Tour de Francia.

El caso debe llevar a la reflexión. Son bastante frecuentes los casos de ciclistas con graves dolencias que se empeñan en seguir con una profesión que lleva el cuerpo al límite. No les digo ya lo de combinar asma y alergias con la alta competición, algo que ya parece facultativo. Y eso que los equipos están llenos de médicos que cuidan por la salud. Así por lo pronto, conocemos el caso de Armstrong, cáncer a los 25 años con metástasis extendida, y que volvió a la alta competición durante ocho años más; Landis, con la cadera necrosada -riesgo de quedarse cojo- y que quiere seguir compitiendo; o Alberto Contador, que desconociendo que tenía un cavernoma hacía uso de espesantes de la sangre, con lo malo que es eso. Es más: la joven estrella, que en teoría está recuperada, también se desmayó en la Vuelta a Burgos de 2006. Después pasará lo que pasará y nos acordaremos de Ryan Cox, o de Dennis Zanette -murió por una malformación congénita, nos dijeron-, o de Fabrice Salanson -ídem-.
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El ciclismo se regenera. "Tengo claro que fue un tema político".

01 agosto, 2007

El virus de Valverde y otras historias del Tour

Tenía pensados varios posibles temas de blog para los días posteriores al Tour: un resumen de las columnas de Pereiro en El Periódico -descartado porque no se puede sacar nada de interés-, otro parecido de Flecha en La Vanguardia -ídem-, quizás algo nuevo. Bueno, pues nada de eso. Este es un post-macedonia, con algunos aspectos del pasado Tour que no deberían quedar olvidados.

Les reproduzco la portada de Marca al día siguiente del segundo puesto de Piti en Briançon. Parecía hecho. El dorsal número 18 para el Tour y para Eufemiano salía de los Alpes segundo. "He venido a ganar el Tour". Llegó la crono de Albi y cayó al puesto undécimo. En El País, órgano oficial de Echavarri y Unzué, el mamporrero que ha ayudado a Arribas escribía un relato espantoso de un supuesto virus que había afectado a el ex-Imbatido. Que en en rodaje en el rodillo no le habían subido las pulsaciones. Que en la crono igual. En fin, ya saben. También en Dauphiné le pilló un virus maligno y por eso hizo ese sentido homenaje a la estela de Tom Simpson en el Ventoux: a media hora del pelotón, dando tumbos y con la cara con textura de cerumen. Llegaron los Pirineos y del virus poco más se supo. Podríamos decir que es un virus ambulante, como lo fue en su momento su mujer Ángela, desaparecida del pelotón desde que va a tener gemelos, pero también desde un post que ya se ha hecho famoso en el pelotón. Piti subió decentemente la cordillera fronteriza, pero en la última crono volvió a las andadas con el puesto 17º a 3´37" del vencedor. Un virus muy caprichoso. Eso sí, según Alix, su postura y su técnica contra el reloj es perfecta. Y tanto. Si sigue mejorando, puede acabar en el equipo olímpico de remo.

Sexto final en el Tour, un puesto un poco artificioso por todas las polémicas que ha habido. Valverde no tiene cuerpo de Tour. Sólo saca diferencias en las bonificaciones y quizás algún final en alto, pero atacando bien cerquita de meta. Su sexto puesto hará creer a sus directores y a sus fans que quizás pueda ganar el Tour: en esa locura perdieron gran parte del potencial de Olano. Y es que el olanismo -el Tour por encima de todo, incluso de la própia lógica que imponen mis condiciones- es la mayor plaga del ciclismo español. Perdón, la segunda mayor plaga, pero en Valverde confluyen ambas pestes. En general, todo su equipo ha estado a un nivel muy por debajo del demostrado a lo largo de toda la temporada. No ya Pereiro, muy feliz por poder decir que lleva cuatro años entre los diez primeros (tres de ellos con un 5 raspado, pero lo vende como una matrícula de honor), incapaz de ver que ha ido en todas las etapas de montaña en el segundo o tercer grupo de escalada, sino otra gente como Fran Pérez, el amiguísimo de Valverde: de aguador. Incluso Nicolás Portal ha hecho mejor Tour, metiéndose en escapadas. El único que ha brillado es, además de la constancia de Arrroyo, un Iván Gutiérrez que no lo reconocen ni en su casa. Hasta la etapa de Loundeville, escapado en toda la montaña. Y sin perder potencia contra el crono.

