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28 junio, 2012

El que de joven corre, de mayor trota (y II)

Fauja Singh, trotando por  Edimburgo a sus 100 años
Bien saben los habituales de este modesto blog que cualquier cosa relacionada con Armstrong me aburre sobremanera, y el único interés que puedo sacar a este personaje de sí mismo es por las cosas que se mueven en torno suyo.

La investigación federal sobre el dopaje sistemático en su equipo se cerró en falso en 4 de febrero de 2012, casualmente el día de la Lucha Mundial contra el Cáncer. Too big to fail, que dicen los estadounidenses, precisamente los que iniciaron todo el proceso, acumularon bastantes pruebas y después llegaron a esa conclusión.

Será que cuanto te conviertes en un icono ya no te pueden tocar: pasa en muchos ámbitos de la vida. Sin embargo, hace pocos días el antidoping estadounidense (USADA), tantas veces en connivencia con Armstrong, envió una acusación formal al heptacampeón del Tour con una acusación firme de dopaje. Contra el y todo su equipo médico de entonces, que en gran parte sigue vinculado con el ciclismo.

Nadie se esperaba algo así, y más tras el cierre de la investigación federal. Como en todo lo que rodea a este personaje lamentable para el ciclismo y el deporte en general (ha demostrado que convertirse en un icono contra el cáncer es el mejor escudo que se podría tener), no tardaron en aparecer las explicaciones, que como casi siempre flirtean directamente con el ridículo, a pesar de publicarse en medios prestigiosos.

Está el conocido caso de Carlos Arribas, otro personaje de sí mismo, que en su homilía dedica toda su atención a excusar a Armstrong con finos subterfugios. Su especialidad. Jamás ha considerado interesante para sus lectores, ni su redactor jefe tampoco, preguntar a Heras, Rubiera, el jienense que nunca ganó nada o Noval, sobre las prácticas en ese equipo americano. El periodismo entendido como una de las Bellas Artes. Por las florituras.

Afortunadamente, en el mismo periódico alguien escribe con fina ironía sobre el asunto, y así se salvan las aguas pestilentes que emanan de la pocilga en la que la se ha convertido el periodismo, al menos en lo que afectan al conjunto del periódico. "Sólo manifiesta opiniones personales y el Consejo de Redacción asegura la completa libertad del periodista en sus funciones". O como se escriba, pero por ahí va la cantinela. Del descrédito de la profesión ya nos ocuparemos en otra vida, de momento en esta vamos a ir tirando para pagar la hipoteca.

Otras explicaciones, además de la referida de "por joder" -aunque no aparezca estrictamente así-, son que siempre antes del Tour sale algo relativo a Armstrong -parece normal cuando has subido ocho veces al podio-, conexión con Ferrari para desestabilizar a algún favorito de cara al Tour, el Área 51 de Nevada y demás zarandajas.

Aquí el problema es mucho más sencillo. Armstrong, de profesión sus labores desde que se retiró por segunda vez del ciclismo, estaba en sus cosas de caridad -especialmente para él mismo, claro- cuando, a pesar de la excusa recurrente de "la familia" -tiene cuatro vástagos, a los que ha utilizado en repetidas ocasiones como razón para sus idas y venidas del deporte- redescubrió el gusanillo del deporte.

Armstrong llegó al ciclismo desde el triatlón, que allá a principios de los noventa era una disciplina muy exótica, escasamente practicada y que ni por asomo apuntaba al gran negocio en que se ha convertido: hasta ha llegado a deporte olímpico, en cada comunidad de vecinos de los países desarrollados hay una persona que practica este deporte y, mucho me temo, el término Ironman acabará en el ¡Hola!.

A eso ha vuelto Armstrong. Si en su primera retirada coqueteó con la maratón, con buenas marcas -esperamos que conseguidas con mejores artes que Aitor Osa, aunque es improbable-, ahora ha vuelto directamente al triatlón, y no como un mero aficionado: obteniendo posiciones de honor, ganando, e iba derechito hacia el Ironman de Niza -vivió en la ciudad francesa unos años, hasta descubrir las bondades de Girona-, uno de los más reconocidos de la disciplina, cuando la USADA se cruzó en su camino.

Armstrong tiene 41 años. Y va más fuerte que muchos jóvenes, o que gente que lleva toda la vida dedicado a la especialidad. Por supuesto, en todo este asunto no faltan los iluminados y supuestos especialistas como Antonio Alix -trabaja en el circo-, que siempre están dispuestos a poner un ¡wow! ante el rendimiento alienígena del americano, sus marcas y la "progresión lógica", de la misma manera que hace diez años circuló un artículo académico sobre la transformación física de Armstrong por el cáncer,que después fue un fraude.

Aquí todo es mucho más sencillo, y está íntimamente relacionado con un tema ya apuntado hace tiempo. Y también con la progresiva longevidad de las carreras deportivas. Armstrong y todos los que cuentan con un certificado médico como el suyo pueden seguir compitiendo con plenas garantías de éxito porque por su certificado no pasan los años.

¡Si lo sabrán bien en la USADA, que durante muchos años han ido y venido con los archivadores donde aparece todo el historial médico del texano y todo lo que podía tomar por sus especiales características! La acusación contra Armstrong se recupera porque veían que este supuesto superhombre iba camino, certificados mediante, de establecer otra tiranía en un deporte supuestamente limpio (a todos los lectores triatletas que tengo: los Reyes Magos son los padres).

¡A ver si nos vamos a creer a estas alturas que Botero era el único al que tenían preparado un certificado médico nada más bajarse del avión que lo trajo a Europa en 1999! Quien más quien menos en el deporte profesional cuenta con su abanico de certificados de alergia, de asma y, los más afortunados, de alguna cosa como cáncer, epilepsia (bueno, este tiene incluso dos certificados), depresión (¡vamos Bisonte!), miopía y lo que se tercie para que sirva de pantalla para meterse de lo bueno.

Y no: esos certificados no caducan. El único que caduco fue el popular de la tasa de testosterona elevada "por razones naturales", y lo hizo cuando se aplicó un método que distinguía cuando la testosterona era endógena o exógena. Ahí no valía lo de "naturalmente alta", porque si venía de fuera....ese certificado, snif, snif, pasó a mejor vida, pero en los años de mayor apogeo lo tenían muchos ciclistas punteros, que después han recuperado, por mediación divina, sus niveles normales de testosterona.

Por supuesto, cuando antes se tengan estas dolencias -y certificadas, ojo, si no no valen de nada-, pues mejor, que el track de cosas como el pasaporte biológico llega lejos en el tiempo. Y cuanto más lejos, mejor. Quizás ahora empiecen a ver con otros ojos el veteranísimo nivel que empieza a verse por el pelotón profesional: ahora trotamos porque de jóvenes hicimos los deberes, y aqui tengo mi cartilla para demostrarlo.

En cuanto a Armstrong, su primera reacción fue ironizar sobre la misión de la USADA -acusación velada de malgastar dinero público, lo mismo en lo que se centró la investigación federal sobre su persona- y, recientemente, lanzar a su abogado en una persecución para saber los nombres de algunos de los, al parecer, diez testigos en su contra. Están en las mismas posiciones que hace diez años: Armstrong azuzando a sus perros -periodistas incluidos, llegó a tener algunos bajo sueldo- y la USADA haciendo como que no sabe, cuando lo sabe todo. Como lo sabemos todos.
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Qué mala pinta tiene esa investigación sobre el Europcar 2011 a tres días del Tour; suena como a "sabemos lo que hicisteis, no hicimos nada porque había posibilidades de ver un francés en el podio por primera vez desde 1989, pero este año no lo vamos a permitir, no vamos a hacer nada, pero esto es simplemente un aviso". Qué pena da todo en este deporte.
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En el anterior post indicaba que el Lampre fue el último equipo en facilitar el nueve para el Tour, una tradición que recordaba a lo sucedido en la previa del Giro 2010 con Caucchioli, que después fue sancionado con el pasaporte biológico; bien, pues en esta ocasión ha sido Bertagnolli, un corredor con trayectoria espantosa, y que no estaba preseleccionado para el Tour. Brillante. El corredor dice que ya había tomado la decisión de retirarse y el equipo, que los valores anómalos son de 2008 y 2009, cuando estaba en el Androni. El Lampre es el equipo con más casos de dopaje todavía existiendo, y siguen como rosas. Fucsias.
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"Ahora mismo, sólo con vascos, no llega para estar en el World Tour". Ni ahora mismo, ni antes, que vuestro corredor estrella desde el año 2006 se llama Samuel Sánchez y tiene de vasco lo que os habeis inventado. Cuanta hipocresía, y siempre con el mismo tema. Les sugiero que fichen a un iraní, como han hecho en el Lotto: así quedará muy claro que ni es vasco ni tampoco español.

Lo dice Igor GdG, que después de haber dicho que se iba -y se fue- vuelve a los pocos meses. Si en 2005 dejó el profesionalismo con 31 años ("por la familia"), ahora vuelve tras su mutis ("por la familia y por respirar aire") y como si nada. Desde luego, tiene que ser una persona fiable y de palabra. A la pregunta sobre si lee "foros de ciclismo" responde que algo lee y que algo le llega. No parece que sea así.

Por cierto, si es cierto el rumor de que Festina volvería al patrocinio de un equipo con el Euskaltel, me parecería muy bien y muy apropiado, igual que me gustan las actuaciones de Carmen de Mairena o que la droga que tomó Igor para el Tour 2005 sirviese de referencia para los jóvenes SMS Sánchez y Contador en esa edición de su debut en la carrera francesa. Ya por ponerlo todo, ¿ok?. Que todo es familia. Ciclista.
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"Los esfuerzos que hago por el Tour no los hago por ninguna otra carrera" ¿Quien es el autor de esta frase? Pues nada menos que Astarloza....Lo dicho, que fichen a un iraní. Y que luzcan la marca Festina. Es lo que merecen.
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Hoogerland había dicho hace una semana que iría a por la clasificación de la montaña en el Tour, cuando no es un escalador y desde las modificaciones del año pasado, es difícil que vuelva a ir a parar a corredores como él o como Charteau, ganador en 2010 y que este año ni ha sido seleccionado por el Europcar. Para allanar su camino, acaba de anunciar que va a demandar por su famoso atropello del año pasado. Flecha no ha dicho nada.
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No conozco a Gonzalo Torné, pero sí me había llamado la atención un libro en el que participa bajo la coordinación de Guillém Martínez: CT o la cultura de la transición. Crítica a 35 años de cultura española, publicado por DeBolsillo, una editorial de alcance. Confieso que no he leído el libro colectivo, pero un lector me ha informado que cita este modesto blog con estos elogios:

Por salirme de la literatura, la economía o la política, citaré un estupendo blog de ciclismo donde su autor desmenuza y acusa post a post no sólo las prácticas de dopaje de los ciclistas profesionales, sino la manera en que la prensa nacional (y patriota) defiende prácticas indefendibles para mantener limpios la mayor cantidad de tiempo posible a sus héroes (incluso cuando han dado positivo, incluso después de ser sancionados), gran reclamo para sus clientes-lectores. El blog es un estupendo ejemplo de cómo la prensa convencional da cobertura no sólo a los deportistas tramposos, sino también de cómo apoya a federaciones en las que el número de dopados se ha disparado más allá del límite de lo tolerable, y su autor es muy hábil para localizar y desactivar las estrategias retóricas defensivas ("nos tienen envidia", "no saben cómo pararnos") que apuntan a un consenso entre política, prensa y deportistas de élite que explicaría, por ejemplo, porque apenas se ha hablado de uno de los motivos para negar a Madrid la capitalidad olímpica: las sospechas de connivencia, tolerancia y encubrimiento de dopaje
Y no contento con esto, más adelante añade:

Trabajos como el de Sergio (pseudónimo del autor del blog), que no se basan en el resentimiento, sino en una actitud "ética" en el sentido que quiero explotar de inmediato, y escritos con un finísimo sentido del humor, son impagables porque encienden luces en el apagón informativo a que nos someten los medios en nombre del consenso y los intereses nacionales.
Pueden leer el libro completo por sólo 5 euros de nada: es lo que tiene estar publicado en DeBolsillo. El mérito es también vuestro, porque este blog no sería nada sin sus lectores, que incluso llegan a citarme en un libro. Y sin ser pie de página. Abrumado estoy. Gracias. 

27 junio, 2012

El que de joven corre, de viejo trota (I)

El futuro era esto
Ayer el Lampre tuvo a bien presentar su nueve definitivo para el Tour, siguiendo una inveterada constumbre del equipo italiano, como aquel recordado caso previo al Giro 2010, donde dieron de baja a Caucchioli poco antes de la salida, y después se supo que era por el pasaporte biológico y no por ninguna decisión técnica o táctica.

Y hoy toca hablar de biología y el pasaporte, pero no del pasaporte biológico. Sin hacer el trabajo estadístico que daría la cifra exacta, por primera vez en la  historia del Tour la edad media de los participantes superará los 30 años, una cifra que hace no mucho tiempo marcaba el inicio del declive de un corredor, y que hoy día anuncia el inicio de sus mejores éxitos.

Sólo 92 corredores tienen 29 años o menos, y el resto ya están de lleno en la fabulosa cifra de 30 años. La media de los equipos es igualmente significativa: el Saur-Sojasaun es el más joven, con una media de 27,52 años, mientras que el más viejo -y esto no es ninguna sorpresa- es el RadioShack, con la impresionante cifra de 33,70, y porque han metido a Gallopin, el octavo más joven y de 24 años.

Todos los datos están sacados de la interesante página velofacts.com, a la que les remito para ver el desglose de los datos. Que en la carrera más importante del calendario la media de edad sea superior a los 30 años es la confirmación de una tendencia que es motivo de asombro y preocupación por la deriva de este deporte, más que nunca centenario.

Si hace dos años podían ser noticia los debutantes treintañeros en la carrera -que es parte del mismo fenómeno-, ahora la noticia es el envejecimiento a marchas forzadas de la profesión ciclista, fenómeno que ni siquiera escapa a alguien tan poco dotado como Unai Osa, que en una entrevista reciente decía sobre su retirada a raíz de la Operación Puerto "Yo tenía 31 años, y aún tenía bastantes años de ciclismo. De hecho, ahora cada vez se van alargando más las carreras. No sé por qué… tal vez porque la gente joven no empuja como antes. No tiene sentido que gente como Lastras mismamente, esté andando ahora más que antes".

Lo dice el hermano de uno que acaba de dar, con 39 años, positivo en una carrera de montaña a pie. Sí que tiene sentido, todo sentido en este universo cerrado que es el ciclismo, donde se pasa del sillín de la bicicleta al sillón del coche deportivo en un mes (como Igor o Aldag, aunque este último ha renegado), donde hay siempre los mismos nombres en la medicina deportiva, o donde mismamente tu hermano da positivo por EPO frisando los cuarenta porque en el fondo tiene los mismo hábitos de siempre. Todo forma parte de "el mundillo", palabra con la que la gente de la bicicleta gusta englobar todo.

Quedense con la reflexión en voz alta de Unai Osa, un pobre muñeco roto que conoció muy bien "el mundillo" desde dentro. De aficionado corría y arrasaba -su Balenciaga sigue siendo insuperable- en la fábrica de monstruos que era el Banesto aficionado, donde se destacan los éxitos (Sastre), se olvidan los fracasos (Mancebo) y directamente se entierran los fiambres (J.M Jiménez). Sabe perfectamente el combustible y las enseñanzas que recibían, al menos no se ha ido a la tumba con ellas.

Otra cosa es que lo quiera reconocer, primero porque no le da la mollera: intuye el fenómeno ("cada vez se van alargando más las carreras"), no sabe por qué (y tanto que lo sabe, le basta con preguntar a su hermano) y acaba apuntando una hipótesis muy justificativa de su posición y la de los colegas que quedan de su generación, que son muchos: "tal vez porque la gente joven no empuja como antes".

Los jóvenes siempre empujan: va con la edad y con tener el casillero a cero. Con debutar en el Tour o en cualquier otra carrera y querer ganar, querer destacar. Parece mentira que algo así venga de alguien que fue joven en su momento, y muy cacareado: también se habrá olvidado. La explicación del fenómeno no está en los jóvenes, está en esos viejos que resisten. Y que saque el ejemplo de Lastras, que se educó en el mismo Banesto aficionados, no deja de ser sangrante.

Dice que los veteranos se saben cuidar y entrenar, pero un conocimiento somero del ciclismo acaba con esos tópicos interesados de la profesión de monje y cartujo que durante muchos años vendió la propaganda oficial: competir en una carrera como la Vuelta a España es compatible con salir de copas, ganar una gran clásica del norte se puede celebrar con cocaína, y los ciclistas tienden a comer comida-basura, o directamente engordar como sapos por la buena comida gallega o alemana, por citar únicamente los ejemplos de Pereiro y Ullrich. Todo esto por no hablar de los clásicos de siempre en estas profesiones saludables, como ir de putas (en "el mundillo", azafatas, o encargar una, como Manzano en la Vuelta 2003) o fumar.

Por ahí no va el discurso, porque parece que nadie se ha detenido a ver que uno de los fenómenos más lacerantes de la tendencia del ciclismo a acumular años y años es que los más veteranos no son precisamente cojos, o no permanecen en la profesión. Sin ir más lejos, Lefevre acaba de declarar que espera que Leipheimer acabe entre los cinco primeros este Tour, con sus 39 años, y que pondrá a Velits (27 años, 2º en la Vuelta 2010) a trabajar para el americano.

Los más viejos del pelotón no son, como fueron en su momento, actores menores como Arsenio González o Elli, son destacados protagonistas en este Tour y en los anteriores: Voigt y Horner, con 41 años los dos y los más veteranos -lo serían en cualquier profesión o ámbito con esa edad-, además de compañeros de equipo, darán que hablar en este Tour, dicen que el de la despedida para el alemán. No están solos en su veteranía: Petacchi, Kloden, O´Grady -que después acudirá a sus ¡sextos JJ.OO!-, Vinokourov o Hincapié también aspiran a papeles protagonistas.

No para la general, claro, para eso ya dejan a Evans, el 20ª corredor más viejos de 198 participantes, que defiende el título -fue el tercer ganador más viejo del Tour- y que, sin el menor atisbo de rubor o sana incredulidad, es el segundo máximo favorito tras Wiggins, que también tiene sus 32 años, la frontera que antes de la aparición de Armstrong marcaba la edad final para poder aspirar a ganar una grande por etapas.

"No tiene sentido que gente como [pongan el nombre que quieran por encima de los 34 años] estén andando ahora más que antes" Sí que tiene sentido en este loco juego que es el ciclismo, convertido desde hace tiempo en un circo sobrehumano y ahora, más que nunca, decrépito.
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Homenaje institucional en Girona a Hesjedal.  La industria del ciclismo y todas sus actividades auxiliares -especialmente las farmaceúticas- aportan riqueza a la ya de por sí rica provincia de Girona, que parece que quiere más. Tanto como vincularse directamente con esta gente.
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Eso sí, han montado este mismo año un Campeonato de España cojonudo: bellísimo y disputado, con mucho público e impacto publicitario. Como siempre, las categorías inferiores son las sacrificadas -no les hablo ya del deporte base- en aras de lo que ya está asentado y bien conocido. Iban a ser "los mejores campeonatos de España de la historia".

26 junio, 2012

El Tour y Sagan, inicio de una historia

Gana hasta en los entrenamientos. Y lo celebra
Una de las noticias de este Tour es el debut del sensacional Peter Sagan. Lo hará a la edad que lo hacen los más grandes campeones de la historia de este deporte, a los 22 años. No es que vaya con aspiraciones a la general final, pero si parece que coquetea con la idea de disputar la regularidad.

Malas noticias para Cavendish, que sigue siendo el hombre más rápido del pelotón -e irá con un equipo fenomenal para los sprints-, pero que no termina de acertar con la clasificación del maillot verde, que sólo ganó el año pasado a pesar de llevar veintipico etapas ganadas en la carrera.

En el Tour, como saben los últimos ganadores de la regularidad (Hushvod, Freire, Petacchi) hace falta tener también bastante ojo y sentido táctico para ir sumando puntos en etapas que no son al sprint, o en los sprints  intermedios. Es un éxito de competición, como demuestra las últimas ediciones de la carrera francesa, y si encima este año se propone un duelo Sagan-Cavendish, aún más.

El corredor eslovaco debutó el año pasado en una grande en la Vuelta, donde ganó tres etapas como tres soles y la regularidad, y todavía tuvo tiempo de llevar al pelotón en fila india en los puertos asturianos. Con 21 años. Este año ha debutado en las clásicas del norte y ha sido un ciclón al que le ha faltado una victoria para honrar su increíble primavera.