Algunos lectores del blog han realizado un gran trabajo estudiando el número de corredores españoles en el primer tercio de la clasificación y el número de corredores de otras nacionalidades en el tercio inferior. Si bien es cierto que hay un "efecto estadístico" (España era la nacionalidad más representada), es sencillamente increíble ver a seis compatriotas entre los diez primeros del Tour, incluyendo un primer puesto que solo habían conseguido, en cien años de carrera, otras cuatro personas. Sin embargo, también hay argumentos para justificarlo, igualmente válidos: el ciclismo español siempre ha estado orientado al Tour, y la ausencia de italianos creíbles, alemanes dopados (fíjense en el rendimiento tristísimo del Gerolsteiner, que el año pasado asombró con Fothen, este año arrastrándose igual que Schumacher) y la desaparación de una nacionalidad histórica como Francia ayudan a la situación. Pero el Tour no es la tabla de comparación, sino la temporada completa: victoria en P-N con cuatro etapas; San Remo; P-V y cinco etapas: dos españoles entre los cuatro primeros en G-W; uno segundo en P-R; Piti y sus Ardenas; Antón en Romandía; Colom en Dauphiné; un equipo español ganando Volta y Suiza...salvo en el Giro, en donde también un equipo español arrasó con cuatro etapas, es la tónica de la temporada. Quizás es el argumento final para explicar el seis de diez en el Tour. Pero también el más descorazonador.

No he comentado nada de las dos etapas de Bennati. Tras haber escalado varios puertos con los mejores, y marcando el ritmo, el aretino se va con un botín envidiable del Tour. No ya la etapa de Castelsarrasin, donde inexplicablemente lo llevaron en un fuga en donde yo me hubiese parado, sino por el increíble sprint de París, de más de 300 metros y por el lateral. 26 años y el olimpo sprinter italiano delante. Eso sí, siempre que aclare esos altibajos que tiene: enfermedades sospechosas justo antes de las clásicas, que le dejan debilitado y triste, y su paso por Phonak en 2004 (sí, ese año), donde el equipo suizo se negó a tramitarle la licencia. No es la única historia extraña de este Tour: Leipheimer en el podio, después de seis años dando tumbos en Rabobank y Gerolsteiner, y siendo el más fuerte de la última semana; el increíble rendimiento del Euskaltel, donde todos, salvo el fucker Antón, han tenido su día de gloria. En el caso de Astarloza, sus tres semanas de gloria. En el de Txurruka, que sigue la línea de Pereiro (2005) y De la Fuente (2006), tres semanas de combatividad. Y porque ya no corría Mayo con ellos, que ni no se llevan el Tour. ¡Uy Mayo! ¡El que llegó a ser tercero de la general cuando Valverde era segundo! ¡Ese si que pilló un buen virus!.
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Es el único deporte con el que a veces quebranto la sacrosante regla de hablar solo de ciclismo. Les comento este minireportaje, que no dice nada nuevo, para que noten como Arribas no cita a Jolanda Ceplak, quizás el positivo más sonado fuera de las dos ruedas. La torre rubia eslovena pitó la máquina por EPO. Y es que no vean que piropos le soltaba Arribas cuando se convirtió en la diosa del milquini.
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Pseudociencia. También los científicos sudáfricanos consiguieron demostrar en los años setenta que los negros eran inferiores intelectualmente. Con un testículo mejor que con dos. Con diez mejor que con once, que decía Helenio Herrera. Por supuesto, no habla de los dos tomos de certificados médicos con los que la troupé de Armstrong se presentaba en cada control antidopaje. Y todo esto me lleva a un artículo, también pseudocientífico, que publicó Arribas allá por el 2004, también para justificar lo injustificable. Cualquier día se lo reproduzco.