4º en Sanremo ganando el sprint del pelotón -y porque Nibali iba por delante, que si no hubiese ganado-, segundo en Gante-Wevelgem sólo batido por el mejor corredor de la historia en esas pruebas, 5º en Flandes -y atacando en algunos muur cuando vio que la carrera se le iba- y 3º en Amstel Gold Race, donde se equivocó en un sprint que tenía ganado. Insisto: era su primera participación en esas pruebas tan variadas en recorrido, características y final, y con 22 años.

No acaba ahí su temporada. Fue a California y ganó ¡cinco etapas!, y en Suiza ganó ¡cuatro! etapas. Acaba de revalidar su título de campeón nacional. Gana mucho, gana con suficiencia manifiesta, gana en cualquier recorrido, coquetea con la alta montaña y con las cronos, y debuta con el Tour con toda la ambición del mundo, la misma que le va a llevar a conseguir una victoria.

No necesita lanzador, aunque en el Liquigas le han puesto a Oss y el joven y prometedor alemán Nertz para acompañarlo. Veremos que tal les va contra los trenos del Sky, el Argos -todo el equipo volcado en torno a Kittel, es increíble-, el Lotto o incluso el Lampre con los veteranísimos Petacchi-Hondo más Bole. Cualquiera de estos no están en condiciones de disputar puntos para la regularidad en escenarios donde Sagan va a puntuar: etapas de media montaña y sprints intermedios entre puertos, ahí donde se gana la regularidad en el Tour.

Con un hombre con estas cifras y esta progresión hay que buscarle algún pero, y quizás el principal venga de que ya lleva 43 días de competición -y de qué manera, y en qué pruebas- este año, una exageración para su edad, pero parece que lo tolera. Como saben, este año el Tour vuelve a su recorrido clásico -primera semana llana, crono antes de montaña, crono después de montaña- y al joven eslovaco quizás le hubiese venido mejor una primera semana mucho más dura, pero es lo que hay.

En su equipo ya habían apalabrado su debut en el Tour el año pasado -y hubiese sido un pecado que no lo hiciesen así-, a pesar de que van con aspiraciones a la general con Nibali, muy bien flanqueado por Basso y especialmente por Szmyd. No parece que sea un corredor susceptible de caer en las trampas de la primera semana -es muy hábil con la bici, merced a su formación en el ciclocross-, y bueno, tiene todo el futuro por delante.

Este último va porque, en caso de salir torcido su debut en el Tour, todavía tiene muchas, muchas más oportunidades. No escapa a nadie que la evolución y trayectoria del eslovaco apuntan a que a medio plazo saldrá en el Tour a disputar la general. Así pues, demos la bienvenida a lo que se augura como una larga relación de amor entre la mejor carrera por etapas del mundo y el que se anuncia el mejor corredor del mundo durante muchos años. Y si se cae o no acaba la carrera, no pasa nada: también está entre los máximos favoritos para los JJ.OO, donde se presentará en el mejor de los casos con 64 días de competición y 22 años. Tremendo.
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SMS Sánchez tomará la salida en el Tour con nada menos que 56 días de competición en sus piernas, además bastante intensa. Es un día más que F. Schleck, que corrió 2/3 partes del Giro. No es un buen augurio para el corredor murciano, que después irá a los JJ.OO con 77 días de competición si logra acabar el Tour, donde tiene por delante de él en el escalafón Rabobank a Gesink, Mollema y Kruijswijk.
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Llama la atención el cinco de Alemania para los JJ.OO: Tony Martin y Bert Grabsch harán crono y ruta, pero son capaces de trabajar para el sprint; de hecho, ya lo hicieron habitualmente y nada menos que para Cavendish en el HTC; y los otros tres corredores que únicamente disputarán la prueba de ruta son el polivalente y muy prometedor Degenkolb -que no va al Tour con el Argos-, Greipel y su lanzador Marcel Sieberg...Eso si que es llevar a corredores cualificados para trabajar, y no a un Rojas que no va a hacer nada.
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Interesante artículo/entrevista/biografía con Henry Cárdenas, que los más veteranos recordarán como magnífico gregario de Lucho Herrera en su Vuelta victoriosa de 1987. Me ha gustado mucho el término patacones para definir lo que un lector de este blog llama como culogordos, los que empezaron a volar en las subidas a raíz de la difusión de la EPO a finales de los ochenta. Como suele ser habitual en estos casos, el relato está trufado de jugosas anécdotas de la época. Y el blog está muy bien, por cierto.
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Como se rumoreaba ya durante la disputa de la carrera, el próximo Giro saldrá de Nápoles, con un recorrido todavía por definir, pero que dadas las características de la ciudad cambiará muchas veces hasta durante el propio día de la carrera.

25 junio, 2012

Pocas banderas en el próximo Tour

Dopado-Dopado-Bronce
La ronda de campeonatos nacionales empezó el sábado en Italia de la peor manera posible. La prueba italiana, que con bastante frecuencia depara sorpresas, fue a caer este año en el campo de un corredor que acaba de volver tras cumplir sanción por dopaje, que milita en pulcro Androni, que arrasó en un circuito muy duro y que se llama Franco Pellizotti.

Cumpliendo una inveterada y reciente costumbre del ciclismo transalpino, el tricolore no estará en el próximo Tour. Mejor así. En la previa Renato di Rocco, presidente de la Federación, dijo que no subiría al podio a entregarle una medalla a un dopado, ante la posibilidad muy cierta de que Di Luca o Rebellin ganasen el oro. Ganó Pellizotti y Di Rocco subió al podio a endosarle la medalla, dando a entender que la Federación sigue respaldado al corredor que absolvió y que el TAS tuvo que condenar por el pasaporte biológico. Pues muy bien.

El circuito, durísimo de verdad -sólo acabaron la carrera 16 corredores de 109 que salieron- se hizo aún más duro con el temprano ataque de Scarponi, uno que en el Giro no terminó de carburar a pesar de acabar cuarto, y que va al Tour por primera vez desde 2004 -entonces tenía 24 años- no se sabe muy bien a qué. Acabó sexto, tras ser neutralizado poco antes de la última vuelta. Iba muy, muy fuerte.

Por delante, Pellizotti, que dejó clavados a Di Luca y Moreno Moser en la última subida, para entrar en solitario y deleitar con 400 metros finales de cucamonas, dedos señalando el patrocinador y pelo ensortijado. Di Luca, que también venía de bastantes semanas sin competir, dijo que le quedan tres o cuatro años de ciclismo en las piernas, y tiene 36 años. Por su parte, el último de los Moser, un joven que no deja de sorprender, callaba y aprendía: al fin y al cabo, su podio se debía al gran trabajo de Nibali, quinto en meta tras Gianpaolo Caruso, el famoso joven Liberty.

Y el domingo el gran festival de ir cambiando de carrera en carrera. En Holanda, que fue la primera que acabó, caía una lluvia inclemente sobre el duro circuito en la región de Limburgo, donde también se disputa el Mundial de este año. Terpstra volvió a robar la cartera al Rabobank con su mejor arma: la fuga en solitario volando sobre el resto de los rivales. Se fue a 40 km. de meta -no es la primera vez que lo logra- y en un momento dado vio a los pocos seguidores que tenía mientras iban subiendo y el ya bajaba una de las subidas del circuito. Tremendo.

En Francia, también bajo la lluvia, el circuito llano no favorecía las acciones para evitar el sprint cantado, aunque Chavanel lo intentó, y aprovecho para decir de nuevo que es un gran corredor, y ya lo era antes de que empezase a ganar regularmente. El sprint fue lanzado por la FDJ a ver si ganaba Demare o Bohuanni, el otro sprinter neoprofesional en sus filas que está asombrando. Fue un grandísimo sprint resultó para el segundo, con Demare plata, un poco como en el Mundial sub-23 que ganó. No era el día, pero ya vendrá. Ambos tienen 22 años y una rivalidad incipiente de lo más atractiva.

En España un circuito horrendo por el secarral salmantino dejó todo reducido al sprint, después de que el paso por el puente romano provocase una caída en la cabeza del pelotón: es lo que pasa cuando se mete a los corredores por un sitio así con el triunfo al alcance de la mano. Y eso que la carrera la organizaba la federación, que vela por la salud de sus afiliados. Del Katusha al final no fue ninguno, y lo que iban a ser los mejores campeonatos nacionales de la historia fueron, como siempre, una mierda de carrera buen ejemplo de la estructura federativa.

Una vez dentro de las calles de la población de Salamanca, vacías como en un holocausto zombi, Mancebo recogió la metáfora y atacó con su estilo característico de chepazos, cabeza torcida y escaso rendimiento. Después de muchos años sin ver a este muñeco roto del ciclismo comprendí que con la adecuada mejora del rendimiento deportivo se puede hacer de un burro un caballo de carreras, al fin y al cabo este año Mancebo ha celebrado haber logrado acabar 3º el Tour de 2005, tras la descalificación en el TAS de Ullrich.

Se llevó tras él a Ventoso y a Pacheco, que no le dieron ni un relevo. Cuando quedaban 400 metros para meta "Paquito" -como le llamaba el seleccionador nacional metido a comentarista- reventó y Ventoso saltó a por el triunfo cantado. Pacheco todavía pudo arañar el bronce, mientras Koldo Fdz de Larrea lograba la plata, espectacularmente lanzado por el Euskadi a pesar de que corre en el Garmin. Ventoso tampoco irá al Tour ni a los JJ.OO.

En Bélgica -sí, también llovía- la carrera acabó pasadas las seis. En un circuito completamente llano, Boonen atacó a ¡40 km.! de meta y sólo le quisieron seguir corredores de segunda fila, que evidentemente colaboraron con el gran campeón porque les valía la plata, el bronce o el simple lucimiento para poder contarlo a sus nietos. Cuando el pelotón dejó de perseguir, Gilbert intentó neutralizar en solitario, y fue inútil, como toda su temporada. Boonen llegó al sprint y se comió a todos sus rivales, con el pelotón entrando a 39". Segundo título nacional para el mito rodante, en una temporada de ensueño que tiene que coronar con el oro olímpico. No, no irá al Tour.

En el resto de campeonatos Stannard del Sky ganó en R.U -irá al Tour-, Boasson-Hagen hizo lo propio en Noruega y estará en el Tour, Weggman ganó en Alemania de manera bastante impresionante a tenor de las diferencias y el recorrido, Kohler en Suiza ante Albasini y Cancellara, y Sagan renovó en Eslovaquia ante Velits. Habrá pocas banderas nacionales en el próximo Tour, pero la de Eslovaquia la vamos a ver bastante.
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Lo último que se sabía de Aitor Osa era que deshuesaba jamones. Ahora aparece esto, perfectamente compatible con su actividad profesional. Su hermano, en una reciente entrevista, decía que los chavales de ahora "están medio amariconados y no les gusta sufrir". A ver qué le dice a su hermano, pero casi prefiero que los chavales estén así a que se metan en el mundo del deporte y acaben politoxicomanos. Y con un cuchillo en la mano.
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Me comentan, y agradezco enormemente desde mi absoluto desinterés en la modalidad, que un popular circo en bicicleta que se ha disputado este fin de semana por los Pirineos y con nombre de ave rapaz ha visto como quedaban primero y segundo dos corredores que dieron positivo cuando querían volar más alto. Pues eso, ¿qué más quieren?

22 junio, 2012

Sacrificado el peón Pozzato

Vaselina Pozzato, muy indicada en estos casos
¡Menudo lío que se ha formado de manera imprevista en torno a Pozzato! ¡Y todo a raíz de una información periodística en su propio país! Como ya conocen la cantinela sobre las especificidades de España en esta materia, pasemos rápidamente a las sufridas tribulaciones de este muñeco roto de manual que es el talentoso italiano.

Hace unos días Eugenio Capodacqua, uno de los pocos periodistas del gremio que tiene una actitud constante contra el dopaje -y encima escribe bien-, publicaba en Repubblica que Filippo Pozzato había ido a ver a Michelle Ferrari en bastantes ocasiones.

Lo decía tras haber podido acceder a parte del famoso dossier de la investigación que desde hace años se lleva en Padova sobre redes de dopaje, que avanza muy lentamente. En una grabación telefónica en dialecto véneto, el extremadamente tonto Pozzato se jactaba de ir a ver voluntariamente al reconocidísimo médico dopador, como el que se pavonea de asuntos amorosos. Y se metía con Sella por haber colaborado en su investigación por dopaje, y otras cosas.

Evidentemente, fue llamado inmediatamente por el CONI para que declarase sobre el asunto, habida cuenta que desde el año 2002 esta prohibido acudir al médico de Ferrara independientemente de a lo que digas que has ido, con sanción automática de seis meses. Resulta paradójico que en Italia tengan esta praxis, muy comentada siempre en este blog, cuando en España jamás ha llamado autoridad deportiva alguna a Heras, Rubiera, Noval o Beltrán para que cuenten lo que saben del UsPostal. Ni que decir tiene que lo mismo para Del Moral, Celaya o Pepe, from Valencia.

Pozzato, cuya vida deportiva lleva tres años dando tumbos -y el segundo puesto en Flandes este año indica bien poco, también lo consiguió Van den Broucke en 2001-, estaba en plena preparación de los JJ.OO de Londres, donde será il capitano. Evidentemente, en esto del ciclismo y las filtraciones nada es casual, y siempre hay que preguntarse ¿por qué ahora?

Gracias a Capodacqua, este verano igual que los demás
¿Por qué ahora y no antes? La conversación telefónica es de 2009...Como sabrán, el ciclismo italiano fue humillado a nivel de federaciones tras el soberano escándalo del positivo de Rebellin en la anterior edición de los JJ.OO, que se conoció a los nueve meses. En el fratempo los responsables federativos se habían pavoneado del considerable impacto de haber sido la primera medalla, de mantener el nivel (en 2004 Bettini había sido oro) y todas esas cosas de luchas internas, para después tener que bajar las orejas, devolver la medalla y penar con la pesada losa de tener al primer deportista italiano que daba positivo en unos JJ.OO.

Además, y para que vean que todo es casualidad, el nombre de Ferrari había aparecido recientemente en los medios como consecuencia del enésimo acto teatral en torno a Armstrong, que recientemente ha sido acusado por la USADA -el antidopaje en EE.UU- de cosas muy feas y al mismo tiempo muy conocidas, entre ellas la de haber tenido a Ferrari como médico durante muchos años, incluso en su cacareado regreso a la competición en 2009 y 2010.

La Federación italiana, que tiene acceso al sumario de la investigación de Padova, ha filtrado interesadamente ese fragmento de conversación -¿era Pozzato el único con las llamadas intervenidas?- para curarse en salud de cara a los JJ.OO. De momento, parece que el corredor italiano sigue con sus planes y entrenando, a pesar de que estos consisten en presentarse a principios de agosto en Londres sin haber competido en carrera alguna desde que se cayó al inicio del Giro. Y como capitano.

En su declaración ante el CONI Pozzato ha explicado que sólo iba a ver a Ferrari para que le hiciese planes de entrenamiento, un poco como F. Schleck con Eufemiano Fuentes. Sin embargo, el ordenamiento deportivo italiano ya contemplaba esa posibilidad -deportistas y mentira, esa pareja necesaria- y, como ya se ha explicado, sanciona con seis meses la simple visita a un médico sancionado, incluso si es para hablar del tiempo o jugar al tute.

Lo más divertido es que Pozzato, sin idea alguna de lo que puedan saber los investigadores, ha dicho que Ferrari le hacía los entrenamientos (y otras cosas) desde el año 2005, cuando vuelve al Quick Step -heredero del Mapei donde debutó- tras sus dos años en Fassa Bortolo. Y hasta el 2009, por lo menos, fecha que casualmente coincide con su bajada de rendimiento. Es seguro que en el año 2000 el neoprofesional  Pozzato del Mapei, ese equipo del que Squinzi y su corte de propagandistas siempre han dicho que lo disolvió por su fuerte compromiso ante el dopaje, también acudía a Ferrari.

Recuerden que Pozzato fue el primer corredor pasado directamente de juvenil a profesional: algo le verían, además de la clase. No se hace una apuesta así si no viene respaldada por datos médicos. Además, Pozzato decía en la conversación telefónica intervenida que los tratamientos de Ferrari le costaban entre 40.000 y 50.000 euros al año, más o menos las cifras que manejaba Eufemiano Fuentes cuatro años antes. A mí me sigue pareciendo que es poco dinero en relación a lo que cobran algunos de sus clientes, y más cuando su éxito esta enhebrado con esos tratamientos, pero es un asunto sobre el que nadie discrepa y da por bueno a las primeras de cambio. 


Al margen de la cifra, interesa ver la continuidad: en todos esos años, Pozzato habrá pasado a Ferrari en un escenario conservador unos 600.000 euros, drogas aparte, que ya se sabe que van por otro canal, y el médico dopador sólo ofrece "consultas" y "recomendaciones". Una de la vías que se están siguiendo contra Ferrari es la de delito fiscal, especialmente una empresa fantasma que tiene en la localidad suiza de Montreaux: sí sólo de un tontainas como Pozzato sacaba esa cantidad, las cifras con Armstrong y todo su equipo -sí, todo su equipo- tiene que ser fabulosa. En negro, claro.

Eso es lo que tiene que interesar: ir al origen, a las personas que comunican todo entre sí, y no quedarse en pobres muñecos rotos como Pozzato, sacrificado por ser capitano para Londres, y por el feo recuerdo de Rebellin. Parece increíble que el teléfono de Ferrari no esté intervenido. A lo mejor tiene diez, como Eufemiano Fuentes. ¿Cómo quedaba Pozzato con el? ¿Se presentaba directamente en consulta sin cita previa? Venga ya. Lo de que Ferrari siga actuando como si nada -blog incluído- tras tantos años es como lo de Eufemiano, supuestamente dedicado a médico de familia tras la Operación Puerto, y que seguía y sigue en lo mismo. Este es año olímpico, y lo es para España. Y también para Italia.
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Un dato ilustrativo: si el otro día F. Schleck decía que se autodescartaba para hacer algo en el Tour por todos los días de competición que lleva encima, ahora se conoce que será el corredor que tome la salida con mayor número de carreras acabadas en sus piernas, nada menos que 56 días de competición.

21 junio, 2012

Freire vuelve 14 años después

Veo a Freire de todos los colores
Este domingo se disputan en la mayoría de países los campeonatos nacionales de ruta, una prueba fascinante porque otorga al ganador la posibilidad de vestir durante una año un maillot distintivo entre todo el pelotón. Gracias a Internet, este domingo previo al Tour se ha convertido en un gran día para todos los aficionados al ciclismo, que pueden ir saltando de carrera en carrera en pos de la más animada, y no faltan: con la excepción de EE.UU y Australia, que otorgan su campeonato nacional en otras fechas, estarán todos los grandes países del ciclismo.

Mientras en Italia proponen un circuito durísimo que parece el calco de un Mundial (250 km, 14 vueltas con una subida dura), al igual que en Alemania con 200 km., en Bélgica se han ido a un circuito completamente llano muy interesante en su resolución de cara a la jerarquía para los JJ.OO, por poner sólo dos ejemplos. El campeonato francés, también llano este año,  siempre suele ser una apuesta segura, por la terrible disputa entre todos los corredores y por la frecuencia de las acciones en solitario. Escojan su carrera favorita, o vayan saltando de una a otra.

El campeonato español, por contra, no tiene especial atractivo. Se disputa en sus diferentes modalidades en Salamanca provincia (la crono es en Béjar, por ejemplo, pero también hay pruebas en Guijuelo), y la prueba estrella para profesionales se reserva para la capital provincial, pero resulta tan insulsa como para siquiera plantearse su visión.

Los organizadores envían a los ciclistas al sur a hacer una vuelta por La Alberca, y después los devuelven a Salamanca para dar dos vueltas a un circuito. Es la escasamente inteligente fórmula ya empleada en años pasados: con un circuito, además de acostumbrar a determinados ciclistas a esta modalidad de recorrido -útil en año olímpico o para el Mundial-, concentras más público y más expectación. Será que ese poblachón llamado Salamanca tiene problemas de tráfico un domingo con la vida universitaria -la única, y bastante zombi- ya acabada...

Ellos sabrán. De momento, la experiencia no les está saliendo muy bien. Los protagonistas del circo, después de haber sido publicitado como "el mejor campeonato de España", no están por la labor. No estará Alberto Contador, vigente plata, por sus problemas con la carne vacuna, pero era algo ya sabido; se contaba con Valverde y S. Sánchez, y ambos han pasado de la carrera.

El murciano, a pesar de la relación umbilical entre su origen provincial y la Federación Española de Ciclismo, ha despreciado la carrera. Tendrá miedo a caerse antes del Tour. Será que ya ha ganado la prueba y hecho medalla en varias ocasiones. Será que en su equipo, que atenaza la prueba desde hace años, le han dicho que este año van a apostar por otro corredor. Será que la cuota murciana ya está completa con Rojas y SMS Sánchez, pero es un desprecio, y más en un corredor que en los dos últimos años no ha podido correr la prueba por estar penando una sanción por dopaje.

En el caso del asturiano, esta yendo a la peluquería en Sierra Nevada, preparando ese Tour de Francia que dicen que le va tan bien. Tiene la excusa de la caída en Dauphiné, esa caída que no le impidió acabar la prueba tras pasar siete de las ocho etapas renqueante. Y tiene la excusa de estar concentrado en altura, que Sierra Nevada está lejos de Salamanca -más lejos está de Oviedo, pero eso parece que no importa- y que, bueno, que no le apetece. S. Sánchez, campeón nacional en categorías inferiores, jamás ha rascado medalla alguna, y ya va para 34 años. No le sobran las victorias, no. ¿Miedo a llevar la enseña nacional en el Euskaltel? ¿Y que la lleve el único corredor no nacional?

La actitud de estos dos corredores, muy concentrados en su participación en el Tour, recuerda a la de los corredores del ONCE, que algunos años también despreciaban el campeonato y no acudían a la carrera, aduciendo que estaban preparándose para la carrera francesa y que la competición les rompía sus planes. ONCE. Preparación. Tour. Ya.

Quien si estará, por primera vez en muchos años, es Óscar Freire. El cántabro fue bronce en 1999 con 22 años, cuando su equipo Vitalicio copó todos los puestos del podio, y desde entonces (creo) que no ha vuelto a la carrera, forzado por su situación profesional. Emigrado en 2000 a equipos extranjeros donde pocas veces ha estado rodeado de nacionales, jamás venía al campeonato nacional por la falta de compañeros que lo apoyasen. Además, ¿quien querría llegar al sprint con Freire?

Este año ha cambiado: el tricampeón del mundo se ha mudado a Katusha, un equipo ruso con muchos españoles, y contará con su apoyo en el campeonato. Horrach, Losada, Florencio o Dani Moreno dan las suficientes garantías -se ha visto a lo largo de la temporada- para controlar la carrera y llegar al sprint en Salamanca. No estaría mal ver a Freire con el maillot nacional a sus 36 años, y que luciría en el próximo Tour de Francia, donde parece que haya vuelto al Rabobank: un equipo en torno a Menchov y Freire por libre para sus sprints.

El mayor rival de Freire será J.J Rojas, no porque sea mejor ni mucho menos, sino porque es el otro corredor rápido que hay a nivel nacional. Además, es el vigente campeón, título que ha lucido con gran distinción: en un año ha ganado ¡una! carrrera, una etapa del País Vasco que le regaló Poels al abrirse en el sprint, cuando ya lo tenía ganado. Ese es el nivelón de este ganador nato, que pierde la mayor parte de su energía en sus tweets a medio camino entre la puerilidad y la tontería huertana.

Gane o no Freire, yo ya he escogido la carrera a seguir este domingo. Aunque sólo sea para el sprint final.
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Ojalá sea verdad esto -si lo dice López-Egea hay que mantener unas reservas muy necesarias, te lo juro por mis muertos- y se puede disfrutar del Tour 2012 sin los comentarios de Pericobecid Delgado, tras casi 20 años de atorramiento. Primero, importunando al gran, gran Pedro González, y después con sus chistes, sus opiniones sobre el dopaje -siendo parte interesada-, su desconocimiento del deporte (Tour 2010: "¿Que a Kirchen le dio un ataque al corazón en la Vuelta a Suiza? Vaya, eso no lo sabía, estaba de vacaciones en Namibia") y porque lo que realmente le interesa es la pela, como queda demostrado en la noticia.

"Que me buscase un patrocinador que me pagase, por lo que entiendo que quieren que retransmita el Tour gratis". ¿Un patrocinador aparte? ¿Y lo dice el hombre de Movistar y "Castilla y León es vida"? Pfffffffffff....será uno de esos "patrocinios culturales"....jajajaja Que se patrocine el mismo, porque fíjense cómo acaba su publirreportaje de sí mismo: "no es algo que haga por dinero, sino porque me lo paso bien, por VALORES [la mayúscula es mía] como la amistad y el cariño al ciclismo. Gratis no puede ser". No, no, el valor es el dinero. El valor es hacer un blog por amor a este deporte desde hace ocho años, y no recibir nada, pero yo no soy ejemplo para nadie.

A ver cúando da el salto a la política, porque está hecho de la misma catadura que exigen en esos puestos.
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El asmático y coagulado Horner, de 40 años, sigue esta dieta a diez días de empezar el Tour: burritos de Chipotle y helados de grasa hidrogenada donde la leche es decorativa, que en McDonald´s, Burguer King y similares se llaman Sundae.

El ciclismo es una cosa bella, maravillosa y muy, muy estúpida.

19 junio, 2012

Nadie puede con Costa en Suiza

Magnífica toma
Es una sorpresa que alguien como Rui Costa haya ganando la Vuelta a Suiza, siendo líder desde la segunda etapa. Curiosamente, hace un año el Movistar intentó lo mismo con Mauricio Soler, que también ganó la segunda etapa y alcanzó el liderato, para después perderse casi irremediablemente en una caída. Entonces, ya no es tan sorpresa.

Hasta el más tonto del lugar, pongamos un Javier Ares o un Xavier G. Luque, se da cuenta que este año en el Movistar andan todos, todos menos Cobo. Recuerda un poco a la temporada 2007, donde también iban todos como tiros -¡ese Karpets que ganó Volta y Suiza y que jamás ha vuelto a ser el que parecía que iba a ser!- menos el líder, un Valverde que esa temporada sólo gano cinco carreras, ninguna ProTour.

Ahí está su reciente Giro, donde Lastras iba a por el liderato en los primeros compases cuando se cayó, un Herrada que perdió una etapa por tonto -pero fue escapado en otras más-, ese Amador que no se agotaba en montaña, ese Ventoso, ese Intxausti que iba segundo del Giro cuando se puso malito, malito.

¡Y qué decir de Nairo Quintana, el neoprofesional colombiano que lleva CINCO victorias! Incluyendo, claro está, la etapa de Dauphiné con el Joux Plane -atacando desde el pelotón de favoritos- y DOS vueltas por etapas: la Vuelta a Murcia y la reciente Ruta del Sur, la montañosa carrera de los Pirineos donde gente que va al Tour siempre muestra su estado de forma, aunque este año se la ha mostrado este colombiano de 22 años.

Así hay que contextualizar el tremendo éxito de Rui Costa, logrado prácticamente en casa dada la masiva presencia de inmigrantes portugueses en Suiza, bien visibles por sus banderas y poco acostumbrados a los éxitos deportivos de cualquier tipo. ¿Sabían que Costa es el único deportista con dinero público del país vecino para preparar los JJ.OO de Londres? Pues eso: a ver si repetimos el butrón de Paulinho en Atenas 2004, al que el COI no dejó participar en Pekín 2008 ante las toneladas de documentos de asmático que presentó.

Isaichev, aquel ruso prometedor que debutó en Xacobeo por la cuota racional que imponía el patrocinio de Karpin y que está enamorado de Galicia (y Galicia de su figura dado que no hay otra), ganó una etapa de fuga -menuda pifia de Oss, por cierto-, la única que se escapó a Sagan, que al día siguiente ganó su ¡cuarta! etapa en la carrera. La crono fue para Kessiakoff del Astana, ese sueco de trayectoria espantosamente lagunar -hasta estuvo con Matxín en 2009- y ¡32 años!, que el año pasado parecía que iba hacer algo en la Vuelta y después desapareció.

No se sabía nada de sus habilidades contrarreloj, pero mira que ha ido a ganar la crono de Suiza a Cancellara por 2". En el Astana también saben de hacer volar a todos, como se vió en las Ardenas de este año. Por cierto, no lo leerán por ahí y parecerá lo más normal, pero este corredor abandonó en la última etapa de Suiza, siguiendo su trayectoria sonrojante. En su blog no dice nada de este abandono, pero nos informa de que es alérgico, una gran sorpresa. Que ese día dos compañeros suyos fuesen 1º y 4º no tiene nada que ver.

Entre los favoritos Rui Costa aguantó con un octavo puesto a 41" del sueco alérgico, sólo batido por un increíble Gesink (5º, 27") de cara a la general. Por su parte, Valverde perdió 1´22" y ya se veía su papel de gregario de cara a la montaña, donde su compañero portugués tendría que defender su liderato ante grandes escaladores en los dos finales en alto que quedaban.

El final del sábado en Arosa vio el triunfo de Albasini, que se metió en la escapada y después dejó clavado a Peter Velits, mientras en el pelotón F. Schleck atacó a 4 km. de meta junto a Leipheimer y un increíble Nieve, que había visto como Antón abandonaba tras un rendimiento impropio de un profesional. El luxemburgués, un auténtico escalador, no recibió ni un relevo de sus dos compañeros de fuga, mientras Costa era ayudado brillantemente por Valverde, que subía muy bien y regular.

Al final Costa salvó el liderato por 14", una renta muy escasa de cara a la espectacular -sobre el papel- etapa del domingo, la última de la carrera. F. Schleck atacó subiendo el Glaubenberg, que lucía bellísimo sobre el lago de Sarnen, y llegó a coronar con 1´de ventaja sobre los favoritos. Sin embargo, quedaban más de 30 km. a meta y fue neutralizado no mucho después, mientras se reagrupaban todos los favoritos en un amplísimo grupo.

La etapa, bellamente diseñada, acabó en gran chasco: no hubo ningún cambio y Costa entró en la línea de meta con los brazos al cielo, tras un grandísimo trabajo de Valverde. Los organizadores, para evitar cualquier crítica, ya han presentado el recorrido de 2013, en una hábil jugada que vuelve a la crono final. Sin embargo, hay que aplaudir el valor de F. Schleck: después de una década atenazado por superequipos como el UsPostal, parece que el ciclismo ha recuperado uno de sus elementos más característicos, el del ataque lejano y ambicioso: ahí están los repetidos ejemplos que deja Nibali, o las más evidentes de A. Schleck o De Gendt, sin olvidar a Kiserlovski en País Vasco.

Precisamente este croata del Astana también fue protagonista el domingo, entrando cuarto en meta con un prodigioso sprint en la cara de todos los favoritos. Casi dos minutos antes había entrado la escapada, donde su compañero estonio Kangert ganó la etapa a Jeremy Roy. ¿Y quien es este Kangert? No se sabía nada de su existencia hasta que el gran día de Kessiakoff acabó sexto, un poco como De las Cuevas.

Típico corredor báltico que se foguea en equipos franceses -en su caso, fue FDJ durante 2008 y 2009, cuando sólo tenía 21 años-, algo no debió ir bien que volvió a federarse como amateur en 2010. Repescado por Astana en 2011, nada hacía preveer este rendimiento multiherramienta típico de los kazajos desde los tiempos del bufón J. A Redondo. Ni un sólo resultado previo, y va y gana la etapa reina de la Vuelta a Suiza, tras haber volado en la crono.

Se presenta así un Tour apasionante, con el Movistar, el Astana, el RadioShack, el Quick Step o el Vacansoleil a tope pastillote, proponiendo continuamente nuevos nombres con habilidades multiherramienta, porque esto es ciclismo y esto es lo que tenemos que aguantar. A mí me parece muy bien que Rui Costa gana la Vuelta a Suiza, pero ¿qué ha sido de su hermano?.
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¡Qué cosas! ¡Qué tuvo que decir Horner! ¡Y a quien! Resulta que el RadioShack rectifica y mete a Horner en el nueve del Tour, cuando no estaba en el catorce de la selección previa. Dicen que es porque el patrocinador ha presionado para que al menos vaya uno de los tres americanos del equipo. No me lo creo, y menos del equipo de Bruyneel y del asmático a los 38 años y el coágulo a los 40 años.

Como víctima colateral, Jakob Fuglsang, que se queda fuera a pesar de haber ganado en Luxemburgo y haber sido un peón importantísimo en el segundo puesto de F. Schleck en Suiza -por cierto, este corredor dice que no se espere gran cosa suya en el Tour, puesto que lleva a tope "desde el Giro" sic-. El danés ya se quejó de la fusión Radio Shack-Leopard, y ha dejado caer que tiene ganas de volver al Saxo Bank: pues con eso le paga Bruyneel, cada día más siciliano y menos belga.

Fuglsang, en todo caso, deja un recadito sobre la situación en su equipo, empezando por Bruyneel investigado por las autoridades antidopaje estadounidenses: "hay mucho más de lo que aparece publicado. Sólo vemos la punta del iceberg. No hace falta un genio para darse cuenta de que las cosas no están saliendo como deberían".

Ya, a mí me interesa particularmente el bajón de rendimiento de dos jóvenes como Machado o Hermans, que hacen pensar en un blackout general más que en problemas particulares de corredores con el equipo o el director. Por cierto, el Radio Shack ha dejado fuera del Tour al segundo director Kim Andersen, aquel corredor de los ochente que tiene el récord de positivos y desde hace años vinculado a los Schleck. A todo esto, ¿quien es el jefe para el Tour? ¿Cancellara? ¿Klöden y sus 37 años? ¿Zubeldia?
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El Rabobank presenta su nueve para el Tour y no está Carlos Barredo, conocido como número 10. Era otro corredor en buen estado de forma tras perderse la primera parte de la temporada por su recordado impacto con Cancellara. Algo le habrán visto. O no. Dos costillas rotas. Y encima Rui Costa gana la Vuelta a Suiza...
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Después de anunciar que había perdido 4 kg. de cara a su intento de ganar los JJ.OO de Londres, Cavendish gana su primera vuelta por etapas. Vale, era en Holanda y no tenía subidas, pero es una vuelta por etapas, donde el británico no ganó ninguna de las pruebas parciales, que se las repartieron entre Kittel (2), Boom y Greipel. Como suele pasar con el Sky, Cavendish no fue el único del equipo que estuvo muy alto en la clasificación, con Flecha cuarto. ¡Flecha! La carrera es el Ster Elektrotoer.
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En la misma participó De Gendt, que se descarta para los campeonatos nacionales, pero que dice que quiere ir a los JJ.OO, a pesar de que se casa el 30 de junio...
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Por cierto, ya tienen abierto tropela.net para el Tour, el mejor y más competido juego de ciclismo en la red. Tan competido que es, y contra el aguerrido y sabio aficionado vasco, que han tenido que meter ¡20 ciclistas! por equipo, lo que en mi opinión desvirtúa la competición, pero se hace para evitar empates múltiples. Para compensar esto, han tenido el acierto de subdividir los corredores en más categorías de las habituales: por ejemplo, como máximo favorito sólo te cabe escoger entre Evans o Wiggins; y en mejor sprinter, entre Cavendish y Sagan. Mucho mejor así. Gracias a los organizadores por hacerlo gratuito y suerte a todos, lo recomiendo porque es fantástico (igual que velogames.com) y no por ningún otro interés.

13 junio, 2012

Explota (por fin) el equipo de Bruyneel

Como suele pasar en el ciclismo, el superequipo que se formó de sorpresa a finales de la temporada pasada está a punto de saltar por los aires. No, no es el BMC, es el RadioShack-Leopard de Johan Bruyneel.

La historia es corta en meses, pero densa en detalles, como siempre que está la figura del belga de por medio, elemento central de estos años de decadencia del ciclismo, que tan bien ha sabido aprovechar y explotar en su propio beneficio personal.

Tras salir de Astana en 2009 con su corte de corredores, el más importante de ellos -sí, más importante que Contador a la hora de obtener un patrocinador, que es lo que le interesa al belga- hizo de ancla para que RadioShack, una cadena de aparatuquis eléctricos norteamericana y con escasa implantación en Europa, empezase a patrocinar su equipo.

El texano hizo un 2010 lamentable, incluyendo una deshonrosa despedida del Tour, y el equipo salvó los muebles con el Dauphine de Brajkovic y el Pais Vasco de Horner, un corredor que tiene su aquel en esta larga historia. Sin embargo, no fue suficiente para el patrocinador, que dijo que 2011 sería el último año, habida cuenta de la pérdida de su mayor reclamo.

¿Y que pasó en 2011? Que muchos volaban en el equipo de Bruyneel, incluyendo algunos resucitados milagrosamente como Klöden (segundo en Niza y ganador en País Vasco), de tal manera que parecían una seria amenaza para el Tour. Sin embargo, en la carrera francesa y tras una concatenación de mala suerte -la caída de Brajkovic, Horner, Klöden y Leipheimer, que venía de ganar en Suiza- no hicieron nada.

Por su parte, los Schleck dejaron a Riis en 2011 para formar un equipo sin patrocinador, donde supuestamente aflojaba la güita un millonario paisano suyo, pero donde se sospecha que el dinero proviene realmente del mismísimo Gran Ducado de Luxemburgo. El equipo no consiguió ni una victoria relevante al margen del etapón de Andy Schleck en el Tour, hasta que al final de la temporada y con mucha sorpresa un corredor de 30 años que hasta entonces no tenía ninguna victoria como Oliver Zaugg ganó el Lombardía y pudo por fin enseñar el maillot sin patrocinador.

Por entonces ya se sabía que ambas estructuras se iban a fusionar, con RadioShack poniendo a título de inventario el nombre y el Gran Ducado poniendo la pasta, además de una miriada de pequeños patrocinadores que hacen del maillot un recuerdo de los equipos de Savio y su horror vacuii. No parecía un equipo de Bruyneel, acostumbrado a un único y poderoso patrocinador, incluso cuando era corredor multiherramienta en el Once, aquella famiglia.

La megafusión -poner a los Schleck y Cancellara bajo Bruyneel y su engrasada maquinaria de corredores experimentados- produjo reacciones muy significativas. La primera de ellas, la estampida de algunos corredores muy vinculados al belga -el principal de todos, Brajkovic-, que ya no encontraban su lugar en el equipo, y el recelo de otros -como Fulgsang- que con mucho fundamento veían cercenada su trayectoria.

Y la segunda de ellas, muy significativa, que el Tour idease un recorrido destinado a contrarrestar ese poderío: sin CRE, con tres cronos, tres finales en alto -uno de ellos de pandereta- y bueno, un Tour anti-Schleck y muy pro-Wiggins. Lo que parecía que iba a ser un superequipo que iba a ganar todo se encontró con un escollo muy difícil en la cita más importante de la temporada.

Después vinieron los otros problemas, claro. Cancellara, que se las prometía imperial en el Norte, se cayó en Flandes y adiós a la temporada que realmente cuenta para él; Fulgsang, que iba de jefe de filas al Giro, hizo lo propio y hubo que llamar a última hora a un desganado F. Schleck, que no ocultó jamás que iba obligado. Hizo tercero en una etapa con final en puerto de chichinabo, adujo que un corredor le había dado en una caída,y para casa a los dos días, antes de la montaña.

Para entonces él y su hermano, que siempre estaban en el top-five de las clásicas de las Ardenas, habían hecho un abril espantoso. Como Klöden y Horner, que tenían que haber brillado en las rondas por etapas de esa época. Ni rastro, pero tampoco de jóvenes prometedores y medio escaladores como Tiago Machado y Ben Hermans (este ha realizado un Giro absolutamente anónimo): apagón total en el equipo.

No es la primera vez que pasa en un equipo de Bruyneel. Ya en 2006, con la primera retirada del cowboy, el Discovery Channel hizo una temporada lamentable, especialmente en el Tour: sin mediar caídas ni accidentes, corredores que antes arrasaban como Hincapie o Popovych desaparecieron por completo. Según Carlos de Andrés "el no trabajar para un líder claro te quita motivación". Según el idiota de Gijón Juanma Castaño, por entonces experto en ciclismo, "el americano daba mucho al equipo". A saber qué, o lo que le podrían haber contado entre sidra y chorizos sus paisanos Rubiera y Noval, por entonces en el equipo. Después ya se pasó a Villa, que es lo que le gusta, pero con el mismo menú y chalanería.

Esto de los apagones totales en un equipo, donde de repente no anda nadie (pero nadie-nadie) es consustancial a este ciclismo que Bruyneel encarna tan bien. Parece que es el caso del Radio Shack 2012, donde están empezando a saltar las chispas de una forma que sólo puede resultar prometedora para todos aquellos que vemos el ciclismo desde la barrera, al menos por los escasísimos precedentes con los que contamos  de enfrentamiento público entre corredores y equipo.

No pasará nada, claro, porque Bruyneel es mucho Bruyneel y manda mucho. Tanto, que incluso ha tentado alguna vez la suerte intentando puentear a la UCI, cosa que le tienen -y con razón- jurada, pero para lanzar ese órdago hace falta tener mucho poder paralelo y saber organizarlo. Manolo Saiz, su mentor, lo intentó y acabó como acabó, pero no sabía idiomas, su inteligencia no se podía medir con aparatos y llevaba camisas de cuadros. Lo que viene siendo un pasiego, vamos.

Andy Schleck, que en los últimos tres Tours no se había bajado del segundo puesto, no correrá la edición 2012. Abandonó el Dauphiné por una caída en la crono, pero antes de esa vicisitud ya se había descolgado en puertos de tercera. A 20 días del inicio del Tour. En lo que va de temporada, sólo ha completado dos rondas por etapas, y las dos en febrero. Hoy ha anunciado que en esa caída en la crono se fisuró un par de vértebras -acabó esa crono de 53 km. y eso que se cayó en el km. 18, y después hizo la etapa del día siguiente- y ¡ale!, que no va al Tour.

Entretanto, habían surgido rumores de desavenencias con Bruyneel, que había llegado a amenazar a su hermano con no llevarlo al Tour. Desavenencias desmentidas por ambas partes, claro. Lo que no se ha desmentido, y es francamente interesante, es lo de Horner, un ciclista que podría ser el protagonista de una película de terror gótico, y no sólo por su calvicie vampírica.

Bruyneel anunció la preselección del Radio Shack para el Tour hace dos días, con catorce corredores donde no estaba el americano que ronda los 40 años de edad. Descubrió que era asmático con 38 -y se llevó una cámara de fotos para inmortalizar el momento- y bueno, todo en él es despropósito y cacharrería. Tras su victoria en el País Vasco 2010 y su 9º puesto en el Tour, en 2011 había planificado ¡el asalto a la carrera francesa! ¡Y menudos números que presentaba! Carrera en la que salía, carrera en la que volaba, como Landis en 2006, como Evans en 2011 o como Wiggins este año: 3º en la Volta, 2º en País Vasco, 1º en California, se presentó en la salida del Tour volando directamente desde EE.UU, porque siempre ha ido por libre.

Una caída -tiene tendencia a besar el suelo- le apartó de su sueño. Tanto, que no volvió a competir, porque después de la caída y ya en EE.UU descubrió que ¡tenía un coágulo en la sangre! ¡Un ciclista con un coágulo en la sangre! Claro, le prescribieron lo indicado para esos casos: medicamentos que mejoran la fluidez del torrente sanguíneo, tan espeso que formaba coágulos...

No volvió a competir hasta la Tirreno-Adriático, donde fue ¡segundo! en su reaparición. ¡Con 39 años! Otro ejemplo del ciclismo que cambia. En el País Vasco -su carrera preferida- se puso malito de tos y ahora pretendía aterrizar en el Tour directamente desde EE.UU, habiendo rechazado ir a Suiza...esta es la razón que ha aducido Bruyneel para no incluirlo, pero el lector sabe perfectamente que hay otra mucho más evidente.

Lo mejor de todo es que al principio Bruyneel dijo que lo dejaba fuera por un problema de ¡vértebras! ¿Les suena a algo relacionado con Andy Schleck? ¡Y mira que hay huesos en el cuerpo! ¡Malditas vértebras! Todo el pastel se ha descubierto porque Horner, que quiere ir con EE.UU a los JJ.OO de Londres, dijo que el no tenía ningún problema físico y que el seleccionador tuviese eso en cuenta...

De ahí vino el contracomunicado de Bruyneel...y hoy lo de Andy con las vértebras. Para completar el panorama, uno que no tiene pelos en la lengua como Klöden está secundando la versión de Bruyneel con sus tweets inequívocos. De Andy Schleck no dice nada, claro, a pesar de que parece que la enésima versión consistirá en que Bruyneel ha confundido las radiografías de Horner y el luxemburgués. ¿Apostamos a que la rueda de prensa de Andy a las cuatro no será con Bruyneel?

Los organizadores de la Vuelta ya se frotan las manos con su recorrido de diez finales en alto y el concurso de Contador y Andy Schleck, una especie de revancha de los Tours 2009 y 2010. Sin embargo, parece que el divorcio entre el pequeño de los Schleck y Bruyneel va para más. Para una temporada en blanco, que es lo que suele pasar cuando falta la mandanga para todo un equipo.
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(Actualización de las 17:15) Andy Schleck ha llorado en la rueda de prensa. Bruyneel no estaba claro, aunque si que estuvo en la entrega del maillot amarillo del Tour 2010. Ahora dice que lo suyo no es por las vértebras -a pesar de que medios de su pequeño país lo habían dicho por la mañana, abundando en gráficos y precisando "dos vértebras"-, sino la cadera. Entre cuatro y seis semanas de baja. Dice que quiere ir a los JJ.OO -suyas son las únicas opciones de Luxemburgo de rascar algún metal, y aún así son remotas-, la Vuelta y el Mundial. A los dos primeros objetivos va a llegar justito si realmente es una lesión de pelvis, al último, que se disputa al lado de su casa, será el máximo favorito si vuelve a ser el mismo corredor. 

Cobo, a por el Tour 2012

Vacaciones Santillana, más de lo primero que de lo segundo
Un fantasma recorre el pelotón, y se llama J. J Cobo. El vigente campeón de la Vuelta a España lleva a día de hoy un año impropio de alguien capaz de ganar una gran vuelta, y del que no se conocen problemas de salud física: su último aldabonazo ha sido el abandono en el reciente Dauphine Libere, donde se bajó de la bicicleta tras subir el primer gran puerto de la ronda -que también se subirá en el Tour-, el Grand Colombiere.

Casualmente, porque estas cosas nunca vienen solas, su amigo, paisano y ex-compañero De la Fuente lleva una temporada similar, donde a pesar de su supuesta condición de escalador (¡ay aquel Tour de 2007, tan combativo!) entra con los sprinters en la mayor parte de las etapas de montaña.

Ahora viven separados: el primero en el Movistar, la misma estructura donde estuvo en 2010 dejando este papelón, y el segundo en el Caja Rural, dentro de su política de ir dando tumbos: cuatro equipos diferentes en los últimos cuatro años, y eso que hace tres estuvo con la corte de Contador, donde hizo tan buenas migas que dijeron que siempre estaría con ellos de palmero, para que ahora esté en el Caja Rural.

Hace diez meses, durante la disputa de la Vuelta a España, las cosas eran muy diferentes. Como se contó en su momento, ambos enlazaron tres etapas por el noroeste español -las tres etapas decisivas de la Vuelta- a un nivel altísimo: todos los días escapados, o atacando, labor en la que estuvieron muy acompañados por Dani Moreno, rival en el Katusha y que no ha padecido el extraño mal que este año aflije a la pareja cántabra. Al contrario.

¿Cómo es posible que corredores que rindieron a ese nivel ahora mismo se arrastren? Es posible porque esto es el ciclismo. La excusa oficial, además de la manida de que "el chico es así, ya se sabe", o que "tiene la regla",  está en que sus objetivos reales están en la Vuelta, pero no cuela. Poco se hará por la credibilidad de este deporte cuando corredores como estos -o como Gilbert- pasan de ser los mejores del mundo a ser de los peores del mundo, en esos movimientos pendulares tan característicos.

Matxín/Sade, tras firmar con Geox
Su antiguo descubridor y director deportivo en sus mayores éxitos, el sinpar Josean F. Matxín -de profesión sus labores-, preguntado al respecto, escurre el bulto y se refugia en su laguna, como la criatura que es. Este año sabático ha podido celebrar la Vuelta a Suiza 2006 de Koldo Gil, una injusticia que tuvo que corregir el TAS. ¿Cúantos directores pueden celebrar triunfos así en un año en el que no han cogido el volante, su auténtica labor? Pero lo dicho: nadie parece saber nada del tema que nos ocupa, y sin embargo Cobo sigue siendo de la partida para el Tour.

Yo confío en Cobo, y desde este modesto blog quiero romper una lanza a favor de este corredor de indudable talento. Estando el Tour amenazado como está por el dominio del Uk Postal, nuestro genial corredor es la mayor esperanza del ciclismo.

Al fin y al cabo, a Cobo corresponde el honor de haber ganado la etapa del Tour 2008 en Hautacam, la de mayores diferencias en montaña de los últimos años. 2´17" sacó a los favoritos atacando en el mismo puerto, sin nada de escapadas: eso es para los débiles o pusilánimes, adjetivos que casan mal con el pundonor del hijo de Cabezón de la Sal.

Y en la Vuelta 2011, lo mismo. La pareja que amenaza el entretenimiento de las tardes de julio con el Tour, esos pérfidos hijos de Albión llamados Wiggins y Froome, mordieron el polvo ante el arrollador empuje de Cobo, que el día del Angliru les dio a base de bien. Es el único corredor que puede decir que ha ganado a Wiggins una carrera de entidad en el último año.

Además, este Tour le favorece sobremanera. Como si volviésemos a los noventa, la primera semana de carrera son etapas llanas-llanas, perfectas para ir cogiendo la forma y, al igual que Pantani -ese referente necesario cuando se habla de estos corredores- en 1998, dar el hachazo en una única etapa de montaña, suficiente para quitar de enmedio a esos arribistas contrarrelojistas bebedores de té. ¿Qué más da que haya tres cronos? ¿Qué más da que Cobo no haya rascado bola en todo el año? Es más: esto es una garantía de que llegará fresco al Tour.

¿Qué más da que en el Tour apenas haya montaña? Pues eso: como ha quedado demostrado por su brillante y constante palmarés y trayectoria, al cántabro le basta un único día inspirado para infligir gran dolor en el pelotón. La etapa La Touissuire -Croix de Fer por el Glandon antes- o la de los Pirineos -Aspin, Tourmalet, Peyresourde y descenso a meta- son suficientes.

Además, el valiente cántabro ira con Valverde, una garantía, y otros corredores muy en forma como Kiryenka, Arroyo o Rojas, que tan pronto valen para subir bidones como para controlar el pelotón, o rematar una etapa. Desde aquí sólo quiero dar mis mejores deseos al que sin duda será protagonista del Tour 2012, aunque en su equipo estén dudando si llevarlo o no.
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Sagan-show en Suiza. Si en el último post vaticinaba que el eslovaco nunca gana una única etapa en las vueltas que disputa -y aquel suelto iba por la efeméride de su primera crono ganada, en la Vuelta a Suiza actualmente en curso-, el genial corredor de 22 años ya ha ganado otras dos etapas. La primera era una llegada complicada con mucha curva y el suelo mojado. Cooke, el veterano corredor del GreenEdge, hacia como que lanzaba el sprint pero en realidad se estaba lanzando a sí mismo, como especialista en marrullerías -escuela y pasaporte igual que el McEwen- y este tipo de finales que es; Sagan se pegó a su rueda y, a pesar de que se le fue la bici -¿se salió el pedal? ¿se fue la rueda?- a 150 m. de la meta, pudo ganar. D. Millar, en sus ingenioso tweets, dijo que Sagan era un Jedi, por la manera de controlar la bici. Lo dice el, que hace unos años arrojó la suya al campo. Era otro ejemplo de fuerza Jedi, pero del lado oscuro. Negative energy, como dice el británico que recientemente se ha autoexcluido para los JJ.OO tras el capote que le hizo el TAS.

Jedi o no, Sagan hace cosas al alcance de muy poquitos corredores, y no sólo de su generación. Ayer volvió a ganar la etapa, disputada completamente bajo la lluvia. El sprint fue una recta, tras haber pasado por meta a 40 km. de la llegada. El derrotado esta vez fue J.J Rojas, un especialista en esta lid y este puesto. También dejó jugosos tweets: en el primero calificaba a Sagan como "el mejor de 2012" -mentira, están por delante J. Rodríguez y Boonen- y en el segundo se citaba con un fantasmagórico rival (¿Sagan? ¿Cavendish?) dentro de un mes, diciendo que la gente "no valora un segundo puesto". No lo valoran ni los propios sprinters, gremio al que pertenece, pero estos posts reflejan muy bien una mentalidad de segundón.
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Está publicado en una revista de muy bajo impacto y dice básicamente gilipolleces -como que mejora la circulación del oxígeno en la sangre, una obviedad...-, pero ahí está: la EPO podría tener efectos beneficiosos para la inteligencia.
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Según el periodista de ciclismo del Telegraph -el mismo que quedó enamorado de los 100 km. de subida vertical entrenados por Wiggins en el Teide-, "no hay evidencia de que Wiggins vaya a llegar pasado de forma al Tour". Lo dice él, que no sabía nada de ciclismo hasta hace unos años, cuando le dijeron que dejase su puesto de watermelons y se dedicase a escribir de ciclismo...y lo dice como un médico, ojo. La noticia es tan babosa y laudatoria que en vez de llamarse Brendan Gallagher y estar hablando de Wiggins, parece que se trate de Josu Gari hablando de Alberto Contador.
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¿Alguien se acuerda de doctor-periodista Romo? Sí hombre, aquel que hacía juego con su apellido -sin aristas, liso- y que pontificaba desde Público. Pseudociencia y pseudoperiodismo. El periódico cerró porque era malo y dogmático, además de por sus decisiones empresariales, pero nos ha quedado Romo, al que han ofrecido una trinchera en As. En su estreno calificó la creatina de "proteína", uno más de tantos errores que comete. Le llovieron los palos en todos los comentarios y lo ha rectificado. Ahí sigue el resto. Algunos comentarios -como el mío- no pueden decir lo mismo. Total, cita a Nicolás Terrados elogiosamente...

Pues bienvenido sea el Dr. Romo, fuente inagotable de humor y escepticismo. La chica desnuda de la contraportada del As ya tiene su contrapartida en el ciberespacio. Ahora bien, ¿quien ha tomado la decisión de dar un espacio a este charlatán titulado en lo suyo? Después dicen que el periodismo está amenazado por las nuevas tecnologías: no, no, el mayor enemigo está dentro.

11 junio, 2012

En manos del UK Postal

Mirando atrás desde el amarillo, pero no viene nadie
Acabó por fin la peor Dauphiné Liberé que se recuerda, con una montaña muy escasa, tanto como los rivales. Baste decir que los dos primeros del podio son compañeros de equipo, un equipo que apesta.

Lo hizo desde su fundación, cuando se presentó como un equipo "científico" y, aunque su primer año fue de todo menos glorioso, ahora es una máquina de triturar que recuerda los peores tiempos del UsPostal, donde andaba hasta Benjamín Noval, por citar un sólo ejemplo de milagro médico.

Demos la bienvenida, pues, al UkPostal. No es casual, y nadie debería dejar inadvertido, que el recordado equipo americano también logró colar a dos compañeros como primero y segundo de la prestigiosa prueba por etapas francesa: en 2002 a Armstrong y Landis, aunque este último ha explicado claramente las razones de aquel éxito de un gregario gregarísimo.

A diferencia de aquella edición, en este 2012 apenas ha habido montaña en la carrera francesa: sin finales en alto de relieve, y convertido en un aguachirri de difícil digestión. Ha ganado Wiggins y ha sido segundo su compañero Rogers, dos contrarrelojistas. Cuarto su compañero Froome, que no se sabe muy bien qué es, aunque se intuye. Su dominio como equipo y de la carrera ha sido aplastante, mucho más de lo que indica lograr ser 1º-2º-4º en una carrera como Dauphiné. No, no ha habido crono por equipos. Ha sido mucho peor.

El viernes había de montaña el Grand Colombier, ese puerto precioso -carretera estrechísima, pendiente constante, se sube de 200 m. a sólo 1.500 m, pero hay 1.300 metros de desnivel- que apenas se usa en las grandes carreras. Llegó la escapada del día entre la lluvia, mientras los favoritos se agasajaban al ritmo del Sky, donde tiraba -sí, lo han adivinado- otro contrarrelojista, en concreto Richie Porte. Ah, y también Boasson-Hagen, que había ganado una etapa dos días antes.

El más listo de la escapada fue el prometedor francés Vichot, que en las refriegas de españoles -el veterano Egoi Martínez, todo los días escapados; Losada, que parece otro corredor en este año en que todos los Katusha parecen otros corredores; Navarro, sin referente y Luz Espiritual Divina y Pinteña que le ilumine- atacó en el momento justo.

En Dauphiné hace unos años siempre había una etapa de montaña de más de 200 km. y con alguno de los colosos alpinos. Este año, todas por debajo de los 190 km. y sólo el Joux Plane, en su tradicional formato de subida y bajada final a Morzine. ¿Quien atacó entre los favoritos? Nadie, todo el mundo a rueda del ritmo del Uk Postal -comandado por ¡Boasson-Hagen! durante más de la mitad de la ascensión- como en los tiempos del americano. Sólo se movió el increíble Nairo Quintana (22 años, Colombia, Movistar), otro más de la hornada de corredores sudaméricanos que va dar que hablar en los próximos años.

Sacó 18" en la cima del Joux Plane, y consiguió llegar a meta: si, baja bien. Al menos mucho mejor que Heras, del que siempre hay que acordarse cuando se baja el puerto alpino. Y va bien contra el crono. Evans también hizo una ataquito cerca de la cumbre y llegó con 8" sobre el pelotón, cuyo sprint fue ganado de manera imperial por...¡Dani Moreno!.

Al australiano su ataquito no le sirvió para colocarse segundo en la general, puesto que ya ocupado en ¡cuatro! ocasiones, y parecía que iba a hacer algo en la última etapa, al menos para tener cinco segundos puestos en una carrera prestigiosa, como Ullrich en el Tour. ¿La última etapa? Una mueca al ciclismo, con final en un puerto de tercera y 126 de recorrido.

Evans dice que Van Garderen pinchó poco antes del final y que no pudo atacar. Será eso. La farsa de competición -tres horas de duración- fue para un corredor que sabe mucho de eso: Dani Moreno. Sí, el simpático corredor madrileño de pelo agitanado se va del Dauphiné con dos victorias de etapa y un tercer puesto en la etapa de Morzine. Ayer batió en el último suspiro a L.L Sánchez, con el compartía mensajes y cariños de Jesús Losa.

Dentro de este simulacro de competición que ha sido el Dauphine 2012, lo más destacado es la actuación del Uk Postal, también conocido como Sky: Wiggins, Rogers, Froome, Porte (9º en la general) y Boasson-Hagen, que no irá al Tour para hacer espacio a Cavendish. Sí, hombre, como el Telekom: irán con un bloque para la general y con otro para los sprints. Y encima el campeón del mundo va diciendo por ahí que ha perdido ¡cuatro kilos! de su peso de competición para poder subir mejor. Como el Telekom no: como Zabel. Al tiempo.

Esto es un escándalo.
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De Sagan vamos celebrando todos sus registros: su inolvidable primera victoria (y especialmente la segunda), su primera etapa en una grande y, ahora, su primera crono. Ha sido en el mismo escenario donde el año pasado ganó su primera etapa de montaña, en la Vuelta a Suiza. En aquella ocasión fue una etapa de 107 km., o sea que ya llegarán mejores oportunidades de calibrar su talento, y esta vez ha sido un prólogo de 7´3 km. Ya. El asunto viene cuando en la etapa de montaña había 35 km. de ascensión y en la crono del sábado batió a Cancellara, metiendo unas diferencias siderales a los rivales.

Había subida y posterior bajada a un montículo sobre Lugano, y de ahí las diferencias. Por cierto, cuando Sagan gana en una vuelta por etapas no lo hace una única vez. El domingo el pelotón subió Verbier, aquel puerto que se estrenó en el Tour 2009 y decían que no iba a marcar diferencias, y donde Contador voló. No lo dijo él en su habitual modestia -basada en sus dos certificados médicos compatibles-, sino los datos que se extrajeron de la etapa, donde Contador subió a un ferrariano VAM de 1850 m/h. Sería que había comido solomillo la noche anterior.

Esta vez fue diferente, como siempre que no está este corredor polimedicado. El pelotón fue de charleta por el Valle del Ródano -que está sufriendo fuertes lluvias estos días, y cuyas presas están en alerta- y F. Schleck atacó a seis km. de meta, ya en plena subida. De más a menos, el pelotón se acercó peligrosamente a su altura en el último km., desde donde saltó un muy inteligente Rui Costa, que adelantó al luxemburgués en la última curva para lograr su segunda victoria de etapa en Suiza. Antes lo había hecho varias veces subiendo.  Es increíble la cantidad diferente de corredores que obtienen victoria en el equipo navarro, incluso hasta Rojas. El resto de corredores se desparramó en diferencias menores -salvo los Rabobank, desastrosos-, incluyendo un Valverde que por una vez rindió en una etapa de lluvia. Eso sí, su papel lo desempeño su compañero portugués.
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Íntimamente relacionado con estos dos compañeros suyos multiherramienta. J.J Cobo -el viernes abandonó en Dauphiné en el primer puerto serio de la carrera- decía hace un año que "ya me gustaría saber a mí la razón de esos bajones".  Lo que no sería normal es que llevasen al primer cántabro que ha ganado la Vuelta al Tour 2012.